Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Pese a la crisis, avanza la adjudicación de obras para la refacción del teatro Municipal

“Estamos preparando la documentación para la adjudicación y firmar el contrato", señaló Héctor Gay. Demandará alrededor de 35,5 millones de pesos.

Foto: Pablo Presti-La Nueva.

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Si el presupuesto municipal ya estaba ajustado para pensar en obras en 2020, la pandemia del coronavirus vino a dificultar aún más el panorama en cuanto a recursos disponibles y prioridades. 

   Por otra parte, sigue siendo incierto el panorama en cuanto a fondos provenientes de provincia y nación que permitan pensar en otros emprendimientos.

   Sin embargo, en medio de todo el esfuerzo y dedicación que el gobierno comunal está dedicando al coronavirus, no deja de atender la licitación de la obra que permitirá poner punto final del cierre del teatro municipal, el cual fue clausurado a fines de 2018 como consecuencia del riesgo que significaban sus instalaciones, en particulares las de electricidad e incendio, alejadas de toda normativa vigente, una verdadera bomba de tiempo para quienes trabajan en el lugar y para los concurrentes.

   Esta semana se cumplió con la segunda rueda de ofertas de las dos empresas que participaron de la licitación para la refuncionalización del coliseo, las cuales habían registrado una suerte de “empate técnico” al coincidir prácticamente en sus propuestas económicas.

   Al ser la diferencia entre ambas menos al 1%, la legislación exigía una nueva presentación, donde cada firma mejorara su oferta y de esa manera poder establecer una más conveniente.

   En esta nueva compulsa, la empresa Intel presentó una oferta del 3% sobre el presupuesto oficial (había hecho su primera cotización con un 7,26% por sobre ese presupuesto), superando, de manera ajustada, a Electromecánica RI, que estuvo por encima del 4%, contra el 8,13% de la primera vuelta. De este modo, la refacción demandará una inversión de 35,5 millones de pesos más los ajustes que se generen por la inflación.

   “Estamos preparando la documentación para la adjudicación y firmar el contrato. La idea es comenzar la obra apenas todo vuelva a la normalidad”, señaló el jefe comunal, Héctor Gay. 

   Atendiendo que los trabajos tienen un plazo de ejecución de 180 días corridos y considerando los tiempos burocráticos más la actual situación sanitaria, una visión optimista permite esperar que se puedan iniciar en mayo, con lo cual podrían mantenerse la expectativa de habilitar la sala antes de terminar el año.

   Sin embargo hay algunas cuestiones que pueden complicar la marcha de las tareas, entre ellas que algunos de los insumos y materiales necesarios son importados, con lo cual habrá que esperar la normalización del mundo tras la pandemia.

Los trabajos

   El cierre del teatro Municipal es producto de una situación que ya era insostenible y que resulta difícil justificar que esa decisión no se haya tomado mucho tiempo antes. Basta señalar que a poco de ocurrir la tragedia en el boliche Cromagnon, en 2004, un informe técnico indicó las severas deficiencias que tenían las instalaciones, al punto que hasta hoy el edificio carece de la esencial habilitación que otorga Bomberos para posibilitar la habilitación de todo inmueble. 

   Un informe “visual” realizado por la Universidad Tecnológica Nacional (UTN)   a fines de 2018 estableció que la instalación eléctrica suponía riesgo de electrocución a las personas, que la caldera existente podía explotar en cualquier momento  y que en caso de un incendio ni siquiera estaban señalizadas las salidas de emergencia.

   Las obras a desarrollar incluyen la colocación de nuevos tableros de electricidad, la colocación de 700 bocas de iluminación, la reparación de las arañas de la sala y el foyer y hasta la provisión de gabinetes acústicos y equipamiento destinado al sonido.

   También la readecuación de la red de incendios, la construcción de nuevas instalaciones y la adecuación de ambientes que hoy no tienen la capacidad de respuesta ante eventuales incendio.

Dasso, teatro y Grünbein

   El intendente Gay confirmó que además de la recuperación del teatro, la otra obra que se concretará este año es la ampliación de la avenida Dasso, en Ingeniero White, ya licitada, con un presupuesto de 140 millones de pesos.

   Para ese emprendimiento, la puesta en marcha se concretará a partir del aporte del 50% del presupuesto por parte del Consorcio de Gestión del Puerto.

   “Es un dinero que el puerto tiene disponible. La verdad es que a la municipalidad le hubiese costado aportar la mitad del presupuesto que le corresponde, pero nos haremos cargo de cumplir con el mismo cuando los trabajos tengan el avance adecuado”, señaló el jefe comunal.

   La tercera obra comprometida es la de construir un centro de salud en la zona de Grünbein y Villa Gloria, para lo cual se tienen asignados fondos provinciales. Para eso ya se dispone del terreno y se trabaja en la convocatoria a licitación.

El teatro, en la historia

   El teatro Municipal fue la segunda gran obra pública realizada con recursos municipales en la historia local. La primera fue el palacio comunal (1905-1911). 

   Fue diseñado por los arquitectos Jacques Dunant y Gastón Mallet, quienes en ese tiempo tenían a cargo la construcción del Gran Hotel de Sierra de la Ventana. 

   El intendente municipal, Valentín Vergara, los contrató de manera directa, lo cual generó una polémica en el Concejo Deliberante, que planteaba la conveniencia de organizar un concurso de ideas. 

   Para disponer del dinero para la obra, Vergara puso en marcha un inédito sistema de bonos, una suerte de empréstito, al cual adhirieron rápidamente más de 200 caracterizados vecinos.

   En cuanto a la ubicación del edificio, se mantuvo la propuesta realizada en 1909 por el arquitecto Faure Dujarric, que en el plan que urbanización que hizo para la ciudad, contratado por el intendente Jorge Moore, lo ubicó en el remate de la avenida Alem, ocupando parte de la quinta Erize, adquirida por la comuna.

   No faltaron las voces críticas a esa sitio, considerado alejado del centro, ajeno al movimiento habitual de los bahienses, en un sector despoblado donde solo se escuchaba “el croar de las ranas”. 

   El teatro se inauguró el 9 de agosto de 1913, con una compañía lírica porteña, que interpretó la ópera Aída, de Giuseppe Verdi, ante una sala colmada.