Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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¿Qué pasó cuándo tuvimos que comprar provisiones para un viaje hacia la incertidumbre?

El 44 % de los consumidores reconoce que adquirió un elevado número de productos ricos en carbohidratos y el 37 % lo hizo con verduras. En carne vacuna, un 27 % manifestó abastecerse en cantidad. Los datos del monitor online del IPCVA.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   De acuerdo con el monitor de consumo online que lleva adelante el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, la cadena de ganados y carnes fue una de las que mejor respondió a la inusual demanda que produjo la crisis sanitaria desatada a mediados del mes de marzo.

   Sólo un argentino, de cada diez, manifestó algún problema puntual con el abastecimiento de carne en el inicio del confinamiento y, sobre todo en supermercados, el resto no ha tenido inconvenientes o no se ha fijado sobre esta cuestión.

   “La cadena puso todo su esfuerzo en abastecer de la mejor manera posible a un mercado asustado y nervioso”, aseguró Adrián Bifaretti, jefe de Departamento de Promoción Interna del IPCVA.

   El monitor de consumo online también mostró que un 44 % del panel reconoció haberse aprovisionado con elevada cantidad de productos ricos en carbohidratos, como arroz y fideos, por caso, y un 37 % hizo lo propio para las verduras. En carne vacuna, un 27 % de la gente manifestó abastecerse en cantidad.

   “Más allá que este valor refleja el promedio de toda la población, quizás un dato que llama la atención es que mientras en el segmento de nivel socioeconómico mejor acomodado (ABC1) sólo un 13 % compró carne en cantidad para encarar su período de cuarentena, en el nivel más bajo (D1D2), el 31 % manifestó abastecerse con abundante cantidad de carne para afrontar el desafío”, explicó.

Adrián Bifaretti, jefe de Departamento de Promoción Interna del IPCVA.

   “Del otro lado del mostrador, las distintas cadenas alimentarios empezaron a transitar este nuevo desafío y, de la misma manera, hubo que prestar atención a su capacidad de respuesta al shock inicial de demanda”, añadió.

   Bifaretti dijo, en este sentido, que hubo una respuesta diferente de la población en relación a los distintos alimentos y que eso también repercutió en las reacciones de precios que se fueron dando en el mercado.

   “Al principio, con mayor presión de demanda por miedo a tener que pasar esos días inciertos sin reservas en casa, se produjeron algunos desequilibrios entre la oferta y la demanda”, afirmó.

   “Fue allí cuando los precios se movieron en un contexto caracterizado, además, por la persistencia de una de las mayores inflaciones del mundo. No es de extrañar, entonces, que tanto las verduras y, en menor medida, las carnes movieran la aguja de sus cotizaciones a nivel minorista”, dijo.

   Bifaretti señaló que, a pesar de estos ajustes, la carne vacuna evolucionó por debajo del nivel inflacionario interanual, tal cual lo demostró oportunamente un monitoreo de 200 puntos de venta en Capital Federal y el Gran Buenos Aires sobre relevamiento de precios, que realiza el IPCVA desde el año 2006.

   --¿Han aparecido cambios de hábitos a la hora de comprar carne?

   --Hoy nos acordamos, con nostalgia, sobre algunos aspectos de nuestros hábitos y costumbres antes de la pandemia. Uno de ellos es tener libertad para elegir y movernos entre distintos negocios cuando se trata de comprar alimentos.

   “Si bien es cierto que tenemos nuestras rutinas y preferencias, también lo es que antes de la cuarentena ya existía una movilidad bastante marcada de los compradores de carnes. Esto es, en medio del contexto inflacionario que atraviesa el país se apelaba a un espíritu de detective para ver dónde conseguir y aprovechar los precios más baratos.

   “Nosotros notamos, cuando le preguntamos a la gente qué busca al momento de comprar carne vacuna, que emerge como variable prioritaria la relación precio-calidad. Le sigue la confianza en el punto de venta y, por último, aparecen razones como la cercanía del negocio y la practicidad para cocinar que, también, influyen en el acto de compra.

   “Si bien a priori podría haberse pensado que la dinámica de nuestro encierro forzoso podría cambiar el orden de algunas de estas prioridades, se presentan valores similares de la última medición hecha por el monitor de consumo online antes de la pandemia.

   “Más allá de la apreciación general de lo que busca el comprador, las tendencias marcan diferencias en términos de género y alguna particularidad generacional.

    “Con respecto a los elementos que definen la relación precio-calidad, las mujeres le otorgan más importancia relativa al precio en comparación con los hombres y, por otro lado, ellos le dan mayor relevancia a la calidad en comparación con las mujeres.

   “En cuanto a las edades de los compradores, si bien el 40 % de la población manifiesta que el precio es la variable más importante durante la compra, la generación de los millenials (26 a 35 años), responde en un porcentaje de 33 % a este factor y, de la misma manera, otorga mayor influencia a la calidad durante la compra, mencionando un 28 % de este segmento”.

"Hoy se va menos seguido a comprar carne"

--¿Con qué frecuencia se acude a comprar carne en la pandemia?

--Anteriormente, el mundo de los compradores argentinos de carne vacuna presentaba un perfil donde, prácticamente, la mitad obedecía a un patrón de compras más o menos frecuentes y el restante a un perfil de compras más esporádico.

“En los tiempos que corren, con un escenario de restricciones, controles, distanciamiento social, tapabocas y, en líneas generales, un comportamiento responsable de la sociedad respetando el #QuedateEnCasa, las conductas cambian. Hoy se va menos seguido a comprar carne.

“Es interesante resaltar diferentes comportamientos cuando se pone la lupa en el análisis por segmentos de mercado. Al parecer, si bien los hombres no modifican sustancialmente su frecuencia de compras comparando con la situación previa al Covid-19, las mujeres emergen como quien las han espaciado resguardando su integridad física y atenuando el peligro de contagio. “¡Salir a hacer las compras para tener qué comer es una aventura peligrosa!

"Alguna diferencia se visualiza, también, según las distintas regiones del país, siendo más marcada la disminución de la frecuencia de compra en el interior de Argentina cuando se compara, por ejemplo, con lo que está sucediendo en el Gran Buenos Aires”.

Hoy nos acordamos, con nostalgia, sobre algunos aspectos de nuestros hábitos y costumbres antes de la pandemia.

--¿Hay cambios en los lugares de compra de carne vacuna?

--No parece haberse alterado, hasta el momento, el patrón de preferencia. Sí se advierte un crecimiento incipiente de la modalidad de compra on line que, hasta el momento, es de sólo un 2%. Pero este es un tema para seguir analizando en las venideras semanas para cuantificar su evolución.