Villa Mitre le puso suspenso hasta el final, se llevó los aplausos y La Unión, el triunfo

Fernando Rodríguez

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Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.

 

Por Fernando Rodríguez

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   En un partido de inauguración con clima de final, Villa Mitre perdió ante La Unión (Colón), por 90 a 89, en suplementario, tras igualar en 83, por la Liga Argentina.

   Los parciales fueron 26-24; 42-42 y 63-63.

   Quedó sabor a poco, después de luchar mucho. Una pena, porque a la fiesta que se vivió durante todo el juego sólo le faltó el festejo final.

   El tricolor, en este cambio de fisonomía y sumado a las ausencias (Bollo y Chervo), entró con Jano Martínez y Pallotti juntos.

   Mostró su perímetro efectivo desde el arranque, convirtiendo 3-4 en triples en 1m40.

   El tricolor se presentó con una defensa activa, de riesgo por estar en desventaja física, disimulada con los relevos permanentes, aunque padeció en más de una oportunidad al hombre que quedaba liberado y La Unión facturó de tres: 4-9 en el primer cuarto.

   Los aclarados en la pintura y jugando en varias oportunidades con Jano, fueron bien aprovechados por el debutante Duvanced. Así, poco a poco el tricolor estiró la ventaja a 8.

   De todos modos, la visita recortó con Giménez y Acuña lastimando a distancia, para ponerse a 2.

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   Un buen ingreso del pibe Manuel Iglesias, con una firme defensa desde las piernas y apertura de brazos para cortar circuitos ofensivos, le dio recuperos y mayor amplitud de cancha a la Villa.

   Adelante, estacionado, el tricolor apostó, a veces hasta por demás, a jugar de adentro hacia afuera, claramente, como filosofía de juego.

   En una cancha complicada para hacer pie a raíz de la humedad, defender fuerte y correr se fue dificultando. Y el trámite se ensució, con pérdidas propias y generadas por el estado del piso.

   De todos modos, el juego de la Villa empezó a fluir con mayor naturalidad, con el balón corriendo por el perímetro y lastimando por el fondo o en las reversiones para intentar tirar a pie firme o penetrar. Y así sacó 9, a falta de 3 minutos para el cierre del primer tiempo.

   Claro que en ese tiempo, La Unión aprovechó la defensa extendida al límite del tricolor, para alimentar el juego interior y dañar en la pintura, metiendo un parcial de 9-1, para cerrar la mitad del partido 42-42.

   En los primeros minutos del complemento, la visita presionó en todo el campo y sin poder correr, cuando se estableció en el 5x5, la Villa jugó mucho pick and roll, ganándose los puntos en la pintura. Mientras que La Unión dañó con Acuña –básicamente- y Frencia, cerca del cesto, escapando 59 a 51, en 5m30.

    De tocar fondo, despacio Villa Mitre fue saliendo a flote. Con Levy haciendo el trabajo invisible, Pallotti mostrando personalidad, Duvanced capitalizando cada caída al cesto y Harina absorbiendo defensas.

   Todo se hizo muy parejo, cerrando el tercer cuarto 63-63.

   Entrando al cuarto final con Jano, Depaoli, Iglesias, Duvanced y Alem, el tricolor puso en cancha toda su frescura y juventud, con lo bueno y malo que eso significaba.

   Jugando cinco abiertos, de frente, careció de gol y se trabó. Mientras que atrás le faltó peso para contener el juego interno.

   Así la visita sacó 11 restando 3m30. La Villa empezó a inquietarse, apresurándose porque el tiempo lo apremiaba y la frustración de quedar en el intento lo superaba. Le anotaban cómodo y no podía responder.

   Con 3m07 en el tablero, la visita escapó 81 a 68, con parcial de 18 a 5. Parecía cosa juzgada. Pero, no. como suele gritar un hincha: "¡Esto es Villa Mitre!".

   Y la visita lo sintió, entró en lo que propuso el local.

   El tricolor apostó a una defensa asfixiante en toda la cancha, su gente -mucha por cierto- se sumó con el aliento, el equipo mordió, recuperó, atacó, puso eso que no sale en las estadísticas y con el corazón en la mano fue recortando, metió un parcial de 15-2 y tuvo la última para ganar.

   Tapa de Duvanced, corrida de Pallotti, se la colgó a Jano, este se la pasó a Harina y falló el tiro corto, forzando, de todos modos, un suplementario, tras igualar en 83.

   Y otra vez a sufrir. O, mejor expresado, a disfrutar, porque esa es la sensación que quedó en el José Martínez.

   Villa Mitre tuvo a un gran Duvanced, un atrevido Jano, un obrero Levy, un aplomado Pallotti, un duro Harina y un público que se convirtió en el sexto jugador.

   Sacó 6, restaban 3m40 y la visita bajó un cambio, para volver a las fuentes y encontrar respuestas.

   En un final para el infarto, al tricolor se le consumió el tiempo de posesión y La Unión tuvo el cierre, con 25 segundos.

   Restando 2, Giménez rompió y por el fondo anotó el 90 a 89. Había más, porque Harina alcanzó a pasársela a Pallotti, tiró en bandeja (con su mano menos hábil), pareció que Acuña -de atrás- había tocado el cesto, los árbitros la revisaron y festejó el visitante.