Incertidumbre y falta de certezas, los vaivenes del mundo de la construcción
“Estas últimas dos semanas se verifican dos situaciones: la entrega de material a precio abierto, sin facturación, y la aplicación de aumentos de entre 15 y 25% con carácter preventivo”, dicen desde las constructoras.
Por Mario Minervino / [email protected]
“Es raro, es todo muy raro. Y con mucha incertidumbre”.
Esa fue la expresión del ingeniero Ariel Arias, de la empresa Benedictino SA, consultado sobre el particular momento que atraviesa la economía y cómo afecta a la industria de la construcción, en particular en lo relacionado con la compra y venta de materiales.
A partir de la renuncia de Martín Guzmán, el pasado 2 de julio, y la designación de Silvina Batakis como su reemplazante en el Ministerio de Economía de la Nación, un clima de completa incertidumbre sacudió al mercado, el cual se manifestó en una inmediata suba del dólar blue y una fuerte remarcación de precios en todos los rubros.
En ese contexto la construcción se encontró con un panorama de incertidumbre que a muchos memoriosos hizo recordar la hiperinflación de 1989, cuando directamente no había precios y las ventas se hacían “a factura abierta”, es decir que el valor de la mercadería adquirida recién se puede conocer cuando exista una idea certera del valor de los productos.
“Después de la salida de Guzmán la mayoría de los corralones de materiales no tenían precios, te ofrecían entregar la mercadería con la factura abierta. Otros ajustaron hasta un 20% los valores con el compromiso de corregirlo en caso de que el panorama se tornase más cierto”, agregó Arias.
A esta incertidumbre se sumaron conductas completamente “desparejas”, donde cada comerciante o proveedor ajustaba los precios con porcentajes diferentes, de acuerdo a su preocupación por no poder luego reponer su stock.
“Había lugares que te vendían, otros que no, todos en medio de una incertidumbre completa”, agregó.
La última semana, con los anuncios realizados por la nueva ministra, el mercado pareció encontrar cierta calma y muchos materiales atados al dólar oficial –como el caso de la chapa—mantuvieron sus precios.
Sin embargo, la mayoría de los comercios mantuvo ajustes de entre 5 y 20%, al menos a la espera de tener un panorama más claro.
“A pesar de estar más tranquilo, sigue siendo todo muy inestable. Mi conclusión es que hay que esperar a que todo se normalice un poco. Los anuncios de la ministra aseguran que no va a haber disparada de precios. Por otro lado, la industria de la construcción está trabajando en un gran nivel, incluso con las obras públicas. Por eso, repito, que todo es muy raro”, finalizó.
Para Bruno Andrés López, presidente de Grupo Sur Desarrollos, ya antes de la salida de Martín Guzmán había algunas restricciones y falta de materiales cuando los mismos tenían componentes importados.
“Estas últimas dos semanas se verifican dos situaciones: la entrega de material a precio abierto, sin facturación, y la aplicación de aumentos de entre 15 y 25% con carácter preventivo”, señaló.
Por último, indicó que han tenido algunas demoras a la hora de recibir materiales como consecuencia de las dificultades que tienen los fletes, tanto por falta de gasoil como por algunos cortes de rutas.
La ingeniería Silvana Ciucci, integrante de la empresa constructora FESUMA SA, reconoció que algunos materiales están escaseando –menciona el caso del ladrillo—y que se verifica “una variación constante” de los precios.
“Hay aumentos dispares, que no siguen ninguna lógica. Estos últimos días he comprado nada más que lo indispensable, pero me abstuve de hacer pedidos importantes. Esto es para estar atenta, seguir el día a día”, señaló.
Juan Cerna es uno de los directores de la revista Obras & Protagonistas, publicación que desde hace 30 años se edita en nuestra ciudad con un detallado análisis de costos de materiales y mano para la construcción.
Mencionó que lo que está ocurriendo por estos días “no tiene nada de similar con la hiperinflación de 1990”, aunque advierte es “un sentimiento de temor” ante lo que pueda venir.
“En mi opinión no existe una razón valedera para incrementar los precios. Si la renuncia de Guzmán hubiese sido consensuada, dando a conocer previamente su sucesor y el nuevo gabinete nada de esto hubiera sucedido. Por el temor en la gente es que estamos en esta realidad. Todo el mundo intenta cubrirse, a nadie le gusta perder su capital. Así que diría que se está vendiendo tratando de conservar el stock ante un panorama incierto. También creo que los precios de hoy llegaron para quedarse; calculados con un dólar blue a $ 300”, analizó.
Hubo otros desarrolladores consultados que se excusaron de dar una opinión precisamente por el grado de incertidumbre que tienen, así como otros que, anticipando el complicado panorama, hicieron compras de materiales a principios de año, de modo de cubrirse de cualquier corrida de precios.
Sin pago anticipado
Los corralones, entre tanto, coinciden en señalar que la inestabilidad del mercado los obliga a subir los precios de modo de poder reponer la mercadería, aunque reconocen que el patrón que se sigue es completamente incierto y errático.
El contador Alberto Delmont, de la firma Codimat, explicó que esa firma compra “cien por ciento en el mercado nacional” y de ese total, el 60% corresponde a productos siderometalúrgicos que se fabrican en el país pero que tienen insumos importados. El otro 40%, lo importan los proveedores como producto terminado.
“Mientras no haya cambios en el valor del dólar oficial y la entrega de los proveedores se mantenga, no tenemos razón para modificar los precios o suspender las entregas. Hemos vendido y lo seguimos haciendo en forma normal, con poco plazo de pago”, detalló.
La única medida que sí ha implementado es no aceptar pagos anticipados del material como mecanismo de garantizar su entrega.
“Tenemos que prever que pueda haber faltante en algún momento y que no podamos cumplir”, señaló.
Primer semestre en baja
Con un 10,96% menos de permisos de construcción, el primer semestre 2022 cerró en baja en relación a igual período de 2021.
De acuerdo a las estadísticas que lleva adelante la Central Territorial de Datos, dependiente de la subsecretaría de Planificación y Desarrollo Urbano, en lo que va del año se gestionaron expedientes para construir 97.267,46 metros cuadrados (m2), por debajo de los 109.242,40 registrados entre enero y junio de 2021.
También hubo una baja importante en la declaración de obras ya ejecutadas, los denominados “trámites sin permiso”. El primer semestre 2022 se blanquearon 16.441 m2, casi la tercera parte de los 50.059,76 presentados en 2021.
De la cantidad de superficie presentada para su ejecución este primer semestre, el 43,39% corresponde a viviendas unifamiliares. Se ubican luego los locales (23,47%), las ampliaciones (18,99%), las viviendas multifamiliares (9,22%) y otros destinos (4,93%).