Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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El aumento a los jubilados de marzo dependerá de la suba salarial que mida el INDEC

Aún  no se difundió el Índice de Salarios de diciembre, el dato faltante para el cálculo de la movilidad. Estimaciones adelantan que oscilará entre el 7 y el 8%. 

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva

Francisco Rinaldi/frinaldi@lanueva.com

     La primera movilidad jubilatoria que se pagará en marzo dependerá de cómo evolucione el aún no disponible Índice de Salarios (IS) del INDEC, ya que la fórmula consagrada por la recientemente aprobada ley 27.609 toma el mejor porcentaje entre este indicador, que considera las remuneraciones que cobran los trabajadores públicos y privados, formales e informales, y el RIPTE, que sólo toma en cuenta a los formales. 

     Con los datos disponibles y de acuerdo con cálculos propios, la movilidad tiene un piso algo superior al 7%, aunque, como se indica, resta publicar el índice faltante, cuya difusión está prevista para el 26 de febrero del corriente año.

     Sin embargo, sumando a los datos proyecciones privadas para el mismo, la movilidad treparía al 8%. 

    Es que la movilidad se decide en base a una fórmula que involucra, en un 50%, a la evolución de la recaudación tributaria de la Anses por beneficio otorgado (no se consideran los que se dieron por moratorias) del cuarto trimestre de 2019 al cuarto de 2020. 

    La mitad restante de la fórmula surge del mejor porcentaje de aumento entre la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) y el citado IS del INDEC de septiembre a diciembre de 2020. 

    A la fecha, se tienen tanto el RIPTE como la recaudación del organismo de la seguridad social.    

    “Las medidas de asistencia frente al Aislamiento Preventivo Social y Obligatorio instauradas el año pasado, mas precisamente el IFE, coloco en evidencia el alto porcentual –casi paridad- de empleo informal en el país".  

    "Ante esta circunstancia, se decidió imponer en la formula el IS, que ilustra la variación salarial informal, frente al RIPTE ( trabajadores formales)". 

    "Ahora bien; y según los dichos oficialistas que entienden que la referencia inflacionaria esta contenida en la evolución salarial, en honor a la verdad, ambas variables deberían ser publicadas con antelación suficiente para su cálculo, carga y control, no primando ninguna sobre la otra”, señaló el abogado previsionalista y director jurídico de Alfredo A. Bernabei Abogados, Alfredo Bernabei. .

    Además, la movilidad se nutre de dos variables cuya suerte estará atada esencialmente al crecimiento de la actividad económica, que tracciona al alza a la recaudación, a la demanda de empleo, y, por añadidura, a los salarios. 

    De hecho, el economista investigador de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS) Carlos Martínez señaló "con esta fórmula, si el país crece, los jubilados se benefician".

     Pero para Bernabei, condicionar los aumentos a la evolución macroeconómica “coloca al pasivo en una situación de espectador aportante, quien, siendo ajeno a la gestión de políticas de empleo y recaudación, deberá soportar esas variables”. 

    En tanto, con los datos disponibles, la movilidad a cobrar en el mes de marzo es del 7,35%, con lo cual, la jubilación mínima pasaría a ser de 20.434,40 pesos desde el tercer mes, siempre y cuando el IS aumente por debajo del RIPTE. 

    Caso contrario, la movilidad a pagar estaría por encima del 7,35% citado.

    De acuerdo con estimaciones previas, que realizan proyecciones para las variables faltantes, como las del Instituto Argentino para el Estudio de la Realidad Latinoamericana (Ieral), podría llegar hasta el 8,03%, en cuyo caso, la mínima a pagar en marzo sería de $ 20.563,84, unos 129 pesos más. 

    Es importante señalar que los aumentos no sólo aplicarán para las jubilaciones y pensiones, sino también para el resto de las prestaciones de la seguridad social, como la Asignación Universal por Hijo (AUH) y las asignaciones familiares entre otras. Se trata de un universo de 18.000.000 de argentinos.
 

Con techo, sin piso

    Algunos especialistas en cuestiones de la seguridad social criticaron que la actual metodología de cálculo no tenga como piso garantizado a la inflación. 

    Esgrimen como argumento lo que pasó con la fórmula vigente hasta diciembre de 2017 (la de la ley 26.417, de características similares a la actual) que, aunque benefició a los pasivos con un alza del 21,3% por encima de la inflación entre 2008 y 2017, durante los años de importante aceleración inflacionaria (en 2014, por ejemplo), arrojó pérdidas que llegaron al 6% en apenas un año. 

    Este hecho es reconocido incluso por centros de estudios que tienen afinidad con el kirchnerismo, como por ejemplo, el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), dependiente de la CTA.
Lo que dejó 2020

    El año que se fue dejó incrementos jubilatorios por debajo de la inflación en todas las escalas de haberes, las que se hicieron sentir con mayor fuerza en aquellos que superaron los 20.000 pesos mensuales. 

    Así, conocido el dato inflacionario de diciembre de 2020 del INDEC (fue del 36,10%),  surge una pérdida del poder de compra de las jubilaciones que va desde el 0,59% para la mínima hasta el 9% para la máxima. 

    Tomando en cuenta los bonos otorgados a lo largo del año (5.000 pesos en diciembre de 2019 y enero de 2020 más 3.000 en abril) la situación de los que cobran la mínima, alrededor del 75% del total de los pasivos, fue mucho mejor en relación a quienes perciben haberes por arriba de la misma. 

    “Esto es una decisión de política de redistribución por parte del Gobierno, que, en un escenario difícil como el de este año, se inclinó por proteger más a los que menos ganan, es decir, a los de la mínima".

    "El universo de los jubilados no es homogéneo en cuanto a ingresos y es lógico que a algunos las vaya mal cuando a la economía en general está mal”, señala el economista Sergio Carpenter.

    Del otro lado, si la movilidad de la ley 27.426 (promulgada por Mauricio Macri) no hubiera sido suspendida en 2020, todos los pasivos habrían sido beneficiados con un aumento del 4% en el poder de compra, toda vez que las jubilaciones. 

    Tal resultado es corolario de que el cálculo de movilidad vigente hasta diciembre de 2019 se hallaba muy influida por los elevados índices inflacionarios de ese año, con lo cual, habrían arrojado un aumento nominal del 42% de haber permanecido activa. 

    Sin embargo, en los dos años de 2018 a 2019, la aplicación de la “fórmula Macri” redundó, de acuerdo con varios centros de estudios de muy diferentes orientaciones ideológicas, en un desplome del 19,5% en el poder de compra de los haberes jubilatorios, quienes, para variar, resultaron perjudicados.

     "Los jubilados ya perdieron 6 puntos de poder de compra con el empalme de la fórmula de Mauricio Macri, más 20 puntos por la aplicación de esa misma fórmula, más otros 7 puntos que, en promedio, perdieron a lo largo de 2020", advirtió el Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, Eugenio Semino, para finalizar.