Bahía Blanca | Martes, 19 de marzo

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Massa justificó la decisión de "soltar un poquito de reservas" para garantizar el abastecimiento energético

El ministro de Economía habló en Salliqueló, en el acto de firma de contrato para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner.

Fotos: NA

   El ministro de Economía, Sergio Massa, sostuvo hoy que "entre dejar salir un poco más de reservas o cortar el gas y la luz", el Gobierno tomó la decisión de "soltar un poquito de reservas, pero garantizar a los argentinos que pudieran tener calefacción, la computadora o las máquinas de las empresas funcionando".

   "Era importante que ese crecimiento de la economía y esa generación de empleo no se detuvieran", enfatizó el funcionario.

   Massa se expresó así en el acto de firma del contrato para la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que se realizó en Salliqueló.

   Allí, junto al presidente Alberto Fernández, el gobernador Axel Kicillof y otros funcionarios, el jefe del Palacio de Hacienda resaltó que esa obra será fundamental para "transformar los recursos en riqueza y desarrollo".

   Massa consideró que si el gasoducto estuviera ahora en funcionamiento, la Argentina se habría ahorrado "probablemente la gran mayoría" de los US$ 4.100 millones que este año se destinaron a las importaciones de energía.

   A la vez, estimó que para 2023 la puesta en funcionamiento de la primera parte del gasoducto representará un ahorro de por lo menos US$ 1.300 millones.

   A su criterio, la energía "es uno de los cuatro grandes jugadores de la economía mundial con la agroindustria, el conocimiento y los minerales".

   El funcionario comentó que "cuando vemos las tapas de diarios de España, que dicen que allí se están apagando vidrieras o las de Francia, apagando monumentos y museos o de Alemania, anunciando que sale de la ruta verde de transición energética que había elegido hace muchos años, se nos está describiendo cuál es el escenario en el que estamos viviendo".

   "Es un escenario que tiene precios para los países, que obliga a quienes gobernamos a elegir. Y entonces lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la guerra le está costando a todos los países del mundo en términos económicos y en términos energéticos", enfatizó.

   El objetivo de la estatal Enarsa es que el gasoducto esté apto para funcionar el 20 de junio de 2023, para de esta forma comenzar el próximo invierno a sustituir parte de las importaciones de gas.

   Con la obra terminada, se espera que genere un ahorro de entre US$ 1.300 millones y US$ 1.500 millones por la sustitución de importaciones, aunque dependerá de los valores de gas natural licuado (GNL) del año próximo.

   La construcción del gasoducto cuesta US$ 1.491 millones, ya que incluye también la ampliación de otros gasoductos menores, que ayudarían a ampliar el transporte. (NA)