Buscó "hacer justicia" con un machete y seguirá detenido
En agosto pasado, César Funes llegó desde Río Colorado para agredir a quien acusaba de cometer un robo y virtualmente le cortó una mano.
Un vecino de Río Colorado acusado de hacer justicia por mano propia, al atacar violentamente a un bahiense al que acusaba del robo de una moto, tendrá que seguir detenido al menos hasta el juicio oral.
La medida alcanza a César Omar Romualdo Funes, de 48 años, a quien la Cámara Penal de Bahía Blanca le confirmó la prisión preventiva que había dictado la justicia de Garantías, aunque hoy la cumple bajo arresto domiciliario.
El incidente, que tuvo gran repercusión en su momento, se produjo el 23 de agosto, aunque Funes fue detenido el 12 de septiembre en su ciudad de origen.
Según quedó establecido, Funes -junto a otras dos personas- llegó hasta el domicilio de Hernán Santos (31), en Cramer al 300 de nuestra ciudad, y utilizó un machete (una especie de cuchillo largo y filoso) para provocarle un profundo corte en una muñeca a la víctima, tras acusarlo de ser quien habría robado una moto Corven en Sarmiento al 500 de aquella localidad rionegrina, pese a que la víctima lo desmentía.
El aporte de Santos y testigos y el análisis de cámaras de seguridad permitieron establecer que los atacantes se movilizaban en una camioneta Ford F-100 así como el sentido de fuga, incluso siendo captado el vehículo en el partido de Villarino, con una lectora de patente (VCQ 640).
En la investigación y, vía exhorto, la Justicia de Río Negro autorizó un allanamiento en la casa de Funes.
La jueza de Garantías N° 4, Marisa Promé, convirtió en prisión preventiva la detención del imputado de lesiones graves, amenazas agravadas y violación de domicilio.
El abogado de Funes, Juan Ignacio Vitalini, apeló pero la Sala I de la Cámara ahora ratifica la medida y dispone que el hombre siga detenido, aunque en su vivienda.
Sin legítima defensa
Vitalini no puso en discusión las lesiones a la víctima ni la autoría aunque dijo que no se le dio importancia a la versión del acusado, coincidente en un punto -dijo- con el de Carolina Santos, hermana del herido, en cuanto a que no irrumpieron en el lugar de manera violenta.
También sostuvo que Santos salió con un fierro y fue él quien comenzó a pegarles y que Funes intervino para frenar la agresión que sufría su hijo César y que, por otro lado, no se acreditaron la violación de domicilio ni las amenazas y que las lesiones fueron en un exceso de legítima defensa.
Además entendió que no había peligro procesal por la falta de antecedentes de su defendido, el arraigo y trabajo estable con que cuenta, además de ser una persona discapacitada (tiene una prótesis de cadera).
Los camaristas Gustavo Barbieri y Pablo Soumoulou rechazaron todos y cada uno de los argumentos.
Según el acta inicial, la Policía acudió al llamado de una mujer sobre una confrontación de algunas personas con su hermano y que al llegar observaron que Santos gritaba de dolor, ya que virtualmente le habían cortado la mano.
Los uniformados dijeron que al entrevistarse con Carolina Santos la chica contó que dormían cuando tocaron la puerta y preguntaron si ahí vivía Hernán.
Cuando ella respondió afirmativamente, uno de los visitantes quiso ingresar a la fuerza y le pegó con un hierro en la mano, al tiempo que le pedían una moto.
Fue en esas circunstancias que otro de los llegados (César Funes) le pegó un machetazo a su hermano.
Antes de retirarse los amenazaron con volver y "matar uno por uno", con 20 personas más.
La hermana de la víctima ratificó esos dichos, dijo que su hermano se defendía del ataque de los primeros dos que bajaron de la camioneta y que fue el tercero, "de unos 50 años", quien le dijo que lo iba a matar y le dio un golpe con el machete.
Agregó que en un primer momento lo quisieron cargar en la camioneta pero que como Santos tenía "la mano prácticamente colgando" se fueron bajo la amenaza de volver.
El herido declaró que le preguntaban insistemente por la moto y que le decían que él sabía de lo que hablaban.
"Expuestos de manera textual el contenido del acta y los testimonios no surge contradicción alguna que permita desacreditar como pretende la defensa, la violación de domicilio y amenazas agravadas como anticipara", dijo la Cámara.
Otra hermana y un cuñado de Santos agregaron que vieron cuando Hernán era golpeado por tres personas y que mientras uno lo sostenía por la espalda quien tenía el machete lo atacó. También confirmaron haber escuchado las amenazas de muerte.
Se cayó la coartada
Los jueces también analizaron la coartada de César Funes y aseguraron que nunca dijo que Santos salió con un fierro a agredirlos, sino que lo tomó después.
También declaró que la hermana tomó un hierro y los atacó, pero las otras dos personas que lo acompañaban en ningún momento aseguraron haber sido agredidos por la mujer ni que portaba un "arma".
La Cámara, por otro lado, descartó la legítima defensa porque para que alcanzar esa figura tiene que haber una agresión ilegítima, la necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla y una falta de provocación suficiente de parte del defensor
"Lo analizado hasta aquí impide, a esta altura, tener por acreditado que haya existido esa agresión inicial por parte de la víctima de autos, ello a partir de que el coimputado de autos junto a dos sujetos fueron a buscar a Santos hasta su domicilio, ingresaron a su patio delantero pese a que su hermana les refirió que no lo hicieran, e iniciaron la agresión física por el reclamo de una moto", explicaron.
Y más allá de que la víctima tuviera un caño, no hay relación con el "poder ofensivo" del machete y que se trataba de una puja desigual de tres contra uno.
"Así resulta suficiente para descartar, al menos en el presente estadío procesal, la causal de justificación alegada por la defensa", ampliaron, de la misma manera que rechazaron un "exceso", porque "para traspasar los límites de la necesidad previamente debe haberse actuado dentro de los mismos".
Está con domiciliaria
Peligro. La Cámara aseguró que existen peligros procesales, a partir de la magnitud de la pena en expectativa y que implica "una escala penal de relevancia significativa".
Concurso. Se produjo un concurso de delitos, con pluralidad de intervinientes y mediante el uso de "un elemento de elevado potencial ofensivo", como el machete.
Fuga. También tuvieron en cuenta que, una vez cometido el hecho, se dieron a la fuga y que no fue detenido hasta 20 días después. "Las referidas condiciones abastecen el peligro de fuga", agregaron.
Morigeración. El 3 de noviembre pasado, la justicia de Garantías le otorgó la prisión domiciliaria, con lo cual se descartó, por abstracto, el planteo de la defensa en ese sentido.