Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

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Un chalet que cuida la estética original de Alem

La casona de Alem 222 fue refuncionalizada para servir como sede de un centro de diagnóstico por imagen.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Mario Minervino / [email protected]

   Desde hace al menos cuatro décadas la avenida Alem ha comenzado a resignar muchas de sus viviendas más atractivas, algunas de ellas con menos de 40 años de construidas, para dar lugar a un cambio en su paisaje urbano.

   Primero con la aparición de edificios en altura, quitándole así parte de su carácter residencial, para, más cerca en el tiempo, comenzar a fortalecer su calidad de paseo comercial-gastronómico.

   Por decenas se han perdido construcciones que fueron perfilando la avenida, convertida en el paseo por excelencia de los bahienses, en un recorrido que desde Alsina conducía al parque de Mayo habilitado en 1906.

   Por eso no deja de ser gratificante cuando una de estas obras que han sabido conformar tan singular y atractivo paisaje se conserva y preserva.

   Es el caso de la casona de Alem 222, refuncionalizada para servir como sede de un centro de diagnóstico por imagen, cuyos propietarios han decidido mantener la fachada original como un aporte a la estética integral de la cuadra.

   "Se buscó mantener el paisaje urbano, la escala de la cuadra. Si bien la casa no está inventariada como bien patrimonial arquitectónico, sin dudas tiene un valor intrínseco que nos interesó respetar", señaló la arquitecta Maria Pilar Boland, autora del proyecto de remodelación y puesta en valor.

   La fachada se destaca por su asimetría, con un portón de doble como único acceso. En la composición se destaca una suerte de torreta, rematada por una particular cubierta con un pináculo. En coincidencia con ese volúmen se ubica un balcón con barandas de balaustres.

   La decoración del frente es medida, reducida a unos pocos motivos florales en la parte superior.

   La obra incluyó la reconstrucción de la vereda y la recolocación del banco público de material.

El destino

   La vivienda aloja un Centro de Diagnóstico, luego de que en el lugar funcionaria una clínica. El interior fue completamente readecuado para ese nuevo destino, generando una mayor espacialidad y una generosa iluminación natural.

   Se respetó la carpintería original, varios pisos de madera fueron recuperados y se mantuvieron componentes como la escalera, revestida en un atráctivo mármol y con barandas de madera ricamente trabajadas.

   Si bien se construyeron algunos tabiques divisorios con obra en seco, se conservaron los tratamiento de molduras en varias de las paredes existentes, dando cuenta de su estética original.

   Se incorporaron puertas vidriadas con un tratamiento especial, un diseño relacionado con la cartelería que identifica al lugar, el cual se extiende a toda la señalética del lugar.

   En el sector destinado a atención del público y la administración se diseñaron muebles de tinte minimalista, en madera, adecuados cada ambiente.