Comerciantes de Villa Mitre piden que todos los rubros puedan abrir
Locales de indumentaria y zapatería, entre otros, tuvieron que volver a cerrar la atención al público con el regreso a la fase 3. Colegas de actividades esenciales aseguran que, con protocolo sanitario, todos deberían trabajar.
Por Sofía Frugoni / [email protected]
En un recorrido realizado ayer por La Nueva. en la zona comercial de Villa Mitre, empleados y dueños de comercios esenciales hablaron de sus situaciones y coincidieron en un punto: deberían dejar que todos los comerciantes puedan abrir sus locales con los debidos protocolos que exige la emergencia sanitaria por el COVID-19.
En las cinco esquinas, en Falucho y Caseros, está la típica heladería "Rosvi". Allí Guillermo, su dueño, cuenta que "gracias a Dios la pandemia nos tocó en invierno, que es cuando nosotros estamos más acostumbrados a no tener tantas ventas".
"El primer mes fue difícil porque no abrimos, pero luego nos habilitaron y pudimos empezar a atender y a hacer delivery. Por suerte durante la temporada de verano nos fue muy bien, así que nos solventamos con ese dinero", detalla desde el otro lado de una mesita que marca el límite en el local.
Sin embargo, espera que la situación mejore para septiembre u octubre, que es cuando el rubro comienza a tener mayores ventas.
A pesar de que a su negocio, dentro de todo, le va bien, a Guillermo le preocupan sus colegas comerciantes: "La están pasando mal, sobre todo los locales de ropa y zapatos. Deberían poder abrir en tanto cumplan con los requisitos para hacerlo".
Frente a la heladería, sobre Caseros, está la verdulería "Las 5 esquinas", atendida por su dueña Sofía que asegura que las ventas "aflojaron muchísimo, alrededor de un 60 %".
"Nosotros dependemos mucho del club y de la escuela que ahora están cerrados, entonces no tenemos tanto movimiento", explica y agrega que "fue un cambio muy brusco".
Para ella hay "mucha gente que quiere la fase 1, pero hay otros que tienen que salir a trabajar y necesitan que la fase no siga retrocediendo".
"Vamos justos con los pagos, a veces nos atrasamos. Si esto sigue así, uno puede defenderse hasta ahí", lamenta.
En un principio, la gente le hacía muchos pedidos por delivery, pero con el tiempo esa demanda bajó y solo se quedaron con algunos clientes fijos que, al ser adultos mayores, necesitan que le acerquen las compras a la casa.
Mariana trabaja en una vinoteca ubicada en Garibaldi y Caseros, en donde se tuvo que hacer "un cambio grande en la infraestructura para que se pueda circular según los protocolos".
"Soy una agradecida de poder seguir trabajando, pero las compras cambiaron ya que mucha gente se quedó sin trabajo", cuenta.
Antes de la cuarentena, las mayores ventas del local llegaban por eventos, pero ahora las compras son más del consumo diario de los hogares.
El comercio también tiene servicio de delivery y lo aplica "para la gente grande que no puede salir". Sin embargo, para ellos es vivir "el día a día" respecto a las ventas.
"Creo que es necesario que en esta situación nos cuidemos, pero por otro lado me preocupa que haya gente que no pueda trabajar, que no pueda abrir su negocio", expresa Mariana.
En 20 de Septiembre y Falucho está la panadería "La Flor del Día". María Rosa es empleada del lugar y asegura que el movimiento de gente actual "no es el habitual de un invierno normal".
"Estamos trabajando, la gente viene, hacemos repartos a domicilio, pero no es lo mismo de siempre y siento que vamos para atrás", dice.
Al igual que el resto, ella piensa que "tendrían que dejar trabajar a todos los comerciantes" porque sino "no sé qué pasará a futuro".
Fabián es dueño de un almacén de Garibaldi al 100 y cuenta: "Tenemos mucho envío a domicilio para ayudar a que la gente circule menos y el poco movimiento se nota".
Para él "es una suerte poder trabajar" porque "entiendo que hay muchos que no pueden hacerlo".
En ese sentido, asegura que quienes tomen las medidas necesarias tendrían que tener permitido trabajar y abrir sus locales.
"Los trabajadores del barrio están muy angustiados, va a costar recuperarse, espero que podamos salir adelante", expresa.
Con el regreso a la fase 3 del aislamiento social, preventivo y obligatorio en Bahía Blanca, muchos comercios, como los de indumentaria y zapatería, tuvieron que volver a cerrar sus puertas a los clientes, teniendo que vender únicamente de manera online.