Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Un notorio (y necesario) cambio de discurso…

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   El Frente de Todos se prepara para subir al tope del discurso de campaña una frase que puede ser tan vieja como la política misma y que no es patrimonio de ningún partido en particular porque todos en su momento le sacaron el jugo. “Lo mejor está por venir”, sería el latiguillo en cuestión con el que el gobierno y los candidatos del oficialismo planea machacar desde ahora y hasta las PASO de septiembre y las elecciones generales de noviembre.

    Primera comprobación de ese rumbo discursivo elegido, antes de profundizar en los pormenores que se terminaron de pulir el fin de semana en Olivos, es que lo ataques furibundos contra la figura de Mauricio Macri han empezado a convertirse en una rareza en los discursos de los candidatos. El “sí, pero Macri…” que jalonaba la palabra de todos los candidatos a la hora de responder por los faltantes propios de la coalición gobernante ya no es prioritario. La figura del expresidente seguirá presente, pero no en el podio de los temas a blandir en la guerrilla verbal con los adversarios o los cronistas de la radio y televisión como se había planeado hace un par de meses.

    “Echarle toda la culpa de lo que nos pasa a Macri ya no garpa, llevamos casi dos años de gobierno y la sociedad no come vidrio, como no comió cuando Macri buscó todo el tiempo echarle la culpa a la herencia recibida de Cristina”, explicaba en las últimas horas delante de un grupo de cronistas uno de los funcionarios que trabaja en la elaboración del discurso de campaña.

    La idea de que lo mejor está por venir para los sufridos ciudadanos argentinos no será, hasta donde se sabe, una expresión textual ni figura en ningún manual de campaña. Se trata más bien, explica aquel funcionario, de un “concepto general” que en el fondo deberá significar, con aquellas u otras palabras o frases hechas, que la pandemia trastocó todos los planes oficiales para mejorar la vida a los argentinos. Pero que a la vez ahora se vislumbra una luz al final del túnel y que de ese modo se podrá ir hacia una “etapa de progresivo bienestar”.

    Ya se ha visto en las últimas semanas cómo el presidente Alberto Fernández y Cristina Kirchner, además de algún gobernador o funcionario, han asegurado que una vez que el gobierno salga de la única agenda que hay tiene marcada que es la lucha contra la pandemia, se podrá dedicar a cumplir con aquella promesa electoral de crecimiento y consumo para todos los estratos sociales. Un cometido que, con números en la mano, hay que decir que efectivamente hasta ahora el gobierno no mejoro, sino que en muchos casos agravó, como el aumento de la pobreza y el desempleo.

   En suma, la idea del discurso presidencial y de ahí hacia abajo según el cual la imprevista llegada de la pandemia y la lucha del gobierno para controlarla y superarla le consumió todos los esfuerzos, y montañas de millones de pesos en recursos para asistencia social, planes y ayudas salariales a empresas en dificultades, y que ahora con la luz al final del túnel llegarían “los días felices”, está en el corazón de la estrategia.

    Aunque suene a poco, en la Casa Rosada resaltaban en las últimas que la puesta en marcha del Plan Ahora 12 ampliado y con más cuotas para la compra de electrodomésticos y otros artículos, o un poco antes el anuncio del pago de un extra de cinco mil pesos para jubilados que cobren menos de dos salarios mínimos que se liquidarán con los haberes de julio y agosto, forman parte de la idea de que hay efectivamente “un estado de bienestar” que sucederá a lo peor de la pandemia probablemente antes de fin de año.

    “Tenemos que ir con un discurso de campaña en el que le digamos a la gente que hay una salida, y que no es Ezeiza como dirán nuestros detractores, que después de la pandemia se puede estar mejor porque vamos a poder gobernar y hacer lo que vinimos a hacer, destinar recursos no a la pandemia sino a fomentar el consumo y el crecimiento”, insiste entusiasmado como pocos aquel funcionario sobre este cambio de discurso que comienza a percibirse en las tribunas de campaña del Frente de Todos.

    O como le bajaron línea el pasado fin de semana los estrategas de campaña y los responsables de la comunicación oficial a los candidatos bonaerenses y porteños en el Complejo C, bunker por excelencia del Frente de Todos en el barrio de Chacarita: “salgan a decir que tenemos futuro, que lo que viene es mejor que esto que estamos viviendo…”.