Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Cuánto tiempo hay que dormir según cada edad de cada persona

El sueño mejora la memoria, aumenta la habilidad en el aprendizaje, ayuda a equilibrar el peso, protege el corazón y contribuye a tener un sistema inmune más fuerte.

   Uno de los grandes placeres de la vida es dormir y al igual que comer, beber o respirar, el sueño es una parte esencial de nuestra rutina y desarrollo. 

   El sueño es importante para la salud en general. Cuando uno no duerme lo suficiente (privación del sueño), puede sentirse cansado y afectar su rendimiento, incluyendo su capacidad de pensar con claridad, reaccionar rápidamente y formar recuerdos. 

   Esto puede llevarlo a tomar malas decisiones y ponerse en situaciones de riesgo. Las personas que no duermen bien son más propensas a sufrir accidentes.

   Cuando uno duerme está inconsciente, pero las funciones de su cerebro y cuerpo siguen activas. El sueño es un complejo proceso biológico que le ayuda a procesar información nueva, mantenerse saludable y a sentirse descansado.

   La cantidad de sueño que una persona necesita depende de varios factores, incluyendo su edad, estilo de vida, estado de salud y si ha dormido lo suficiente. Las recomendaciones generales para dormir de la Fundación del Sueño en Estados Unidos son: 

   Recién nacidos, hasta 3 meses: 14-17 horas al día, de 4 a 11 meses: 12 a 15 horas, de 1 a 2 años: 11 a 14 horas, de 2 a 5 años: 10 a 13 horas, de 6 a 13 años: 9 a 11 horas, de 14 a 17 años: 8 a 10 horas, de 18 a 64 años: 7 a 9 horas, y mayores de 64 años: 7 a 8 horas

   Según la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, durante la pubertad, el reloj biológico de los adolescentes cambia y es más probable que se acuesten más tarde que los niños y adultos, y tienden a querer dormir más por la mañana. 

   Esto está en conflicto con las tempraneras horas de inicio de muchas escuelas secundarias y ayuda a explicar por qué la mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente.

   Algunas personas piensan que los adultos necesitan dormir menos a medida que envejecen, pero no hay evidencia que lo demuestre. Sin embargo, a medida que las personas envejecen tienden a dormir menos o a pasar menos tiempo en el sueño profundo y reparador. Las personas mayores también se despiertan más fácilmente.

   Y no sólo la cantidad de horas de sueño que obtiene es lo que importa. La calidad del sueño también es importante. Las personas cuyo sueño suele interrumpirse o acortarse pueden no pasar suficiente tiempo en las diferentes etapas del sueño. 

  Alcanzar un buen descanso puede resultar una tarea difícil en la que muchas veces no se encuentran rápidamente las respuestas. Durante el sueño intervienen factores como la temperatura del cuarto, el tipo de colchón y almohada, la edad, la posición del cuerpo, entre otras características.

   “Pasamos un tercio de la vida durmiendo. Más del 30% de la población se levanta cansado o con dolores de espalda”, destaca el médico especialista en traumatología y ortopedia, medicina del deporte y medicina regenerativa, Damián Siano.

   En esa línea, el experto detalla los beneficios de consolidar un buen sueño: “Dormir bien mejora la memoria, aumenta la habilidad en el aprendizaje, ayuda a equilibrar el peso, colabora con la producción de hormonas, ayuda a proteger el corazón, contribuye a tener un sistema inmune más fuerte. Además, mejora el humor, genera más energía, la persona se ve más atractiva (rostro fresco) y colabora con los dolores cervicales, lumbares y dorsales en casi un 63%. El sueño no solo cuida el cuerpo sino que cuida la mente”.

Cuál es la mejor posición

   1. Dormir boca abajo es la postura más desaconsejada y es muy posible que te despiertes con importantes contracturas en el cuello, espalda o lumbares.

   2. La postura fetal es la mejor para conciliar el sueño, pero esto no implica que sea la más adecuada para los huesos y articulaciones del cuerpo. 

   3. Recostarse hacia la derecha hará que los jugos gástricos se mantengan más alejados del esófago y eso disminuirá las probabilidades de sufrir gastritis.

   4. Dormir boca arriba es lo más aconsejado, aunque no para las personas con apnea. No se debe usar una almohada muy alta para no forzar la espalda y el cuello.