Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

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Pasó de volante a defensor, dejó la 10 por la 6, pero... ¡que lo comparen con Pasarella!

A partir de hoy, el comentario de un hincha de Sansinena, minutos después del éxito del conjunto cerrense por 3-1 ante Juventud Unida de San Luis, se convertirá en anécdota. El título de la nota, según sus propios compañeros, sería: “El habilidoso que se convirtió en rústico”.

 

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Sergio Daniel Peyssé / [email protected]

   “Tiene buena pinta para jugar de central, salvando las distancias se parece a Pasarella”, me dijo un hincha de Sansinena cuando me iba del estadio Luis Molina, ayer, apurado porque se había largado a llover otra vez y en el medio de una tarde más oscura que de costumbre, tras el 3-1 del albirrojo ante Juventud Unida de San Luis, por la fecha 30 de la Zona Sur del Federal A

   Subí al auto y recién ahí reaccioné con lo que me había manifestado este seguidor del “tripero”, así que bajé y fui a comunicárselo a Tenca Hernández, el volante pampeano devenido a zaguero, el que cambió la 10 por la 6, y quien, según sus compañeros, cambió habilidad por rusticidad.

   “Primero y principal no soy zurdo, no le pegó tan fuerte a la pelota y no tengo la elasticidad para saltar dos metros y cabecear como lo hacía Daniel Alberto. En lo único que nos parecemos es en el número de camiseta, si me comparan por alguna otra virtud es una ofensa a Pasarella”, dijo, a plena carcajada, el santarroseño de 27 años.

   “Eso si, en cualquier momento pido la cinta de capitán, ya que estamos la hacemos completa. En caso que no me la den, exijo la 10 para jugar en la zaga”, exigió el mellizo de Antú, hoy en Villa Mitre.

   Tenca disputó su segundo encuentro como segundo marcador central, porque ya lo había hecho en el anterior compromiso de local frente a Círculo Deportivo, aunque ese día el cerrense sacó un punto (1-1) con sabor a poco.

   “En ese momento estaban todos los defensores lesionados y Darío (Bonjour, el DT) me preguntó a si me animaba a jugar en la `cueva´, y la verdad que no tuve miedo de asumir el riesgo. Me acoplé enseguida, fue una posición que me sentó bien y acá estoy, con machucones por todos lados pero feliz porque el equipo ya logró permanecer en la categoría y continúa peleando por clasificar a los playoffs”, admitió, sentenciando con un “jamás” cuando le consulté si, en inferiores, alguna vez había asumido el desafío de jugar en la defensa.

   “En la semana, Carlos (Giménez) se resintió de una lesión y otra vez tuve que ponerme la 6. Para mi no es una carga, al contrario, me estoy sintiendo cómodo, al menos no paso papelones...(risas). Mientras el equipo siga ganando, lo mío se disimula”, dijo con más risas.

   En el triunfo sobre Juventud Unida, el lungo Fausto Fiol sacó todo, lo que simplificó el juego de Tenca, al menos en la cancha de arriba.

   “El Flaco va de último y yo cabeceó cuando puedo. Si el rival insiste con pelotazos, ahí cambiamos, él va sobre el referente de área de ellos y yo sobro como líbero. El gana mucho de arriba, es un animal”, sostuvo Tenca, antes de reconocer que en algunas ocasiones se quedó enganchado con la ley del offside.

   --Una de dos, o no escuchás el “salimos” o no estás en sintonía con tus compañeros de la última línea...

   --Ja, ja... Un poco de las dos. Como estoy acostumbrado a jugar de volante, no me doy cuenta y me freno, y con la vista sigo la pelota y no la última línea. Es uno de los puntos a mejorar.

   --Quedan cuatro fechas, pero ustedes tienen libre en la última: ¿cuando habría que asegurar la clasificación?

   --En el próximo partido de local, ante Peñarol, tenemos que terminar de meternos entre los ocho. Igualmente, el próximo domingo vamos a General Pico y debemos sumar, porque al tener un partido menos que el resto nos puede hacer sufrir al final.

   --Bueno, gracias Pasarella.

   --No, pará, que acá cualquie motivo es sinónimo de gastada. Me vuelven loco en el vestuario, aunque reconozco que soy bastante cargoso y hay veces que me quieren tirar la ropa al pasillo. Algunos me cargan, me dicen que involusioné en el juego, que pasé a ser un rústico más, que ahora en vez de cuidar la pelota la reviento a la tribuna. Están inaguantables.