Preocupación en el sector agropecuario por eventuales aumentos de impuestos en plena pandemia

Redacción de La Nueva.

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Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   “Entendámoslo: la producción no se beneficia con la suba del dólar, que se ha consolidado durante los últimos días por los rumores y por la emisión (NdR: de pesos), entre otros factores. Esta suba nos significa, a los productores, mayores gastos por un dólar más alto, con ingresos acotados a un dólar oficial más bajo, a los que además se les descuentan los derechos de exportación”.

   La declaración corresponde a Elbio Néstor Laucirica, consejero de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) de la provincia de Buenos Aires, en respuesta a rumores respecto de un incremento de impuestos hacia el sector agropecuario.

   “Cuando se habla de que habría aumento de impuestos para el campo con el objetivo de acomodar el gasto público, que está aumentando fuerte ante la pandemia de coronavirus, y se comienza a conocer sobre el aumento de la emisión monetaria, se inquieta a un sector productivo que sólo necesita previsibilidad para seguir trabajando”, agregó.

Elbio Laucirica, consejero de Coninagro. / Fotos: Bichos de Campo

   “Hay preocupación, tranqueras adentro, por el resquebrajamiento en la cadena de pagos de las pymes; las complicaciones financieras derivadas de la cuarentena y la carga impositiva que terminarían afectando las futuras inversiones de los productores. Y, con ello, el funcionamiento de las economías de las comunidades rurales”, explicó el dirigente gremial.

   “Por eso, no sólo necesitamos la comprensión sino trabajar juntos, con el Gobierno y la sociedad, para mejorar el camino de la inversión productiva y la productividad, que serán tan necesarias en el corto plazo para que la Argentina salga adelante”, aseguró.

   Laucirica dijo que el avance de la pandemia del coronavirus ha instalado a los productores, como integrantes de la cadena alimentaria, en un lugar de excepción.

   “Somos un engranaje importante, no los únicos, en la cadena que va desde nuestros campos hasta la góndola de alimentos”, aseveró.

   También admitió que con la implementación de la cuarentena surgieron conflictos en la interpretación e implementación de las medidas tomadas, que fueron resolviéndose rápidamente, buscando preservar la salud de la población y del personal que trabaja en el campo, pero sin dejar de producir los alimentos que la gente necesita.

Procotolos a pleno en el empaque de cebolla, esta semana, en Agrello Hnos. Valle Sur, en Buratovich.

  “La comunidad rural sabe que, en la generación de alimentos, hay muchas actividades que no pueden parar, como ordeñar las vacas o alimentar los animales, y otras tienen sus tiempos biológicos, como la cosecha de granos gruesos de estos días. Desde nuestra ruralidad esperamos que, también, se comprenda esto en la población urbana”, sostuvo.

   Laucirica dijo que la cuarentena representa todo un desafío para buscar un equilibrio entre el cuidado de la salud y las actividades económicas, sociales y culturales que cada uno lleva.

   “No sólo para el sustento personal y económico de cada uno y de su familia, sino también como empresarios, invirtiendo para el mañana y manteniendo el motor de la economía en marcha. Y generando trabajo e ingresos en las comunidades del interior”, concluyó.