Bahía Blanca | Miércoles, 02 de julio

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Las complejidades de agregar una hora de clases en las escuelas primarias de Bahía

El Ministerio de Educación anunció la ampliación horaria para luego del receso escolar de invierno. En nuestra ciudad, varios sectores anticiparon que será muy difícil poner en práctica el proyecto y que la medida fue inconsulta. 

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.
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Por Pablo Andrés Alvarez[email protected]
Audionota: Mariano Muñoz (LU2)

   El ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, participó en Bahía Blanca del acto en homenaje a los 323 tripulantes muertos en el hundimiento del crucero ARA General Belgrano al cumplirse 40 años del ataque con torpedos por parte del submarino británico Conqueror durante la guerra de Malvinas.

   Y en dicha visita confirmó la implementación, a partir del 1 de agosto, de una hora más de clase por día en todas las escuelas primarias del país, lo que sigue generando polémica en el ámbito educativo ya que muchos sectores argumentan que la decisión es precipitada.

   Actualmente se desarrolla una mesa de trabajo conjunta con los diferentes actores, incluyendo los gremios docentes que cuestionaron la iniciativa, para avanzar en los lineamientos de esa extensión horaria, que involucra al 86% de los alumnos que asisten al nivel primario en todo el país.

   Perczyk reiteró que Nación cuenta con los fondos previstos (alrededor de 18.000 millones de pesos, como ya había anunciado), para hacer operativa la propuesta. 

   Con el nuevo cambio se modificará la carga horaria de los chicos en las escuelas de jornada simple y de gestión estatal, que pasará de cuatro a cinco horas por turno, y en consecuencia se alterarán los horarios de ingreso y salida. 

   La idea que compartió Perczyk, en principio, es que los estudiantes que van por la mañana, de 8 a 12, ingresen una hora antes; mientras que los del turno tarde, que acuden de 13 a 17 en la mayoría de las instituciones, salgan del una hora más tarde. Lo mismo, en sintonía, deberán hacer los maestros, el equipo directivo y el personal no docente.

   En la actualidad, apenas el 14% de los alumnos del nivel primario tiene jornada extendida, o en el mejor de los casos, jornada completa. Por eso, según explicó Perczyk, esa hora extra en la carga diaria significa un salto cuantitativo del 25% en cantidad de horas de clases al año: de 720 a 950 horas.

   En nuestra ciudad, tanto directivos, docentes y auxiliares de establecimientos educativos como representantes de gremios dejaron en claro las trabas con las que se encontrará el proyecto y remarcaron la falta de debate para implementarlo.

   “Se está trabajando con los gremios y con los docentes, directivos, supervisores y familias a nivel territorial para lograr las mejores condiciones en nuestra Región Educativa. Los acuerdos provinciales serán el marco de referencia, pero es un trabajo arduo que llevará tiempo”, reconoció el licenciado Claudio Martini, inspector jefe de Gestión Estatal de la dirección general de Cultura y Educación de la Región 22.

   “Hay algo que nadie duda: siempre va a ser mejor tener más horas a los alumnos aprendiendo y a los docentes enseñando con calidad en las escuelas. Pero hay que tener en cuenta que venimos con una tradición de 4, 6 y 8 horas de clases, con toda la infraestructura y logística escolar planeada en base a eso. Por lo tanto, implementar una hora más va a llevar mucho trabajo, ya que se debe consensuar con los distintos actores que participan del ciclo de enseñanza”, añadió. 

   La realidad es que nuestro país tiene una carga horaria escolar que está por debajo de varios países de Latinoamérica y que la pandemia generó complicaciones en la enseñanza. 

   “De hecho, Chile y Ecuador están por encima nuestro en la cantidad de horas de clases. Pero el proceso de readecuación logística en el nuestro no será sencillo porque, por ejemplo, varios de los servicios educativos tienen sede en un mismo edificio. Sin ir más lejos, hay escuelas en Bahía que funcionan en tres turnos o más de un establecimiento comparten un mismo espacio. Eso es bastante común”. 

Los directivos

   Belén Cabrera es la directora de las escuelas primarias 10 (con una matrícula de 410 alumnos) y 14 (con 424 estudiantes) de General Daniel Cerri y una de las que afirmó que el proyecto debe aceitarse para que pueda llevarse a cabo.

   “Lo importante es optimizar el tiempo, brindando calidad de enseñanza. Particularmente, creo que es una idea que no se puede implementar de un día para el otro, porque va a originar muchos cambios en las rutinas ya establecidas de docentes, instituciones y familias. Es necesario llamar a mesas de diálogos y de trabajo, para escuchar todas las posturas. Lo mejor hubiera sido analizar el proyecto durante este año, hacer pruebas pilotos y planificarlo directamente para el ciclo lectivo 2023”.

   “Tengo mis dudas que más tiempo en las escuelas redunden en más calidad de educación. Hoy, el desafío es brindar calidad en las 4 horas que tenemos y centralizarnos en la enseñanza. Va a ser más tiempo de contención, pero eso no significa que sea mayor calidad de aprendizaje”, añadió.

   Y citó un par de ejemplos concretos.

   “Tengo docentes en el plantel que tienen doble turno y que son titulares de ambos cargos. ¿Cómo harán para agregar una hora en cada establecimiento? Tampoco se tiene en cuenta que los auxiliares tendrán que limpiar las instalaciones en muy poco tiempo o cómo harán las escuelas que tienen comedor escolar”. 

   “Y no sólo tenemos docentes en las escuelas, sino que hay profesores de ingles, artística o educación física, que van de un lado para el otro con los tiempos justos”, opinó Cabrera.

   Lorena Rodríguez, por su parte, es directora de la Escuela Primaria 29, que tiene una matrícula de más de 260 alumnos, divididos en dos turnos. 

   “No creo que haya alguien del sistema educativo que se oponga a la ampliación horaria, pero es indudable que es un proyecto que necesita de mucho debate, porque no será sencillo instrumentarlo”, dijo.

   Y agregó: “Duele que siempre nos enteremos por los medios de prensa de los posibles cambios. Da la sensación que nadie tiene en cuenta la opinión de quienes, en definitiva, son los que deben llevar a cabo los proyectos”.

   “Sabemos que la Ley establece lo que se denomina jornada extendida o completa para lograr los objetivos que se fijan, pero esa normativa también establece que se deben generar las condiciones necesarias para el desarrollo integral de los niños. Y hoy no se está consiguiendo eso”. 

   Sin ir más lejos, la Escuela 29 tiene problemas con la obra de gas natural para calefaccionar el establecimiento. 

   “Hoy es inviable ponerlo en marcha en la mayoría de las escuelas. Es muy fácil decidir extender una hora más las clases sin tener en cuenta las necesidades para llevarlo a cabo. Una hora más conlleva tener un cuenta un montón de cuestiones tanto de infraestructura como de personal, que se deben articular sí o sí. Lo más conveniente hubiera sido tomarse todo este ciclo lectivo para analizar el proyecto y ver su viabilidad, porque también compromete el andamiaje familiar, ya que esta hora de más sólo se va a instrumentar en primaria, pero hay familias que tienen hijos en ambos ciclos”.

   A su vez, Rodríguez ya comenzó a recibir consultas de padres preocupados.

   “Hay muchos que ya me manifestaron complicaciones, porque deben reorganizar su dinámica familiar. Por ejemplo, hay muchos chicos que vienen en colectivo. Y si el horario de ingreso es a las 7, van a tener que tomarlo muy temprano y en los primeros meses será muy oscuro aún”.

Docentes y auxiliares

   Gisela Iaquinta es maestra de sexto grado de la escuela 68 (ubicada en barrio Espora), en ambos turnos.

   Más allá que reconoció que la pandemia complicó muchísimo el aprendizaje de los chicos pese al gran esfuerzo que se hizo para que ello no ocurra y que por ello el proyecto tiene cierta lógica, cree que no se están teniendo en cuenta distintos factores para su correcta implementación.

   “Este año se están notando muchas desigualdades entre los alumnos. Hay algunos que tuvieron el apoyo de sus padres para seguir el ritmo de las tareas y a otros que se fueron atrasando por distintos motivos. Ese trabajo en conjunto, entre escuelas y familias, no terminó de entenderse, porque también hubo un exceso de relajamiento luego de conocerse que no habría repitentes. Hoy estamos lidiando con esas cosas, para tratar de equipararlos”.

   “En ese sentido, creo que es necesario intensificar los contenidos, pero no sé si la forma más propicia es agregando una hora más. Por ejemplo, nadie está teniendo en cuenta que los chicos, a esta edad, no tienen gran poder de concentración. Una hora puede generar más dispersión que calidad de enseñanza”, analizó.

   Según dijo, hay otro tema que no se analiza: en las escuelas de la periferia, muchos chicos llegan en colectivo. 

   “Si entran a las 7, se van a tener que levantar mucho antes; muchos no van a desayunar; les va a costar levantarse; van a llegar con sueño; les va a agarrar hambre a media mañana. Hoy, entrando a las 8, ya hay bastante ausentismo. No sea cosa que hacerlos ingresar a las 7 agrave más ese problema y lo que se crea una solución se convierta en algo contraproducente. En ese sentido, creo que son necesarias las pruebas piloto. Ensayarlo en distintas instituciones y analizar los resultados”.

   Según manifestó, tampoco están dadas las condiciones básicas indispensables en muchas escuelas desde el aspecto edilicio.

   “Hay algunas cosas que dan bronca. Está llegando el invierno y muchos colegios aún están sin gas. De hecho, en la que estoy yo, no tenemos. Y funciona un comedor escolar. Me da la sensación que a este proyecto le faltó mucho diálogo, mucho intercambio de ideas y mucho trabajo de campo antes de presentarlo. Cada escuela vive realidades diferentes y va a ser muy difícil implementarlo en tan poco tiempo”.

   Soledad Gómez es una docente que desempeña funciones en una escuela primaria de la periferia de nuestra ciudad que también tiene una mirada crítica.

   “Esta medida para las escuelas primarias me parece que no va a ofrecer un aporte significativo a la educación de los alumnos, porque creo que debería mejorarse en calidad más que en cantidad. Agregar o no una hora al nivel educativo va a ser lo mismo. A eso hay que sumar que los niños de primaria, al haber perdido el contacto con la institución durante un año y medio, están desacostumbrados a esa rutina. Va a generar que en lugar de estar enfocados estén cansados, y eso puede generar más trabas al proceso de enseñanza”, señaló.

   Y remarcó que la mayor carga horaria será una complicación para la gran mayoría de las docentes.

   “La docente no sólo está 4 horas al frente de un curso determinado. Luego invierte mucho tiempo en la planificación del día siguiente y en correcciones de tareas dadas. Hoy muchas docentes tienen doble turno, porque el sueldo de uno no alcanza. Serían 10 horas de clases concretas, más otras 4 de planificación y corrección. Nos quedan menos de 10 horas del día para repartir entre la familia y el descanso”. 

   Olga Valiente es portera de una escuela primaria y señaló que nadie los tuvo en cuenta en estos cambios.

   “Nuestro trabajo es tan importante como el de los docentes. Somos los primeros en llegar a la escuela para dejar todo limpio y en orden para recibir a los alumnos, docentes y directivos. Y somos los que preparamos la merienda y más de una vez hablamos con los chicos cuando los vemos solos, tristes o con frío tratando de reconfortarlos hasta que venga la docente. Somos los últimos en irnos dejando todo en orden, cerrando ventanas, puertas y pase de gas. Tal vez no todos vean nuestro trabajo, pero sería bueno que lo reconozcan”.

   “Los auxiliares ingresamos una hora antes para limpiar las escuelas y recibir a los alumnos y docentes. Entre las 12 y las 13 hay cambio de turno y se vuelve a limpiar la escuela. Y la realidad es que hoy hay faltante de auxiliares e incluso en muchos establecimientos hay una sola por turno. Una hora más significa muchísimas cosas, por ejemplo se ensucia mucho más", dijo.

   Y añadió: “Cada uno de los auxiliares tenemos las aulas, más baños, SUM y gimnasios para limpiar, ¿cómo hacemos todo en 30 minutos?”.

Los padres

   Micaela, que tiene una hija en edad de segundo grado en la Escuela 67, señaló que, si bien “me parece una buena medida, pero ésto generaría un problema de organización en la familia, sobre todo para los que tenemos más de un hijo en edad escolar, porque en mi caso van a distintos horarios”.

   Este es el mismo caso de Soledad Alimenti, mamá de dos niños de primaria en la Escuela 1, que afirmó: “Los papás trabajamos muchas horas y a muchos se nos complica contar con ayuda extra o mandar a nuestros hijos a alguna actividad extracurricular. Pero en líneas generales me parece bien, así tengan un idioma o alguna actividad recreativa. Todo lo que se pueda ofrecer desde la escuela suma en esa edad, donde están activos para incorporar aprendizajes”.

   Esa opinión se situó en concordancia con Estela Reyes, otra madre que tiene su niño en quinto grado del mismo establecimiento.

   “Me parece una buena medida. El horario al que salen los niños actualmente nunca coincide con los padres si éstos trabajan en la administración pública o en horario de comercio. Si salen una hora más tarde nos da la posibilidad de ir a buscarlos y volver a casa todos juntos”.

El gremio

   “Hay escuelas que no cuentan con auxiliares, aún teniendo comedores escolares. Hay escuelas que no tienen calefacción. Hay escuelas que no tienen agua. La realidad es que hay un montón de problemas a resolver antes que implementar esta hora más de clase”. 

   Ana Canullo, titular del Suteba Bahía Blanca, fue contundente al referirse al proyecto del Ministerio de Educación que se planea poner en funcionamiento en poco tiempo.

   A su vez, la dirigente gremial manifestó que es una decisión inconsulta y arbitraria.

   “Ningún docente del país fue consultado sobre este proyecto. Al menos podrían haber preguntado qué necesitan en las escuelas para poder acompañar la trayectoria de muchísimos alumnos y alumnas que arrastran inconvenientes educativos desde el 2020. Nosotros reconocemos esas dificultades, pero creemos que la prioridad hoy pasa por resolver los grandes problemas que tienen los establecimientos educativos”.

   En ese sentido, remarcó varios aspectos a mejorar.

   “Venimos denunciando la falta de infraestructura y de mantenimiento, como así también los problemas que se generan cuando las docentes tienen que pedirse licencias por cuestiones de salud, tanto por las demoras en la aprobación de esas licencias como con los actos públicos digitales tardan en implementarse. Por esos motivos, hay semanas enteras que los alumnos están sin clases”, señaló Canullo.

   Y agregó: “Nadie cree que la solución a estas cuestiones estructurales es agregar una hora más de clases. No hay que olvidar que en el primario no existen las preceptoras, por lo cual cada docente debe encargarse a todas las tareas pedagógicas. La realidad es que hay un montón de problemas a resolver antes que implementar esta hora más de clase”. 

   También esgrimió que nada ni nadie garantiza que con esta iniciativa se consiga más calidad educativa.