Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Osteoporosis: alimentación saludable, vida activa y ejercicio para prevenirla

Es una enfermedad en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea y la fragilidad del hueso.

Es importante cuidar los niveles de vitamina D con una exposición solar adecuada, llevar una vida activa y hacer ejercicio físico con regularidad.

   La osteoporosis es una enfermedad ósea en la que se produce una disminución de la densidad de masa ósea que da lugar a una mayor fragilidad del hueso, llegando incluso a producirse fracturas de forma espontánea, sin un golpe o impacto previo. Indolora y asintomática, se trata de una patología de difícil diagnóstico precoz, identificándose en la mayor parte de las ocasiones cuando ya se ha producido una fractura.

   Para luchar contra este escenario, desde el Servicio de Reumatología del Hospital Universitario General de Villalba, perteneciente a la red sanitaria pública de la Comunidad de Madrid, insisten en que llevar una vida sana, con una alimentación equilibrada y la realización de ejercicio físico, puede ayudar a prevenir y retrasar su aparición.

   “Algunas de las principales causas vinculadas a la osteoporosis no pueden modificarse, como la edad, que está asociada a una inevitable pérdida de la calidad del hueso, o el género, ya que esta enfermedad es más frecuente en mujeres por un motivo hormonal, especialmente a partir de la menopausia, que provoca una pérdida de hueso acelerada”, explica la doctora Almudena Román, especialista del citado servicio. 

   Sin embargo, añade, hay conductas y hábitos que sí están en nuestra mano para prevenir su aparición y evitar su desarrollo, modificando y cuidando nuestro estilo de vida.

   Así, es fundamental llevar una vida sana, eliminando los tóxicos como el tabaco o el alcohol, ya que “se sabe que los fumadores tienen más riesgo” de desarrollar osteoporosis, afirma la reumatóloga; pero también mantener una alimentación equilibrada, al estilo de la dieta mediterránea. 

   “Lo recomendable es una ingesta de 1 gramo diario de calcio”, indicó la doctora Román, que aclaró que, frente a la creencia popular, que identifica la leche y sus derivados como principal fuente de calcio, hay muchos otros alimentos que tienen un gran aporte de calcio y pueden proporcionarnos la cantidad necesaria para una correcta salud de nuestros huesos: verduras, como las espinacas, el brócoli o las acelgas; legumbres, como los garbanzos; pescado o frutos secos, como las almendras o las nueces.

   Además, es importante cuidar los niveles de vitamina D con una exposición solar adecuada -”diez minutos de paseo diario son suficientes para alcanzar unos niveles óptimos de esta vitamina”, apuntó-, llevar una vida activa y hacer ejercicio con regularidad. “No hace falta que sea un ejercicio intenso ni es necesario ir al gimnasio”, indicó la reumatóloga del hospital villalbino.

   Y añadió que “una de las actividades más beneficiosas para la generación de hueso es algo tan sencillo como caminar”. 

   Y es que “el hueso está vivo; se forma y se destruye constantemente, y caminar es el principal estímulo para su formación”, insistió.

   No obstante, el hecho de que la osteoporosis sea una enfermedad indolora y asintomática hace que, a menudo, se identifique cuando ya es tarde y se ha producido una fractura. 

   “Lo ideal sería poder identificar qué paciente tiene riesgo e intentar que no se desarrolle”, aseveró la doctora Román. 

   Para ello, ante una caída con fractura, recomienda hacer un estudio completo, y -aunque reconoce la dificultad de esta estrategia- en aquellos pacientes que tomen algún fármaco que pueda favorecer la osteoporosis, estar especialmente vigilantes. 

   “Ahora los médicos están muy concienciados y cuando hay algún paciente de riesgo en Atención Primaria nos lo derivan para que le hagamos una evaluación completa”, apuntó.

   Los especialistas manejan tres pruebas básicas: la analítica para conocer los valores de calcio, fósforo, magnesio u hormonas que nos indiquen cómo está el hueso; la densitometría para calcular la cantidad de hueso del paciente; y la radiología para identificar fracturas que pueden pasar desapercibidas, especialmente en la espalda.

Los avances de la reumatología

   1. “La reumatología ha avanzado mucho en los últimos años. Con los nuevos tratamientos, podemos frenar la pérdida de masa ósea”, aclaró Román.

   2.  “Incluso podemos ganarla, pero requiere un seguimiento periódico y mantenido en el tiempo para lograr los resultados buscados”, añadió la doctora. 

   3. “Hay fármacos que se encargan de detener la destrucción del hueso y otros que se ocupan de su formación, que pueden combinarse según el paciente”. 

   4. “Esa combinación puede ser segura y eficaz para tener un hueso de mejor calidad y así disminuir la aparición de nuevas frac-turas”.