"Algunos preguntaban si era el mismo Vallejos y me pusieron en duda", contó el campeón

Tomás Arribas

tarribas@lanueva.com

Periodista Deportivo, recibido en 2013 (estudios en Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social).
Sección Deportes del Diario La Nueva, desde 2017 a la fecha. Especialista en Automovilismo y deportes varios.
Previamente, panelista automovilístico en LU2 Radio Bahía Blanca y presentador deportivo en Telefé Bahía.

   Tanto nos malacostumbró en el pasado certamen, que su ausencia en lo más alto del podio en las dos primeras despertó, increíblemente, algunas dudas entre el aficionado midgista.

   Pero Luciano Vallejos confirmó el pasado viernes que su potencial está vigente y que se asemeja notablemente al que lo llevó a la gloria el ciclo pasado.

   Lucho golpeó en la tercera, y de punta a punta. Así le puso fin a aquellas dudas que, según cuenta, giraban en torno a su versión campeona.

   “Quizás no terminábamos de redondear, pero el auto siempre estuvo. Algunos preguntaban si era el mismo Vallejos y me pusieron en duda, pero somos los mismos del campeonato pasado”, contó Lucho una vez culminada la final en la madrugada del pasado sábado.

   “Y creo que eso tiene que ver con que nos malacostumbramos a estar siempre cerca de la victoria. Estuve en el podio en las dos fechas anteriores y parecía que no estábamos con la mejor cara. Pero el auto anda y se pudo volver a ganar. Ahora todo se mirará de otra manera”, agregó.

   El mérito del “1” va más allá de la contundencia exhibida al cabo de los ochos giros que lo transformaron en el tercer vencedor del certamen.

   Vallejos logró adaptara a la perfección su máquina a los permanentes cambios de piso observados de una programación a otra. En definitiva, sea cual fuese la configuración de circuito de turno, su presencia en la plana puntera nunca se alteró.

   “Eso es lo más importante, que a pesar de lo cambiante que fue todo siempre estuvimos. Se me había negado en las dos primeras carreras, donde no pudimos dar en la tecla en la final y quedamos muy lejos de la punta rápidamente. Pero hoy (por el viernes) acertamos con la puesta a punto y eso es lo más importante que tiene el Midget cuando se complica la pista así”, comentó.

   El estado del piso despertó las más variadas opiniones el pasado viernes, siendo “La Vedette” de la noche, por así decirlo.

   Promediando las series clasificatorias, la motoniveladora debió hacer su trabajo para emparejar el suelo y quitar el exceso de colchón que tantos problemas, entre vuelcos y calzadas, había causado hasta entonces.

   De allí en más sus prestaciones no fueron las mismas. Al punto que, sobre el cierre de la noche, excesiva regada incluida (el camión regador inundó el tercer y cuarto cajón de largada), prácticamente era imposible acelerar y traccionar.

   “Se pasaron de agua y el sector medio y externo quedó muy bravo; los autos hacían cualquier cosa en plena recta. Había que girar por las pocas huellas que quedaban, dosificar el acelerador y no hacer movimientos bruscos. Por suerte el auto respondió bien”, contó Vallejos sobre la final.

   “En las series se justificó el paso de la máquina, porque los autos se tendían a calzar y había que priorizar la seguridad. Pero creo que en las semifinales, de tanto pasar la máquina, se fue perdiendo el piso y eso lo penamos mucho en la final. Habría que rever el tema, aunque es complejo el asunto”, agregó.

   —¿Esta es la versión que te conocimos en el campeonato pasado?

   —Es la misma desde el comienzo, creo que nunca la perdimos. Se trabajó un poco en el motor, porque mermábamos al final de la noche cuando se complicaba el piso. Pero nada más. Había que ganar, para empezar a sumar ese plus pensando en el playoff, y la verdad es que queremos ganar la regular y no resignar ningún punto de los que están en juego.