Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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¿Vuelve al Midget Matías Salaberry? “Tal vez pueda darse el próximo año”, sostuvo

El excampeón se dio el gusto de volver a girar en el estadio de Aldea Romana y a revivir la sensación del derrape.

Fotos: Gentileza Show Midget y Archivo- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   La llama del Midget nunca se apaga. Y eso es algo que podemos corroborar a través de cuantiosos ejemplos a lo largo de la rica historia de la categoría en nuestra ciudad.

   Claro que sostenerse en el tiempo, más aún en estos momentos de crisis (aunque el parque de máquinas diga lo contrario), es una tarea cada vez más compleja. Al menos si la intención es ganar protagonismo excluyente.

   Pero está probado que todo aquel que haya experimentado la sensación del derrape con buen suceso, conociendo el sabor de la victoria y alcanzando el mayor éxito posible, no puede dar vuelta la página así como así...

   “Pasé una tarde muy linda, con muchas emociones juntas. Hacía 13 años que no giraba en la pista. La última vez había sido en la fecha 18 del Estival 2008/09. Imaginate la ansiedad que manejaba. En el salitral cada tanto me subía y aceleraba, pero no es lo mismo en la pista. Fue algo hermoso”, nos cuenta Matías Salaberry (43), quien días atrás se reencontró con el Héctor Evaristo Plano.

   El actual chasista aceptó la invitación de Rodrigo Perugini y, aprovechando la jornada de pruebas libres de hace una semana en el Club Midgistas del Sur, volvió a acelerar en el escenario que lo consagró monarca en el Estival 2007/08.

   “Ya me lo había ofrecido varias veces, incluso para la última fecha de invitados (Perugini formó dupla con su papá Leonardo), y yo siempre decía que no. Y más hoy, con varios autos en el taller; no me podía hacer el momento. Pero esta vez, como vimos que eran pocos los autos anotados, me embalé, hice todo el tramiterío y decidí subirme”, explicó.

   Uno de los interrogantes que seguramente nace en el aficionado popular a raíz de un suceso semejante es: ¿vuelve a correr?

   “Fui a disfrutar y sacarme las ganas de girar, nada más. Los tiempos y el rendimiento fueron una anécdota, no fui a buscar nada de eso. Todos se mostraron muy contentos. Sobre todo mi viejo (NdR: Juan Carlos, ex campeón), aunque antes me remarcó que no haga locuras”, destacó.

   “Se me cruzaron muchas cosas por la cabeza, muchas carreras y momentos lindos. Me hubiese gustado seguir corriendo más años. Cuando me bajé estaba en mi mejor momento deportivo; venía de salir campeón y con una edad ideal (NdR: 30 años) Me sentía realmente bien arriba del auto”, recuerda.

   —¿Por qué te bajaste?

   —Tuve que dejar por razones personales. Pero tuve la suerte de seguir ligado a la categoría durante todos estos años como chasista. Eso hizo que no extrañe tanto correr, aunque obviamente algo te sigue faltando. Lo de chasista surgió por las circunstancias del momento, pero también lo disfruto mucho.

   —Entonces, ¿la etapa de piloto no va más?

   —Obviamente que después de probar algo siempre se charla. Pero hoy creo que no están dadas las condiciones para volver. Al menos para hacerlo ya. También me debo a muchos chicos a los que les atiendo el chasis. Tal vez pueda darse el próximo año, aunque el tiempo dirá.

   “Para correr necesitás gente que te acompañe, tiempo y mucho presupuesto. Por sobre todo eso, además de tener que relegar muchas cosas de la vida cotidiana; empezando por la familia. Correr con un buen auto tiene su costo y dedicación de tiempo, y en mi último año no tenía ninguna de las dos cosas.

Trece años después

   Para saciar el hambre de velocidad, Salaberry aprovecha cada tanto para girar sobre sus propias invenciones cuando el salitral de Villa Arias lo convoca a una jornada de pruebas con el piloto de turno.

   Pero hace exactamente una semana, el también sobrino de Hugo volvió a traccionar sobre el Héctor Evaristo Plano casi 13 años después de su último destello, con el N°1 en los laterales.

   —¿Te costó volver?

   —Un poco sí. La velocidad de hoy es otra, y al pasar tanto tiempo se van perdiendo las mañas. Traté de no hacer macanas y manejar prolijo. Es un auto que viene de ganar, con un motor 0 km de Sergio Torres; por lo que, quieras o no, era una responsabilidad grande. A medida que fueron pasando las vueltas me pude soltar, hasta que en la anteúltima salida me sentí a pleno. Rodrigo (Perugini) me vio de afuera y le pareció que iba rápido.

   "No sé si estoy a tono, traté de hacer lo que pude. Los pilotos de punta andan muy rápido", cerró Matías Salaberry, quien asegura que su etapa como piloto aún no está cerrada.