Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Cristina pidió investigar a los fiscales por prevaricato y vinculó el atentado con la causa judicial

La vicepresidenta aseguró que la acusación por asociación ilícita es "profundamente inconstitucional, antirepublicana y antifederal". Sobre el intento de magnicidio dijo que "nadie puede pensar que esa banda planeó la autoría intelectual de lo que me hicieron".

   Cristina Fernández de Kirchner asumió hoy su propia defensa en su condición de abogada en el marco del juicio que la acusa por corrupción en la obra pública en Santa Cruz. 

   Desde su despacho en el Senado, la vicepresidenta pidió que se investigue por prevaricato a los fiscales federales Diego Luciani y Sergio Mola, quienes pidieron que sea condenada a 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. 

   En un discurso que comenzó cerca de las 11.30 y tuvo una duración de alrededor de una hora y 10 minutos, Cristina comenzó elogiando la actuación de sus abogados defensores y criticó con dureza a los fiscales. "Quedaron a la luz del día las arbitrariedades que se cometieron en este juicio", dijo, para agregar que "no puedo dejar de recordar que me fue negado el derecho a ejercer la defensa. Si no hubiera tenido la suerte de ser abogada estaría en un estado de indefensión frente al alegato del fiscal".

   En ese marco, Cristina Kirchner solicitó que se investigue a Mola y a Luciani por mentir y anticipó que publicará material del juicio por Vialidad en sus redes sociales. “Quiero que el mundo pueda observar lo que fue este juicio”, sostuvo y continuó: ”Creo que estamos ante un claro caso de prevaricato. El fiscal Luciani y Mola mintieron en el alegato final de acusación. Mis abogados demostraron cuáles fueron las mentiras y las calumnias”.

   A continuación, la titular del Senado consideró que “no se puede creer cómo se llevó adelante este juicio y por qué. Por eso, quiero hacer un pedido formal a este tribunal para que, al finalizar las audiencias, se extraiga testimonio de todas y cada una de las mentiras de los fiscales contrastada con la prueba documental, pericial y testimonial que tuvo este juicio”.

   Posteriormente la vicepresidenta se valió de la teoría del Derecho para referirse a la acusación de los fiscales Luciani y Mola, remarcando que buscan comprobar que sus dos períodos como presidenta, así como el de Néstor Kirchner, fueron “asociaciones ilícitas”. Calificó a esta acusación como “inconstitucional”, ya que “viola el artículo 1° de la Constitución, que establece que 'la Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa, republicana y federal'”. 

   “La acusación de los fiscales es profundamente inconstitucional, profundamente antirepublicana y profundamente antifederal”, remarcó luego de recorrer los tres principios que establece el primer artículo de la Constitución. "Un Gobierno elegido por el pueblo no puede ser considerado una asociación ilícita", afirmó.  

   En otro cuestionamiento a la Fiscalía, la titular del Senado planteó: “Supongamos que el Código Penal atrapó a tres gobiernos constitucionales y dice que los tres gobiernos son asociaciones ilícitas. Entonces, ¿qué pasa con todo lo acontecido durante 12 años? Porque si aplicamos el derecho penal, lo tenemos que aplicar completo”.

   Tras ello, reflexionó: “Si esto es capturado por el derecho penal argentino, quiere decir que todos los actos de la asociación ilícita son ilegítimos, por la aplicación de la teoría y principio del derecho penal, los frutos del árbol envenenado”. 

   Y para cerrar la idea sumó: “Es más, llegaríamos al ridículo de que el fiscal Luciani no podría estar en esta causa porque no es fiscal, porque su nombramiento se lo firmé yo, la jefa de la asociación ilícita ¿Se dan cuentan de a dónde vamos agarramos de los pelos y retorcemos códigos y leyes? Vamos al desastre”.

   “Están discutiendo Decretos de Necesidad y Urgencia que fueron aprobados por el Parlamento. No tiene andamiaje constitucional lo que estamos discutiendo. Es un disparate”, dijo Cristina Kirchner en otro cuestionamiento a la Fiscalía.

   Después, expresó: “Los actos administrativos se presumen legítimos. Han traído de los pelos una situación porque me tenían que traer de los pelos a mí. Para traerme de los pelos a mí, a este juicio, trajeron de los pelos a la Constitución, al Código Penal, al Código Civil, a la ley de Procedimientos Administrativos, a la jurisprudencia, a la lógica, a todo”.

   Más adelante, la vicepresidenta se refirió al intento de magnicidio en su contra. "A partir del primero de septiembre me di cuenta que puede haber otra cosa más detrás de todo esto. De repente del ámbito judicial se da licencia social para que todo el mundo piense que puede hacer cualquier cosa", dijo. 

   Para ilustrar el tema recordó que "este año, este mismo despacho fue destruido brutalmente por una apedreada de 40 minutos, sin que ninguna de las fuerzas de seguridad lo impidiera. Ahora hay una causa con la misma jueza y el mismo fiscal por que una persona haya intentado dispararme". Además, trajo a colación el momento en que aparecieron en la vía pública carteles con su cara y la leyenda "asesina" y el número 35.000 en relación a las víctimas de la pandemia. 

   Luego se refirió a la reacción de los integrantes de 'la banda de los copitos' al alegato de Luciani. "El intercambio de esos dos jóvenes fue 'se les acabó la joda'". "Es la banda de autores materiales, lo tengo clarísimo eso. Nadie puede pensar que esa banda planeó la autoría intelectual de lo que me hicieron".

   "Cuando el fiscal Luciani terminó su alegato tan histriónicamente ese día, lo hizo con pantalla partida en la que también se veía la puerta de mi casa. Convengamos que la única puerta que se conoce en la República Argentina es la de Juncal y Uruguay, de todos los presidentes que pasaron. Ahí mismito fue donde me quisieron pegar el tiro", dijo.

   En el último tramo de su alegato, Cristina Kirchner aseguró: “Mi condición de mujer ayuda a la estigmatización. Todos los presidentes desde el regreso a la democracia, salvo Macri, fueron abogados. Pero a la única que acusaron de no serlo es a mí”.

   Luego, volvió a cuestionar a la Justicia e interpeló al juez: “Así como vamos, vamos mal. La Argentina no sale con este Poder Judicial, de ninguna manera. ¿Yo, impunidad? Si quieren mirar por impunidad, miren para otro lado. Yo me siento en estado de indefensión, muy intranquila. Los jueces que me juzgan, ustedes, los que están en la Casación, el fiscal, son amigos y jugaban con Macri al paddle”.

   Finalmente, remató: “Y sí, yo me siento en estado de indefensión ¿Qué le pasaría a usted, Gorini, si le pasara lo mismo que a mí? Imagínelo por un instante, porque yo siempre recomiendo que se pongan en el lugar del otro. Yo siempre me pongo en el lugar del otro, ayuda a resolver mejor las cosas. Sobre todo cuando se tiene tanta responsabilidad”.

   Al cierre de su alegato, se llamó a un cuarto intermedio de 30 minutos antes de que el abogado Carlos Beraldi cierre los alegatos.