Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Menor aplicación de vacunas básicas, el efecto colateral de la pandemia

El análisis del pediatra Carlos Köhler, especialista en vacunación.

Foto: Archivo La Nueva.

Por Carlos A. Köhler / Pediatra - Integrante de la Sociedad Argentina de Pediatría y de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología

 

   Según los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef en julio pasado, 23 millones de niños en todo el mundo no habían recibido las vacunas básicas durante 2020 (o sea, 3,7 millones más que en 2019), debido a la pandemia de coronavirus. Esta cifra es la más alta desde 2009.

   La mayoría de estos niños que ya conviven con graves deficiencias en su inmunización básica, viven en zonas de guerra, lugares remotos o entornos informales, con un acceso limitado a los servicios sociales y sanitarios. A ello se le agregó la pandemia de COVID-19, que generó miedo en la población y confinamientos prolongados, agravando la posibilidad de cumplir con los controles de salud e inmunizaciones.

   Es así que enfermedades como sarampión, tos convulsa, poliomielitis o meningitis, pueden reaparecer en lugares donde ya se suponían controladas, como lo afirma la OMS. Las regiones más afectadas son Asia Sudoriental y el Mediterráneo Oriental, aunque no hay sector del mundo que no tenga hoy conflictos con su cobertura de vacunación. Los alarmantes datos reflejados en este informe “deberían ser una clara advertencia a todos los países”, afirmó Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.

   El Dr. Seth Berkley, Director General de Gavi, la Alianza Global para las Vacunas, dijo: "Estas cifras son alarmantes y sugieren que la pandemia está echando por tierra años de progreso en la inmunización sistemática y exponiendo a millones de niños a enfermedades mortales y prevenibles".

   La desigualdad observada en la distribución de las vacunas ‘anticovid’ se reflejará en este retroceso de la cobertura global de las inmunizaciones básicas. El mundo no puede mirar hacia otro lado ante una realidad que se hará evidente de la peor manera, con la afectación de millones de niños sin vacunar, con enfermedades graves y letales a muy corto plazo.

 

En la Argentina

   La cobertura general de las vacunas del Calendario Nacional registró el 69% en 2020 según la DiCEI (Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles). Ésta es la cifra más baja de los últimos tiempos y recuerda a los años 80, cuando este número significaba soportar graves brotes periódicos de enfermedades inmunoprevenibles y que obligó al desarrollo del exitoso Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), que logró elevar las coberturas de vacunación en las Américas, coronando con la erradicación de la Viruela, la eliminación del Sarampión y el control de la Rubeola congénita.

   Volviendo a las coberturas, si lo analizamos por vacuna, los resultados varían. La antituberculosa (BCG) y la antihepatitis B en los recién nacidos, oscilan en el 72% (algo que no debiera ocurrir, porque estas vacunas se aplican prácticamente en la sala de partos). En los menores de un año, la antipoliomielítica y quíntuple registraron un 75%. Las de ingreso escolar, obviamente sufrieron la no presencialidad y marcaron la mayor caída vacunal: un 12,7% menos respecto del año 2019, aunque con gran disparidad según las distintas provincias, que varían desde el 55% al 80%.

   En el caso de la vacuna triple bacteriana, DPT, (difteria, tétanos, tos convulsa), Argentina pasó de 97 mil niños no vacunados en 2019, a 156 mil en 2020. Sólo el hecho de no haber concurrido a clase enmudeció brotes seguros de éstas y otras enfermedades (como el sarampión), que comenzarán a presentarse en cuanto se normalice la escolaridad, a menos que se implemente una estrategia rápida y contundente de vacunación para recuperar el tiempo perdido.

   La vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH, causante del cáncer de cuello de útero) que se aplica a los 11 años, fue la vacuna que más descendió en cobertura. El fenómeno, ya visible en años anteriores, recrudeció en 2020 y registró el 71% en la primera dosis en mujeres, bajando a 46% en la segunda. En los varones, una cobertura del 63% con la primera dosis y 39% con la segunda. La deserción se agudizó seguramente durante la pandemia.

   Entonces, si tenemos en cuenta que la cobertura óptima exigida por la OMS para el control de enfermedades es del 90%, no es difícil concluir que estamos en un momento crítico al respecto. Debemos actuar rápidamente, recuperando los esquemas atrasados, recordando que nuestro Calendario Nacional gratuito, es uno de los más completos del mundo.

   No podemos permitir que además de la trágica secuela que está dejando la pandemia de COVID-19, nos genere como daño colateral una peligrosísima indefensión ante el sarampión, la poliomielitis y otras enfermedades potencialmente mortales. Debemos trabajar juntos para ayudarnos a volver a poner en marcha los programas de inmunización básica y sistemática. El bienestar y el futuro de millones de niños dependen de ello.

 

¡Alerta: Sarampión!

   Como refrendando lo anterior, acaba de lanzarse un alerta epidemiológico por parte del Ministerio de Salud, a propósito de la circulación del virus del sarampión en Brasil y de brotes en EEUU y otros países de Europa y el mundo, teniendo en cuenta la reciente apertura de fronteras y la mayor movilización de personas por las vacaciones.

   La circulación del virus del sarampión en la Región de las Américas continúa activa. En el corriente año, en los últimos tiempos, dos países y un territorio de la región notificaron casos confirmados de sarampión: Brasil, con 619 casos incluyendo 2 defunciones; los Estados Unidos de América, con 47 casos y Guayana Francesa, con 5 casos.

   Hasta octubre del corriente año se notificaron a la OMS, 43.203 casos de sarampión en todo el mundo, principalmente a expensas de la Región del Mediterráneo Oriental y África.

   Cabe recordar que el último caso autóctono en Argentina se registró en el año 2000. Desde la eliminación de la enfermedad hasta el año 2018 se registraron un total de 43 casos importados y relacionados la importación. Entre enero de 2019 y abril de 2020 se confirmaron un total de 199 casos de sarampión, de los cuales 18 fueron importados, 2 relacionados a la importación y 179 casos de origen desconocido, que correspondieron el mayor brote desde la eliminación.

   El comunicado afirma que “Siendo que nuestro país mantiene la condición de país libre de sarampión y considerando que el virus continúa circulando en otros países de la Región y el resto del mundo, y ante la disminución de las coberturas de vacunación, existe alto riesgo de importación de casos y desarrollo de brotes. Para sostener los logros y evitar la reintroducción del virus al país, se requiere sostener altas coberturas de vacunación con dos dosis de vacuna contra el sarampión (doble [Sarampión, Rubeola] o triple viral agrega Paperas) y activar el sistema de vigilancia sensible capaz de detectar oportunamente los casos y así evitar su diseminación.

   Por ello se insta al equipo de salud a aprovechar todo contacto de la población con el sistema de salud para controlar el carnet de vacunación y completar las vacunas necesarias.

 

Calendario Nacional

   -De 12 meses a 4 años: deben acreditar UNA DOSIS de vacuna triple viral.

   -De 5 a 50 años: deben acreditar al menos DOS DOSIS de vacuna con componente contra el sarampión aplicadas después del año de vida (doble o triple viral) o contar con serología IgG positiva para sarampión.

    -Das personas nacidas antes de 1965 se consideran inmunes y no necesitan vacunarse.

* Nota: para bebés de 6 a 11 meses que viajen al exterior se recomienda la aplicación de una dosis.