Trenes de carga: impacto en Bahía Blanca del final de las concesiones
El Estado recupera el control de los trenes de carga hoy en manos de Ferroexpreso Pampeano, Ferrosur Roca y Nuevo Central Argentino, las dos primeras empresas con fuerte presencia local.
Adrián Luciani
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Días atrás, el ministerio de Transporte, mediante una resolución firmada por su titular, Alexis Guerrera, rechazó la prórroga de las concesiones ferroviarias de las líneas de carga Sarmiento, Mitre y Roca y anunció que el Estado asumirá el control de esas operaciones.
La medida, que no causó sorpresa en el ámbito ferroviario porque ya había sido adelantada en varias oportunidades, si tuvo repercusión en la opinión pública por la supuesta desaparición de las empresas privadas que hoy tienen a cargo ese tipo de servicios.
En el caso de Bahía Blanca y la región el impacto de la medida será muy fuerte porque la totalidad de los trenes de carga que circulan por esta zona están en manos de empresas privadas: Ferroexpreso Pampeano y Ferrosur – Roca.
Sobre este punto, y luego de haber corrido bastante agua bajo el puente durante los últimos días, conviene realizar algunas aclaraciones.
Por ejemplo, en una primera instancia de transición, a partir de mediados de 2022, cuando venzan las concesiones, la empresa Trenes Argentinos Cargas pasará a estar a cargo de las operaciones, mientras que la administración de la infraestructura ferroviaria y de la totalidad de los bienes estará a cargo de Trenes Argentinos Infraestructura. Hasta entonces, todo seguirá igual.
Yendo al caso de FEPSA, la empresa del grupo Techint y la de mayor volumen en la región, los pasos que siguen es un contrato con Belgrano Cargas y Logística SA (BCYL S.A), la empresa estatal que se hará cargo de los trenes, para a partir de julio de 2022 poder seguir prestando servicio como operadores.
Esto significa, en principio, que Ferroexpreso Pampeano seguirá desarrollando su actividad comercial y operativa, pero los bienes que le fueron concesionados vuelven al Estado.
En el caso del Belgrano Cargas, se estima que esta empresa realizaría el mantenimiento de la vías y la Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado (ADIF S.E.) las inversiones necesarias.
En términos generales lo mismo sucederá con Ferrosur Roca, firma del grupo Camargo Correa cuya concesión expira en marzo de 2023, con un dato no menor: el gobierno recuperará el control de estratégica vía Bahía Blanca a Neuquén, punto de partida del futuro ramal a Vaca Muerta.
Este paso resulta imprescindible para encarar cualquier tipo de obra y era una decisión que estaba al caer.
Si bien la resolución dispone que el Belgrano Cargas se hará cargo de la gestión integral, en el futuro no tendrá la exclusividad de la prestación de servicios
De hecho en estos días quedó claro que aunque el Gobierno no seguirá con el sistema de concesiones para cargas y concentrará todo en Trenes Argentinos Cargas, hará acuerdos de transporte con los tres ‘operadores’ que terminan la concesión e incluso podrán sumarse otros operadores.
Al considerar que los privados son buenos socios para la operación, la idea es volver a licitar solamente esa tarea, mientras que el peso de la renovación del material rodante, las vías y la señalización volverá a manos del Estado.
Sobre este punto conviene recordar lo que le señaló meses atrás a La Nueva el ministro de Transporte Mario Meoni, poco antes de morir en un accidente automovilístico.
En tal sentido, el funcionario dijo que la intención era tomar potestad nuevamente sobre las vías privatizadas, una de ellas, por supuesto, es la del futuro ramal Norpatagónico Bahía Blanca - Vaca Muerta.
“También vamos avanzando sobre las vías que tiene hoy Ferroexpreso Pampeano y de las de Ferrosur. Sin que esto implique quitarle la posibilidad de operarlas en el futuro”, aclaró.
Ahora quedó puesto de manifiesto que la idea es que Trenes Argentinos Cargas sea el gran operador y que garantice la posibilidad de que existan trenes a todos los dadores de carga.
“Muchas veces pasa que estas empresas tienen otras empresas no ferroviarias y obviamente priorizan la carga de sus propias compañías y deja de prestarle carga a otras firmas importantes, con un impacto muy alto en la logística de algunos y nosotros queremos ser equitativos”, había señalado Meoni.
“Por ejemplo, queremos que todo aquel que transporta cereal tenga la posibilidad de usar el tren, y eso hoy no sucede”.
Un punto importante es que, vencidas las concesiones, la continuidad laboral del personal fue asegurada.
Habrá que ver ahora cómo funciona el modelo de uso abierto, con participación público-privada, que impulsa el gobierno y si bien es cierto que en estos 30 años las inversiones en infraestructura por parte de los privados no cumplieron con las expectativas, habrá que ver si efectivamente el Estado está a la altura de las circunstancias.
Al respecto, la circunvalación ferroviaria y las mejoras de los ramales de acceso a los puertos son algunas de las materias pendientes desde hace décadas.