“En cada partido que jugamos demostramos las ganas que tenemos de ascender”
En el mundo Olimpo se multiplican los elogios para Claudio Cevasco, el volante central que nunca festejó un título o un ascenso en su extensa carrera como profesional. “Es de otro nivel, la rompe toda”, dicen sobre él.
Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social. Cronista de la sección Deportes de La Nueva. desde el 9 de octubre de 1995, especializado en fútbol. Entre 2002 y 2018 cubrió a Olimpo en Primera división. Trabaja en televisión y radio. Además, integró el equipo periodístico de "El Diario del Mundial", que se emitió en La Nueva Play.
Por Sergio Daniel Peyssé / [email protected]
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(Nota ampliada de la edición impresa)
No me lo dijo uno solo, fueron varios los que, al pasar por debajo de la histórica cabina de La Nueva., en el centro mismo del estadio Carminatti, me comentaron entusiasmados: “el 5 la rompe toda, es de otro nivel, está para jugar en Primera”.
Había terminado el partido entre Olimpo y Sansinena, el aurinegro acababa de ganar 1-0, la clasificación a cuartos de final del Federal A ya estaba asegurada y los hinchas desataban la fiesta en las tribunas de Angel Brunel y O´ Higgins, aunque en el sector de plateas, los más mesurados, esos seguidores que no suelen exteriorizar demasiado sus emociones más allá de estar tan felices como el resto, se iban obnubilados por la descollante actuación de Claudio Sebastián Cevasco, el motor de un equipo que juega, mete y aplasta a un altísimo nivel.
“Estoy en un gran momento, no sé si es el mejor de mi carrera, pero me siento feliz de pertenecer a un grupo de profesionales que se supera día a día”, fue la primera reflexión del volante central entrerriano, nacido el 20 de abril de 1988 en Gualeguay.
“Si yo me puedo destacar es gracias al trabajo y al sacrificio de todo el plantel, el que hacen los que juegan y también los que no. Estoy convencido de que los rendimientos individuales sobresalen por el apoyo, la unión y el sentido de pertenencia de un equipo que va siempre para adelante, persiguiendo un objetivo que tiene entre ceja y ceja”, sostuvo el “Patrón” de la zona media.
Como para que usted sepa un poco más sobre él, Cevasco dejó su ciudad natal y el club donde se formó (Gualeguay Central, que hoy compite en la Liga local) a los 14 años. El destino fue las menores de Chacarita, entidad que le dio la posibilidad de transcender en el mundo de Primera división.
“En 2009 firmé mi primer contrato y en 2010 alcancé a jugar dos partidos en la mayor (frente a Arsenal y Racing). Me tocó estar en un momento complicado de Chaca; incluso en esa temporada descendió”, afirmó con un dejo de nostalgia.
--Más allá de la desgracia de perder la categoría, ¿por qué vos nunca más incursionaste en la principal divisional de AFA?
--Fui tenido en cuenta en la campaña de la B Nacional, pero cuando algunos clubes de Primera se interesaron por mi, Chacarita no me dejó empezar a negociar; directamente me negó el pase y terminé el año sin jugar. Estando parado me costó conseguir equipo, y las únicas propuestas que llegaron fueron del Federal A. Fui a Juventud Unida de San Luis y, desde 2012 hasta la actualidad, pasé por distintas competencias regionales, B Metropolitana y Primera Nacional. No me puedo quejar porque siempre permanecí activo.
“Siento que estoy afianzado en esta divisional. Es más, el hecho de que un equipo de Primera se fije en vos es más fácil ahora que antes. Hace diez años atrás el Federal A no tenía la vidriera ni el prestigio que todos valoran hoy, porque se televisaba poco y nada, los representantes no viajaban ni tenían en cuenta al interior y si bajabas de categoría era muy difícil volver. Ahora está todo más a la vista y se dieron, más que en otras temporadas, numerosos saltos de jugadores del Federal A a Primera”.
Después de defender la camiseta del elenco puntano, siguió por Defensores de Belgrano de Villa Ramallo, UAI Urquiza, Agropecuario, Comunicaciones, Sarmiento de Resistencia, Estudiantes de Río Cuarto, Sarmiento otra vez y Olimpo.
--En los dos períodos en Sarmiento te tocó pelear el ascenso. En esos campeonatos, ¿el club chaqueño tenía tanta fama como ahora, porque en todos lados se escucha que es el “caballo del comisario” y que puede tener algún “empuje político” para que pueda ascender?
--Estoy enfocado en Olimpo y, la verdad, no me interesan las especulaciones que se pueden hacer sobre otros equipos; trato de no fijarme ni polemizar en cuestiones extradeportivas. Si nos toca enfrentar a Sarmiento, lo analizaremos como rival, como solemos hacer con todos en la semana previa a cada partido.
--Está bien, te cambio la pregunta: ¿qué hablás con tus ex compañeros, si es que quedó alguno en la actual plantilla del Rojo de Villa Alta?
--Quedaron dos (Gonzalo Cañete y Sebastián Parera, quien llegó a las 100 presencias con la auriroja). De vez en cuando nos comunicamos, los felicité por la campaña que vienen haciendo, aunque no tocamos temas que nos pueden comprometer; casi ni nos referimos al torneo y menos que menos a los equipos que representamos. Charlamos sobre la vida, sobre cuestiones personales, nada más.
“Más allá de las especulaciones y de todos los rumores que circulan por la calle, Olimpo es candidato por lo que viene demostrando en la cancha. Somos un equipo duro y compacto, con nivel y jerarquía, que trabaja a consciencia sabiendo lo que quiere. Como sabemos que nadie nos regala nada y todos nos juegan a morir, hay que ir partido a partido, manteniendo la concentración, el orden táctico y sin dejar detalles librados al azar”.
En la primera parte del torneo, a este 5 que se las banca todas, lo persiguieron las lesiones, pero hoy aclara que se encuentra pleno física y mentalmente, llegando entero a los minutos finales más allá del desgaste que tenga que hacer en la recuperación y en la distribución del balón.
“En Sarmiento viví dos excelentes etapas de mi carrera, es cierto, aunque en Olimpo hay un montón de gente a disposición para que te sientas de la mejor manera y no decaigas anímica o futbolísticamente. Creo que estoy diez puntos, pero hay partidos y partidos y ninguno es igual al otro”, indicó “Ceva”, quien no tiene problemas en ser un solitario estratega en la contención, de componer un doble cinco o de desempeñarse como volante interno.
Olimpo basa su ilusión en tres soportes que fortalecen su estructura: 1) el grupo; 2) las variantes para crear, lastimar y ganar y 3) el as de espadas, Brian Guille.
“Tenemos un equipo sólido, que respeta un mensaje y que encontró el camino que lo puede llevar a la gloria, y eso hizo que nos hayamos sostenido como líderes de la Zona durante casi todo el torneo. Es clave el laburo en la semana para llegar en optimas condiciones al partido; damos el máximo o no damos nada, y eso no se negocia, ni dentro ni fuera de la cancha.
“Estamos seguros y con mucha confianza, y es por eso afrontamos cada partido de la misma manera, sin importar el calibre o la `fama´ que le hagan al rival. La paciencia, la posesión de la pelota y el incisivo poder ofensivo (con variantes y sin especulaciones) son las armas con las que salimos a buscar la victoria”, manifestó el gualeguayense, quien sonríe cuando tiene que remarcar que no cuenta con ningún ascenso en su extensa trayectoria.
“Vivo pensando en eso, que este podría ser el primero, pero tiempo al tiempo. Esa mezcla de ansiedad e ilusión no me tienen que enceguecer, más allá de que es una sensación linda y no una presión como muchos pueden llegar a creer. El hecho de brindarme al máximo por los colores que represento es lo que me permite dormir tranquilo.
Fiel a la pelota
“Mi intención es seguir ligado al fútbol. Estoy haciendo el curso de director técnico nacional, tengo que arrancar segundo año, aunque también pienso en estudiar algunas carreras cortas vinculadas a esta pasión, como por ejemplo manager deportivo”, sostuvo Claudio mientras su señora (Roxana Monserrat, salteña) cocinaba y los hijos de ambos (Valentino, de 7 años y Caleb, de uno) se divertían a su alrededor.
“En Gualeguay viven mis hermanos y sé que alguna vez volveré, pero no tengo proyectos o emprendimientos fuera de lo que es este ámbito. Hoy, todavía y gracias a Dios, me siento un jugador de fútbol”, afirmó convencido.
--¿Sos de hablar mucho con el cuerpo técnico comandado por Carlos Mayor?
--Sí, compartimos mucho sobre fútbol en general, más que nada tareas vinculadas a lo táctico y a los estratégico. Algunos Profes que tuve en el curso de Chaco que me mandan material, y de a poco voy leyendo y recopilando. Por ahora mucha teoría, aunque sé que me falta todo lo que es manejo de grupo y de vestuario.
“Hoy en día es fundamental comprender al jugador, porque el fútbol va cambiando y las generaciones también. Es otra la manera de sentir y pensar, y el técnico tiene que adaptarse a esos modismos actuales”.
--Tal cual.
--Es muy grande la brecha, en la forma de ver el fútbol, entre un futbolista que está cerca de los 40 con uno que recién descubre el mundo de Primera división. Hay que saber llegar, no estigmatizar y ponerse en el lugar del otro; es clave hacer sentir cómodo al jugador, que logre una buena química con sus compañeros y sus superiores. Si lográs eso, parte del éxito está asegurado.
--Si Olimpo llega a ascender, ¿existe la posibilidad de que continúes?
--No lo sé, mi contrato vence en diciembre. Sería cuestión de sentarse a hablar, aunque prefiero hablar del presente y no ir más allá; no me quiero desenfocar del objetivo que perseguimos como equipo, dirigencia e institución.
--Quedan tres partidos camino a la meta, ¿como se hace para calmar la ansiedad de los más jóvenes?
--Todos debemos mantener la calma, no logramos nada. Estamos hablando mucho, resaltando las virtudes y confiando, más que nada, en el potencial y las ganas que tenemos.
--Hasta la final definen de local, solo eso sigue siendo poca ventaja, ¿coincidís?
--Y sí, pero que le vamos a hacer. Lo más justo hubiese sido que el empate favorezca al mejor clasificado, en este caso el local, o haber jugado una final entre los ganadores de Zonas y el perdedor --ganador asciende-- se enganchaba en playoffs, como fue en la edición pasada. Ya está, tenemos que jugar y estamos obligados a dejar todo y más también.