Construir sin permiso, un acto ilegal que se impone en la ciudad
A la fecha se llevan declarados 304 mil m2 ejecutados sin la aprobación de las oficinas correspondientes, evitando el pago de derechos de construcción y también actualizaciones en sus tasas. Pero la práctica ilegal se mantiene.
Por Mario Minervino / [email protected]
Construir sin los permisos municipales correspondientes conforma una práctica ilegal. Fuera de la ley.
Sin embargo, desde hace décadas es una de las prácticas más habituales locales y la municipalidad sostuvo por años una política de no modificar las pautas de control ni las normativas que desalienten esa situación.
Hace diez años, 2009, cuando se intentó reformular el área de control de obras --no pasó de unos cambios menores-- se mencionó que cerca de 2.300.000 m2 de obras locales se ejecutaron sin ser declaradas.
El programa de regularización de obras sin permiso, puesto en marcha en agosto del año pasado y que se extiende hasta el próximo 30 de diciembre, dejó en claro esa situación: a la fecha se llevan declarados 304 mil m2 ejecutados sin la aprobación de las oficinas correspondientes, evitando el pago de derechos de construcción y también actualizaciones en sus tasas.
La pregunta es si esa práctica de construir a espaldas del municipio es definitivamente imposible de controlar, si se trata de una cuestión cultural o si se podrían disponer mecanismos adecuados para corregir esa conducta.
Una causa, la causa
"La existencia de obras sin permiso se debe exclusivamente a la falta de control. Los 300 mil m2 declarados este año pone en evidencia el fracaso del rol municipal en ese aspecto".
Así analizó la situación el ingeniero Pablo Ascolani, secretario del Colegio de Ingenieros bonaerense, distrito I.
Mencionó, además, que si bien la cantidad de inspectores comunales es bajo, está convencido que ese plantel puede hacer "muchísimo más" a partir de realizar un trabajo "contínuo y de seguimiento".
"Lo que falta es una decisión política para mejorar los controles, para disponer inspectores en la calle, permanentes. Al no hacerlo, muchos ignoran la normativa existente, construyen fuera de los códigos y afectan la actividad de los profesionales", agregó.
Una mirada similar se tiene desde el Colegio de Arquitectos, al sostener que, si bien la modalidad sin permiso lleva décadas de práctica, la misma "se puede controlar con inspectores recorriendo la ciudad".
"Es algo que no se hace porque los funcionarios creen que se trata de una práctica (la de construir sin permiso) sin consecuencias, cuando sí las tiene: hoy tenemos un catastro desactualizado, una tasa de ABL distribuida de manera injusta y una merma en la recaudación", detalló el arquitecto Jorge Llambrich, presidente de esa entidad.
Señaló que esta modalidad ilegal genera obras precarias y favorece los riesgos de accidentes.
"Es una situación compleja porque la tarea de inspeccionar no está en el espíritu municipal. Mientras no exista una política de control van a seguir las podas indiscriminadas de árboles, las veredas en mal estado, los accidentes de obra y las construcciones ilegales", agregó.
Los valores
Los derechos de construcción para una vivienda de 90 metros cuadrados rondan los 35 mil pesos. Este pago lo evitan quienes construyen sin permiso.
Sin embargo, la presentación posterior es más onerosa: se acerca a los 40 mil pesos, más un recargo de 20 mil por aportes que deben hacerse a la Caja de Profesionales.
"No es negocio construir sin permiso, resulta más caro", señaló Enzo Ramos, experimentado gestor de documentación de obra.
Para el ingeniero Ricardo Kloster, director de la revista Obras & Protagonistas, "no tiene lógica" pagar derechos de construcción, al menos cuando se refiere a una vivienda unifamiliar.
"No está claro cuál es la contraprestación que brinda el municipio por el cobro de esos derechos, sobre todo cuando las obras tributarán durante toda su vida útil".
Opinó, además, que en el caso de viviendas unifamiliares el valor debería ser "sensiblemente menor" -excepto en los barrios parque o privados, y tendría que tener un tratamiento diferencial con multifamiliares, comerciales o industriales".
Hoy el municipio dispone de cuatro inspectores para el control de la construcción, aunque los mismos tienen a cargo "varios temas", según indicaron desde el área de obras particulares, con lo cual no se desempeñan de manera exclusiva en supervisar construcciones en la calle.