Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Nadia Cabezas: la chica bonita que triunfa en Chile

Bahiense de pura cepa y radicada en Santiago de Chile desde hace casi 20 años, comenzó como vestuarista y hoy, asesora de grandes figuras, es una referente indiscutida en programas de televisión, desfiles y eventos.

Cecilia Corradetti
Ccorradetti@lanueva.com

   Nada resultó casual en la vida de Nadia Cabezas, la chica linda del centro que un día recaló en Chile y a base de dedicación, esfuerzo e innegable belleza, supo construir su propio imperio en el mundo de la moda.

   Hija de Jorge Cabezas, fallecido, y de Clelia Burgueño, ama de casa, y hermana de las mellizas Carolina y Verónica, nació y creció en una típica familia bahiense de clase media.

   Cumplió la primaria en la Escuela 4; la secundaria en la Pequeña Obra y más tarde estudió la carrera de Despachante de Aduana en el instituto IDEA. Pero lo suyo –ella no lo sabía-- iba a ser otra cosa.

   Es que la vida la llevó muy joven hacia otros rumbos: corría 2002 y su novio se radicaba en Santiago de Chile. Ella no dudó en seguirlo sin imaginar que descubriría un mundo tan nuevo como apasionante.

   “Porque hasta ese momento mi círculo eran mi familia, mi ciudad. En ese país desconocido para mí, empezaba a trabajar como vestuarista y las puertas comenzaron a abrirse, sentía que mi trabajo se valoraba, se consideraba...”, recuerda quien a esta altura se ha convertido en una influencer y líder de opinión muy reconocida en programas de moda chilenos.

 

 

   Claro que nada fue gratuito.

   No sólo volcó tiempo y esfuerzo, sino que optó por perfeccionarse. Y así ingresó como vestuarista en una productora que por entonces hacía cine, televisión y comerciales publicitarios para Chile y Europa.

   “Todo era instantáneo y ese dinamismo fue mi mejor escuela y posgrado. Realmente conecté con todo el mundo audiovisual y se me empezaron abrir puertas en el mundo gráfico elaborando los catálogos de moda para las multitiendas”, señala.

   Mientras capitalizaba experiencia, percibía que su gran anhelo era dedicarse de lleno a esta veta impensada que hoy es su vocación.

   Y así, como complemento, un día comenzó a vender ropa a famosas del momento.

   Se trataba de prendas que vendía en su casa y que traía de distintas ciudades del mundo: Buenos Aires, Nueva York, Miami, Los Ángeles y de capitales europeas.

 

 

   Ese paso la llevó a asistir a los Fashion Week. Era la manera de mantenerse a tono con las tendencias de la temporada.

   Con el tiempo puso su propio local de ropa en una de las calles más exclusivas de Santiago, Alonso de Córdova.

   El avance de Nadia era vertiginoso y los ofrecimientos llegaban unos tras otros.

   Fue así como también comenzó a asesorar a clientas para presentaciones, galas, programas de televisión, viajes y entrevistas. Y se lanzó a diseñar calzados.

   “Esto me dio alas para diseñar y asesorar vestidos para famosas que eran invitadas al Festival de Viña del Mar, una gala que se transmitía en vivo”, relata, para agregar que el haber vestido a una estrella que resultó el mejor look y tapa de todas las publicaciones, terminó por brindarle la “pantalla” que necesitaba.

   Define a aquella etapa como mágica. Porque desde ese preciso instante y hasta hoy no ha dejado de estar en todas las galas y de ser solicitada entre las figuras que asisten a eventos con la seguridad de estar entre las mejores vestidas. Siempre.

 

 

   Hoy Nadia participa como panelista y comentarista en uno de los programas más vistos de la televisión, algo inédito en Chile.

   “Fue tan bien recibido que nos dieron un programa propio que la `rompió' varias temporadas, el Fashion Police Chileno, sin dudas el trampolín y la coronación de tantos años de trabajo”, puntualizó.

   Nadia Cabezas, la nena linda de la primera cuadra de la calle Fitz Roy, puro carisma y sonrisa eterna, se ha convertido en una referente indiscutible de opinión en el mundo de la moda.

   Chilena por adopción pero “argentinísima”, tal como se define. Porque su acento y su esencia argenta siguen intactos, los lleva con orgullo y es incluso lo que le ha permitido ganarse su lugar en el país.

   “Es muy gratificante saber que a través de mi trabajo cumplí muchos sueños, más de los que alguna vez imaginé alcanzar”, resume y agrega que tiene la dicha de ayudar a personas que desean reencontrarse de adentro hacia afuera dando una mejor versión de sí mismas.

   “Porque es indudable que la imagen es lo que comunica primero, antes que el primer saludo”, ejemplifica.

 

 

   En los tiempos de hoy –concluye-- la imagen puede ser nuestra mejor herramienta para conseguir lo que nos propongamos.

   “Desde un mejor trabajo hasta sentirnos y vernos radiantes. He brindado charlas en universidades y clínicas donde todo gira en torno a la importancia de la imagen en estos tiempos”.

“Me duele ver a Chile en llamas”

   Nadia asegura que si bien Chile se encuentra hoy en un standby debido al estallido social desatado hace unos meses, define como impactante la sensación que se vive.

   “Fue inesperado, jamás imaginé semejante violencia. Años viviendo allá y precisamente lo que más disfrutaba era la seguridad, hoy sinónimo de incertidumbre”, detalla.

   “Me duele ver que el lugar que me permitió desarrollarme profesionalmente hoy se encuentre en llamas”, y ejemplificó: “Este festival de Viña del Mar para el que siempre trabajo será distinto, muchísimo más austero, reflejando la situación actual”.
 


Bahía, las raíces
y el reencuentro

   La familia de Nadia representa su pilar. No hay para ella mejor plan que visitar su casa, su ciudad y las playas de Monte Hermoso, y cargar energías.

   “Bahía Blanca es todo, es mi raíz, amo reencontrarme con mi gente, mis afectos, mis sobrinos, el motor fundamental de mi vida que me ha permitido vivir esta aventura”, sostiene.

   Y agrega: “Sin ese apoyo nada hubiera sido igual”.

 

 

   Ya pronta a regresar a Chile, dejó su Instagram para quienes deseen conocerla: @nadia _cabezas.

   Linda, talentosa y con una carrera triunfante en su haber.