Pandemia y mascotas: entre el abandono y las nuevas adopciones
La resultante de la ecuación entre abandono y adopción se verá en un futuro, pero a priori parece no haber incremento de animales deambulando por las calles de Bahía.

Audionota: Romina Farías
Por Mario Minervino / [email protected]
La pandemia ha exigido aislamiento y cuarentena, situación que ha evitado miles de contagios pero que también ha generado varias consecuencias negativas, entre ellas cuadros de angustia, pánico y fobias.
Y no hablamos sólo de humanos, sino que también esa situación ha alcanzado a los animales, en particular a las mascotas –sobre todo perros y gatos—que han sentido las consecuencias de los cambios familiares y además han experimentado modificaciones en sus conductas.
Esta situación de encierro ha generado al menos dos consecuencias. Por un lado, se ha un aumento en el abandono de mascotas. Por otro, muchas personas han encontrado en la adopción de las mismas una manera de combatir la soledad inédita del aislamiento.
En cuanto a animales en situación de calle, desde el área de Zoonosis del municipio no advierten un crecimiento inusual de animales como consecuencia de la pandemia.
Otras entidades aseguran que los varios meses en que no estuvieron disponibles los móviles de castración dieron lugar a muchos nacimientos de calle y un aumento de animales librados a su suerte.
El animal y su circunstancia
El veterinario Roberto Giménez, que dedica mucho de su tiempo y conocimientos al estudio y cuidado de la fauna urbana, dejó en claro que la pandemia ha generado severas y diversas consecuencias en las mascotas.
Para eso diferenció los primeros meses de aislamiento y cuarentena, cuando en su recorrida habitual por la ciudad detectó una disminución en la cantidad de animales en la calle.
“Muchos perros que tenía identificados y caracterizados por los lugares donde les dejaban comidas ya no estaban. Se nota que eran semidomiciliarios y les fueron abriendo las puertas de las casas. Cuando la cuarentena dejó de ser estricta fueron volviendo a la calle”, detalló.
Ubicó luego una segunda etapa, con la extensión del encierro, en la cual se comenzaron a percibir cambios en las conductas de muchas mascotas, afectadas por el cambio que detectaban, con un movimiento diario distinto al que estaban acostumbrados.
“Tuvimos muchas consultas sobre cambios de conducta en los animales. Muchos trastornos que antes pasaban desapercibidos o no se notaban, fueron empeorando en una dinámica familiar distinta. Hay que entender que el animal también desarrolla trastornos y de la misma manera que el encierro origina ansiedad y profundiza las fobias en las personas, en los animales es exactamente igual”, señaló.
Ese cambio de conducta puede ser una de las principales causas de abandono de mascotas en esta época.
“Si a esto se suma la difícil situación económica en la cual una consulta a un profesional es privativa, la situación no deja de ser preocupante en cuanto a tener muchos más animales abandonados”.
Soledad y melancolía
Así como la pandemia puede haber aumentado la cantidad e abandono de mascotas, también generó un hecho favorable: el aislamiento ha llevado a muchas personas a adoptar una mascota como compañía.
“Las personas que necesitan del apoyo social que significa un animal ayuda a las adopciones. La resultante de la ecuación entre abandono y adopción la veremos a futuro: sin son más las personas que nunca pensaron tener un perro o un gato y lo están teniendo o las que decidieron desprenderse de ellos”.
Una mirada más clara en ese sentido se puede tener desde el grupo Adopta, que en nuestra ciudad, y desde hace siete años, se dedica al rescate, recuperación y adopción de animales de calle.
“Si detectamos esta situación rescatamos al animal, lo llevamos al veterinario y establecemos un proceso de recuperación para luego ponerlo en adopción y buscar la familia ideal para cada perro”, explica Karina Unzué, integrante del grupo y en cuyo domicilio se realiza esta tarea.
Consultada sobre si la pandemia ha afectado la tenencia de mascotas, mencionó que no puede asegurar que haya habido más abandonos, pero sí que se han registrado más adopciones. Los abandonos a veces se deben a familias que se mudan a departamentos o la situación económica los obliga a veces a tomar ese tipo de decisiones que no son simples, porque es dejar una parte de la familia.
“Pero hay mucha gente que está más tiempo en su casa y al sentirse solos buscaron la compañía de una mascota. Esto nos obligó a reforzar los chequeos previos y tratar de asegurar que cada familia pueda, al volver a la normalidad, sostener y mantener a esas mascotas. Logramos muchas más adopciones, algo que para nosotros es muy positivo”, agregó.
Como hecho negativo de estos tiempos, señaló los meses en que dejó de funcionar el móvil de castración.
“No han trabajado por mucho tiempo. Eso generó muchas pariciones en las calles y perritos abandonados a su suerte”, finalizó.