Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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El plan de acción para salir de la telaraña política

La columna semanal de Ricardo Salas, corresponsal de La Nueva. en la capital provincial.

NA

   Por supuesto, la politización de la vacuna contra el Covid- 19 no iba a terminar solo con el “gol en contra” que se hizo el Gobierno nacional por la vacunación selectiva para parientes o amigos del poder político de turno.  El radar ahora se focalizó en la provincia de Buenos Aires, básicamente a niveles municipales. 

   En rigor y ante un contexto de pandemia que mantiene en jaque a la población desde hace ya casi un año, resulta más que necesario adoptar medidas que muestren trasparencia en el proceso de vacunación optativa, cuestión que no parece que vaya a salir de la agenda política.

   “Vacunar, vacunar y vacunar lo más rápido posible a quienes integran los grupos de riesgo. Nadie tiene derecho a boicotear esta campaña de vacunación”, es la indicación gubernamental, según indican las “brigadas del axelismo” en calle 6. 

   Fue el propio Axel Kicillof el que se metió en el tema caliente de la “inyección por acomodo” que recibieron algunas personas vinculadas a la política que no prestaban urgencia de personal esencial y que incomodó a la Casa Rosada.

  Admitió, no obstante, que en la Provincia se pudo haber vacunado “a algún colado”, pero que esos casos son mínimos. Cuestiones de la picardía vernácula. 

   El gobernador fue categórico al asegurar que no va a aceptar “ningún tipo de privilegios” en el plan de vacunación que se hace en la provincia. Es lógico: en la fila aparece la población de riesgo en su salud que están pendientes de su oportunidad para vacunarse, esperando un turno casi con desesperación.

   Pero además Kicillof agregó picante cuando hizo un repaso de las críticas que fue apilando de parte de un sector de la oposición: metió en la bolsa a referentes del macrismo y a Carrió por haber calificado de “veneno” a la vacuna rusa que consiguió el Gobierno en diciembre del año pasado.

   “Hemos enfrentado una campaña sistemática y progresiva que buscó sembrar dudas para que fracasara el plan de vacunación”, señaló el mandatario provincial, y enfatizó que “las medidas para concientizar y generar confianza tuvieron un efecto positivo y nos permitieron ganarle a la campaña antivacunas”.

   En las diagonales funcionarios oficialistas deducen que parte de la tropa opositora pretende “ensuciar todo” lo vinculado con la campaña de inmunización con un objetivo político electoral. Y que, por eso, los últimos días actuaron como " aves carroñeras" tras la salida del ministro de Salud nacional, Ginés González García, eyectado de su sillón luego de que trascendiera la instalación de un vacunatorio privado muy cerca de su despacho. 

   En esa línea, la oposición legislativa vinculada al macrismo se mostró muy crítica con la gestión de Kicillof, con relación al manejo y organización del plan de vacunación. El bombardeo mediático apuntó contra el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán.  Esencialmente, Juntos por el Cambio cuestiona el uso discrecional de las vacunas y la faltante de las mismas en los municipios. 

   Denuncian que el gobernador le dio la responsabilidad de la distribución y manejo de las vacunas a organizaciones políticas vinculadas al propio Frente de Todos, como La Cámpora (días atrás trascendieron fotos de jóvenes de esa agrupación K dándose la vacuna como personal esencial), en lugar de apoyarse en el sistema de salud pública, en los funcionarios provinciales del área de Salud, y en los propios intendentes, que son quienes conocen el territorio.  

   Antes, prácticamente en bloque, senadores y diputados de JxC habían pedido la creación de un registro público de vacunados implementado en ámbito bonaerense tras las irregularidades denunciadas públicamente en diferentes municipios. La medida establece también que se informe con claridad el orden de prioridades para poder acceder a la vacuna.  

   Frente a este contexto de urgencias sanitarias y económicas, el gobernador tiene previsto profundizar la lectura del mensaje que tiene previsto brindar en cuestión de horas en la Asamblea Legislativa.  

   Ante un escenario forzado por los protocolos de la pandemia, será la primera vez en la historia que senadores y diputados bonaerenses sean protagonistas de una apertura de sesiones parlamentarias “combinada” entre presencialidad y virtualidad.  

   La idea es que sólo estén presentes en el recinto Kicillof, sus ministros, las autoridades de la Legislatura y los jefes de bloques con representación política de ambas Cámaras con distanciamiento social y tapabocas durante el acto protocolar del 1 de marzo.  El resto, incluida la prensa y los invitados especiales, deberán seguir el discurso del gobernador de manera virtual. 

   Los equipos de comunicación, a cargo de la ministra Jesica Rey, vienen trabajando en el mensaje discursivo de Kicillof. Se descuenta que haga una fuerte defensa de la gestión de la crisis sanitaria y económica y el desafío de la campaña de vacunación bonaerense. También será eje principal el plan estratégico de obra pública que proyecta la gobernación como suerte de transición a la pospandemia.   

   Además, habrá un repaso en torno a las prioridades de gestión: producción y empleo, educación y seguridad. Los anuncios son siempre esperados, sobre todo en este año electoral. 

   De acuerdo a los equipos económicos, Kicillof recibió “una Provincia quebrada financiera y fiscalmente, que había sido desfinanciada y endeudada”, por la exgobernadora de Cambiemos, María Eugenia Vidal. Eso, sumado a la recesión económica iniciada en 2018 y a los efectos de la pandemia, impactó fuertemente en las finanzas.  

   Frente a un nuevo año electoral se consolida la bipolaridad del oficialismo gobernante del Frente de Todos y de la oposición en Juntos por el Cambio, como los dos polos de la grieta política.