¿Qué tienen en común la causa Coppola, Maradona y el relator Ayala Torales?
La historia detrás del encuentro del comunicador puntaltense con Diego en los tribunales porteños, cuando tenía 20 años.
Por Ricardo Sbrana - rsbrana@lanueva.com
(Nota de la edición impresa)
“Diego, el testigo más querido”. Así tituló el diario Clarín la foto de tapa que se robó las miradas de la edición del miércoles 30 de octubre de 1996. Se ve a Diego Maradona posando con un grupo de empleados, en su mayoría de la fotocopiadora de los tribunales de Comodoro Py (Buenos Aires).
El martes 29 El Diez había permanecido seis horas en el juzgado, citado por unas escuchas en la recordada causa por la droga en el jarrón y que llevó a juicio a Guillermo Coppola.
Cuando los chicos de la fotocopiadora supieron que iría Maradona, no quisieron perder la oportunidad. Entre ellos, el periodista y relator puntaltense Julio Ayala Torales.
"Ver gente famosa desfilando por ahí y fotocopiar los cuerpos de los expedientes era cosa de todos los días. Por ejemplo me tocó fotocopiar todos los cuerpos de la causa IBM-Banco Nación...", le contó Julio a “La Nueva.”.
“En ese momento estaba en auge el programa de Mauro Viale, que llevaba todo este tipo de personajes y donde se armaban escándalos todas las semanas. Entonces por tribunales desfilaban Coppola, Samantha Farjat y tantos otros”, agregó.
“Un día cayó Maradona y fue un revuelo bárbaro. Nos enteramos y lo fuimos a esperar al quinto piso del edificio de tribunales. Cuando lo vimos venir fuimos todos a sacarnos fotos. Mil fotos, con cámaras comunes. Lo rodeamos y lo abrazamos. Me acuerdo que la persona que sacó las fotos se puso nerviosa porque buscaba el mejor ángulo. Y Diego le dijo: `¡Dale maestro, sacate los guantes de box!´”, contó.
Al día siguiente Julio no pudo con su sorpresa al ver que la foto era tapa del diario "Clarín".
“En el subte había varias personas leyendo el diario. De pronto alguien al lado mío me miraba y miraba el diario. ‘Es este’, dijo. Después, cuando llegué al juzgado estaba haciendo guardia el joven movilero Sergio Lapegüe. Dijo: ‘¡Ahí viene otro de los que estaban en la foto!’ Me quiso entrevistar pero mi jefe me había avisado que no diéramos notas porque se iba a armar quilombo. Y resultó que el día de la tapa de Clarín también era el día del cumpleaños de Maradona. ¡Qué coincidencia!”, enfatizó.
Pero la difusión de aquel encuentro en los tribunales tuvo consecuencias inesperadas para la mayoría de ese grupo de jóvenes.
“Existía una interna entre los jueces. El que citó a Diego para las escuchas, Gabriel Cavallo, había verdugueado al juez Carlos Branca el año anterior por una fiesta de fin de año adentro del juzgado, con los fiscales y demás. Parece que en ese festejo la cosa se desmadró y Cavallo armó un escándalo. Entonces al enterarse que nos habíamos sacado fotos con Diego, el juez Branca le pasó la factura. Dijo que nos estábamos fotografiando con un testigo de una causa por narcotráfico. A fin de año, a todos los que estábamos ahí nos volaron a la mierda”, recordó.
Ayala Torales agregó que pudo conseguir copias de las fotos y que de la más importante, la que aparece abrazando al ídolo, se hizo un póster que hoy guarda en su casa.
"De lo ocurrido ese día existe una escena en la película de Kusturica (NdR: Maradona por Kusturica, de 2008), cuando Diego sale del juzgado con la camisa a cuadros negra. Momento en el que además lo seguimos hasta el subsuelo, donde le habían permitido estacionar su Mitsubishi Montero, que era lo más en ese tiempo. Por otra parte dicen que la foto que salió en Clarín también se publicó en un libro sobre Guillermo Patricio Kelly bajo el título `Los narcos judiciales´, algo que por otra parte nunca confirmé", concluyó.