Bahía Blanca | Miércoles, 02 de julio

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“Estuvimos a punto de desaparecer, pero ahora estamos más fuertes que nunca”

Sebastián Marchese, presidente reelecto de la Liga Interprofesional de Deporte Amateur (LIDA), contó que la entidad tecleó financieramente en plena pandemia, aunque aseguró que hoy, con la vuelta a la actividad, pudieron enderezar el rumbo y crecer institucional y deportivamente: 800 socios y 51 equipos en tres categorías.

   En la Liga Interprofesional de Deporte Amateur (LIDA), sin prisas y a pasos firmes y seguros, la casa vuelve a estar en orden.

   Tras superar casi un año y medio sin actividad a causa de la pandemia y una crisis económica que dejó a la entidad al borde del colapso financiero y la desaparición, hoy la reactivación de la competencia futbolística y el desarrollo de sus distintos torneos le permitió acomodar los números y cumplir con el acto eleccionario que no se pudo llevar a cabo a mediados de 2020 por la irrupción del COVID 19, el aislamiento preventivo y obligatorio y las razones ya conocidas por todos.

   La Lista Nº 1, la oficial, fue la única que se presentó y Sebastián Marchese fue reelecto como presidente por dos años más, es decir por el período comprendido entre agosto de 2021 y agosto de 2023.

   “Con mucho dolor en el alma tengo que decir que la pasamos mal, que en plena pandemia atravesamos momentos complicados que nos hicieron tambalear. Sino arrancábamos la actividad corríamos el riesgo de desaparecer”, señaló el titular del ente que nuclea a los profesionales y que transita sus 45 años de existencia.

   “Ya no teníamos resto económico y estábamos a punto de liquidar los últimos ahorros. Más allá de no contar con ingresos de ningún tipo, nunca dejamos de invertir en los campos de juego y menos que menos de pagarle a los cuatro empleados fijos que tenemos: dos administrativos y dos encargados del mantenimiento de las canchas (8 de Fútbol 11 y 2 de Fútbol 9)”, sentenció el técnico en prótesis dentales.

   Aunque el aire se renovó y los ánimos recobraron el espíritu emprendedor de una Liga que, desde hace dos décadas, desarrolla íntegramente sus campeonatos en el complejo del club Argentino, además de contar con 800 socios y 51 equipos (17 en veteranos, 14 en Regulares A y 12 en la B y 8 en Súper Senior) activos sábado a sábado.

   “La idea para este año es acomodarnos económicamente y el que viene encarar algún proyecto propio, como la posibilidad de iluminar alguna de las canchas, un sueño que venimos persiguiendo desde hace tiempo”, señaló Marchese.

   “Vamos pasito a pasito pensando en la eventualidad que, a causa del aumento de contagios, se frene todo otra vez, aunque no creo que eso suceda. Pero bueno, descomprimimos una situación bastante tensa, volvimos a tener ingresos y estamos en carrera otra vez, que es lo más importante. Ya habrá tiempo para pensar en el futuro”, agregó el “presi”.

Juntos son "dinamita". Sebastián junto al vice Maxi Gottfridt.

   “Económicamente nos encontramos estables e invirtiendo sobre seguro. Tenemos la cancha 5 parada, hay que hacerle bastante, pero la llevamos de a poco por esto que te digo de la pandemia, por el riesgo de tener que parar otra vez en un momento donde todavía no hay chances de poder ahorrar”, detalló el actual director de la Terminal de Omnibus local.

   --¿Cómo es el nivel de competencia comparado con el de otras temporadas?

   --El nivel está en alza, mejor que otros años. La gran mayoría de los equipos entrenan en la semana, algunos sumaron refuerzos de lujo y los torneos se tornaron atractivos y competitivos. En la categoría Regulares se nota una mejoría en el aspecto físico y en Veteranos hay jugadores jerarquizados que le dan un plus de calidad a la Liga.

   “Este año se sumaron Pablo Arriagada, Rogelio Martínez y Ariel Amaya, por ejemplo, y ya estaban Renato Cisneros, Fabricio André y Walter Zapata, por citar a algunos. Son jugadores que marcan diferencia y te suben la vara de nivel de manera exponencial. Y eso lleva a que los demás equipos se armen de la mejor manera para estar a la altura de las circunstancias. Antes, el que jugaba en Veteranos iba a disfrutar, pensaba más en la diversión, pero ahora no: todos le apuntan al primer lugar o a trascender; nadie se quiere sentir menos que nadie”.

    --Me imagino la magia del “Rey” Pablo en pisos que siempre están en excelente estado. ¿Ya lo viste jugar?

   --Es un orgullo tener en la Liga a un futbolista como Arriagada, que habló maravillas de las canchas, de la organización y de la forma de disputa de los certámenes. Pablo, como muchos otros, le da un plus a la competencia; ojalá se sumen más jugadores de esa clase porque es la manera de crecer.

   “Está pasando también que en Regulares, muchos chicos que dejan de jugar en clubes se acercan a nuestra Liga. Siempre sostengo lo mismo: si el nivel es bueno, es competitivo y son varios los equipos que se arman para campeonar, de la LIDA se va a hablar en todos lados”.

   Y acotó: “También suma que es una liga tranquila, organizada y que todos los partidos van en un mismo predio”.

    --Me dejaste pensando: ¿en serio estuvieron a punto de desaparecer?

   --Sí, fue un año y medio de mucha incertidumbre, y yo, como dirigente joven, no encontré donde apoyarme porque nadie había vivido una situación parecida o similar. El club Argentino nos dio una mano tremenda para el mantenimiento de las canchas, pero cuando arrancó este año y nos pusimos a trabajar al cien por ciento, en abril se cortó todo otra vez y volvieron a aparecer los fantasmas, hasta julio pasado, que pudimos reactivar, pero siempre con la soga al cuello.

   “Si no arrancábamos ahora, teníamos fondos como para subsistir un mes más. Hasta ahí daban la cuentas, porque nosotros no recibimos subsidios, ni préstamos y tampoco donaciones monetarias”.

   --¿Y no contrajeron deudas?

   --Por suerte no le debemos nada a nadie, pero la situación era insostenible. Hablé seguido con la Municipalidad, para que nos habiliten y poder arrancar, porque nos estábamos hundiendo definitivamente. Por suerte el Municipio, y la Secretaría de Deportes, siempre estuvieron predispuestos a abrir las actividades y eso nos jugó a favor.

  --¿Sigue en pie el sueño del predio propio?

  --Sí, es una ilusión que viene desde cuando nacimos, hace 45 años. En este momento solo estamos pensando en acomodar los números y en poner en rumbo la Liga otra vez. Decidí seguir en el cargo porque consideraba que no era momento de abandonar el barco después de un año y medio de pandemia. No quería continuar, lo tenía pensado desde principios de 2020, pero bueno, pasó todo lo que pasó y no era el momento para tirarle toda la responsabilidad a otro. No me podía ir conforme y feliz de la Liga sabiendo en el desorden y en la crisis económica en la que estaba sumergida.

 

La lista 1