Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Premios Óscar: la vertiginosa "1917", favorita junto a las sorprendentes "Parasite" y "Guasón"

Están nominadas como mejor película 1917, Parasite, Guasón, Mujercitas, Historia de un matrimonio, El irlandés, Érase una vez en Hollywood, Jojo Rabbit y Contra lo imposible.

   La película bélica 1917, del británico Sam Mendes, se imponía en esta temporada de premios al cine, aunque para la entrega de los Oscar del domingo la coreana Parasite, de Bong Joon Ho, y Guasón, de Todd Phillips, se ubicaban como firmes competidoras, además de cintas de emblemas de Hollywood como Martin Scorsese y el mimado Quentin Tarantino.

   También están en competencia Jojo Rabbit, la comedia dramática dirigida y coprotagonizada por Taika Waititi; el drama Historia de un matrimonio, de Noah Baumbach producida por Netflix; Mujercitas, la adaptación del clásico literario a cargo de Greta Gerwig (única cinta dirigida por una mujer entre las nominadas) y Contra lo imposible, película de James Mangold sobre el culebrón entre Ford y Ferrari en los 60.

   Con victorias en los Globo de Oro y los Bafta, la cinta de Mendes arrasó con las dudas que, a priori, la ubicaban detrás de Guasón y Parasite, que en sus estrenos mundiales ganaron el León de Oro en Venecia y la Palma de Oro en Cannes, respectivamente.

   Dividida en dos plano secuencia (con cortes casi imperceptibles), 1917 cuenta la historia de dos soldados británicos que deben atravesar tierra de nadie (ese territorio que no domina ningún bando) para entregar un mensaje a un batallón que será emboscado por la mañana por los alemanes.

   La historia se la contó su abuelo, quien participó, con 17 años, de la Primera Guerra Mundial.

   Con Guasón, Warner y DC demostraron que se puede ingresar al mundo de los comics con un cine de autor y sin la necesidad de efectos especiales, grandes escenarios y elencos interminables.

   Con un acotado reparto, la sobresaliente actuación de Joaquin Phoenix, una cámara y un buen guion, Phillips hace una demostración de que para hacer cine no son necesarios grandes presupuestos, sino saber del séptimo arte.

   Tal cual lo indica su título, la cinta narra la génesis de uno de los villanos favoritos de Ciudad Gótica, aunque la película podría haber sido sobre cualquier ciudadano, los problemas de la sociedad, la gravedad de un estado ausente y la explosión que ello conlleva.

   Parasite llega al Oscar con grandes antecedentes de su director con filmes como Okja, que produjo Netflix y que se hizo famosa también por la polémica suscitada en el Festival de Cannes para su premiere mundial a propósito de la negativa del gigante del streaming de distribuirla en salas de cines.

   El drama cuenta las penurias de una familia lumpen de Seúl, que embauca a una pareja de ricachones para hacerse con los trabajos del hogar, para una historia que comienza como comedia y termina como tragedia luego de una sucesión de infortunios y secretos.

   El irlandés fue el regreso de Scorsese a las historias de mafiosos en Estados Unidos con un elenco que incluyó a veteranos del género como Robert De Niro, Joe Pesci y Al Pacino.

   Con producción de Netflix, el autor de Toro salvaje eligió la historia de un sicario irlandés metido en la mafia sindical de camioneros estadounidenses y, en base a sus memorias, construyó un relato que hilvana varias muertes y que llega a la desaparición nunca aclarada del poderoso líder sindical de los camioneros Jimmy Hoffa.

   En la misma línea de los directores oriundos del seno de la industria se encuentra Tarantino, quien llega a esta gala en el Teatro Dolby con su película Érase una vez en Hollywood, una cinta en la que enfrenta al viejo cine con el actual.

   Con grandes actuaciones de Leonardo Di Capio y Brad Pitt, la película muesta la decadencia de un actor y su doble de riesgo que no pueden insertarse en los cambios que la industria cinematográfica comienza a vivir en los 70.

   Escrita, dirigida y producida por el propio Baumbach (Historias de familia, 2005; Greenberg, 2010; Frances Ha, 2012), Historia de un matrimonio sigue a Charlie (Adam Driver) y a Nicole (Scarlett Johansson) un director de teatro y una actriz que deciden separarse.

   La cinta fue a menudo comparada con Kramer vs. Kramer (1979) ya que, al igual que lo que ocurría en aquella, da cuenta del cada vez más violento proceso de divorcio y batalla por la tenencia del hijo en común de la pareja, Henry (Azhy Robertson).

   La cinta de Waititi (Thor: Ragnarok, 2017; Casa Vampiro, 2014) alterna entre la sátira más irreverente sobre el nazismo y el drama lacrimógeno al estilo La vida es bella (1997).

   Durante la Segunda Guerra Mundial, Jojo,un niño de diez años, compensa la ausencia de su padre con un amigo imaginario reflejado en Adolf Hitler; aconsejado por él, Jojo intenta infructuosamente encajar en las juventudes hitlerianas y descubrir qué hacer con la adolescente judía Elsa (Thomasin McKenzie) que su madre (Scarlett Johansson) ha escondido detrás de una pared.

   Entre bombardeos, inspecciones de la SS y explosiones accidentales de granadas, Jojo comenzará a perder la inocencia y a cuestionarse el universo infantil que idealiza el odio antisemita de la propaganda nazi.

   Por último está Contra lo imposible, película de carreras de autos que bien podría ser una nueva versión de la famosa Las 24 horas de Le Mans interpretada por Steve McQueen en la década del 70, si no fuera porque aquí la historia relata un duelo entre Ford y Ferrari, cuando la automotriz italiana lideraba las competencias internacionales de automovilismo y el gigante de Detroit quería abrirse paso en ese mundo.

   Con la adrenalina y el vértigo típico de este tipo de cintas, la película de Mangold es también un relato de desafío y superación personal y toma la historia real de un conductor de automóviles británico residente en Estados Unidos (Ken Miles, interpretado por Chirstian Bale) y un diseñador de coches de carrera (Carrol Shelby, a cargo de Matt Damon), que se ponen bajo las órdenes de Ford y deben enfrentar el poderío de Ferrari y las zancadillas de la lucha de poder interno y la burocacia de la automotriz norteamericana. (Télam)