Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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La cosmética del “relanzamiento” que prepara Fernández

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

Archivo La Nueva. y NA

   Como suele decirse en la jerga periodística, en las últimas horas el “runrun” en los pasillos gubernamentales se ha convertido en un ejercicio sin respiro a la hora de calibrar el alcance, los modos y los tiempos de lo que casi nadie a esta altura desconoce en la administración del presidente Alberto Fernández. Esto es, que habrá “un relanzamiento” de la gestión una vez que haya pasado lo peor de la pandemia de coronavirus, lo cual podría ocurrir en agosto o septiembre según las previsiones de fuentes cercanas al ministerio de Salud. Y que esa gesta deberá hacerse con caras nuevas. Con cambios en el gabinete que secunda al presidente.

   El nivel que tendrán esos cambios por ahora nadie lo sabe con certeza, y los voceros habituales remiten a un slogan repetido: si habrá salidas y entradas en su elenco de colaboradores, por ahora sólo las conoce el propio Alberto. Que a lo sumo, una suposición que no es ociosa, lo debe haber comentado o lo tiene en estudio con su mesa chica, su círculo más cerrado de colaboradores, que no son -ya se ha dicho- más que los dedos de una mano. Santiago Cafiero, Julio Vitobello, Vilma Ibarra y Juan José Olmos, jefe de Gabinete de Asesores de la presidencia y hombre de vieja amistad y absoluta confianza. No muchos más.

   Primera curiosidad, aunque el dato anda dando vueltas desde hace rato en los ambientes de la política. El jefe de Gabinete es, podría decirse, de los primeros en haber ingresado a esa suerte de prode que se armó cuando empezaron a sonar los ruidos de cambios apenas el país salga de la pandemia. Desde el albertismo con lógica razón aseguran que Cafiero no será removido de su cargo porque goza del absoluto apoyo presidencial. En la voz de un confidente, el nieto de Antonio Cafiero “no es negociable”. Segunda curiosidad en torno al exlibrero de San Isidro: quienes más empujan para su salida del gobierno siempre según confidencias y los infaltables ”radio pasillo”, serían los integrantes de La Cámpora, que es como decir Máximo Kirchner.

   Los comentarios sobre un posible cambio en Jefatura, al parecer no por casualidad, vinieron de la mano de los rumores que han ido creciendo sobre un eventual regreso a la gestión de gobierno del exjefe de Gabinete, varias veces ministro y actual interventor en Yacimientos Río Turbio, Aníbal Fernández. El quilmeño tiene todos los tantos en orden con Cristina Fernández, que fue la que lo impuso en aquella intervención. Y viene de lanzar como se sabe una fuerte arenga en tono de crítica a Cafiero y el resto del gabinete por presuntamente dejar solo al presidente en la batalla por la comunicación en medio de la pandemia. “¡Pïdan la pelota loco, ayuden al presidente, no lo dejen solo!”, fue una frase dicha el 1º de julio que hizo muchísimo ruido hacia el interior de la coalición gobernante. Esa toma de posición, dicen, agradó al Instituto Patria.

   Otro nombre que ha empezado a ser mencionado en los comentarios informales en los pasillos del gobierno es el de Cecilia Todesca. La actual vicejefa de Gabinete dejó el perfil bajo que habitualmente cultiva y apareció en los medios con declaraciones que advirtieron sin atajos sobre los graves problemas que tendrá economía al salir de la pandemia. Y se pronunció sobre la necesidad de que el gobierno adopte medidas consecuentes para atacar el “fuerte desempleo” y “una peor distribución del ingreso” que surgirá como consecuencia de los destrozos que dejará el paso del tsunami de coronavirus.

   No son pocos en el gobierno los que sugieren que Todesca, otra de la históricas del albertismo más puro, podría tener destino como ministra de Economía una vez que se solucione el tema de la deuda y, si como se asegura en los corrillos, ese paso necesario para encarar el relanzamiento y la reconstrucción podría a la vez marcar el fin de la gestión de Martín Guzmán al frente del Palacio de Hacienda.

   Otra de las ideas del presidente Fernández para poner en marcha la nueva etapa sería la de “deslotear” el ministerio de Desarrollo Social, y terminar con el poder de los movimientos sociales que manejan secretarías claves en la cartera a cargo de Daniel Arroyo, que por su lado también ha recibido cuestionamientos por el manejo de la ayuda a los más castigados por la pandemia. Pero allí también, dicen los que conocen el paño, primero habría que consultar en el principal despacho del Instituto Patria.

   ¿Seguirá Ginés González García o le dejará su silla a la ascendente Carla Vizzotti? Es una de las tantas preguntas abiertas dentro de las especulaciones sobre la recomposición, que de seguro la habrá, del próximo gabinete.