Bahía Blanca | Martes, 01 de julio

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Microrrelatos en la UNS y una aguda mirada adolescente

La casa de estudios organizó un concurso sobre este género literario para universitarios y preuniversitarios. Una de las ganadoras es una chica de 14 años.

Anahel Torres (quinta desde la izquierda) ganó entre los preuniversitarios. Aquí con otros premiados, jurados y autoridades. (Foto: Gentileza UNS)

Maximiliano Allica / [email protected]

   Un microrrelato es una historia de ficción muy breve. Si bien se podría pensar que es un género propio de estos tiempos de comunicación fugaz, hay quienes sostienen que su origen está en la tradición oral de la Antigüedad e incluso en las leyendas. La característica central es que casi no hay desarrollo porque se trata solo de clímax.

   La Secretaría de Cultura y Extensión de la Universidad Nacional del Sur acaba de organizar un concurso de microrrelatos, con un máximo de 300 palabras, en dos categorías: universitarios (mayores de 18 años) y preuniversitarios (entre 12 y 18 años).

   Al jurado lo integraron referentes literarios de prestigio, como los escritores Guillermo Martínez, Gabriela Exilart y Mario Ortiz, así como el periodista Diego Kenis. Y a sus opiniones se sumó un voto del público a través de la publicación de los textos en las redes sociales.

   Los ganadores fueron Matías Matarazzo (universitarios) y Anahel Oriana Torres (preuniversitarios), estudiante secundaria de la localidad de Cabildo, de 14 años.

   Matías ganó con “Fricciones”, la historia sobre una noche de lujuria en una corte de una reina y un rey sin nombres.

   Anahel concursó con un texto al cual no le puso título, pero que igualmente tuvo un gran impacto entre los jurados, no solo por cumplir con los requisitos sino por su sentido del ritmo, actualidad y oportunidad. Dice:

   Rasqué mi mano nerviosamente y proseguí a caminar al lugar pactado. Tenía que cruzar diez calles y a mitad de cuadra me estaría esperando.

   Nueve cuadras. Si mamá supiera lo que estoy por hacer no me hubiese dejado salir hoy.

   No me importa lo que diga mi mamá, no importa que me diga que soy chico, yo voy a ir igual.

   Siete cuadras, ya pasé dos y me están empezando a transpirar las manos.

   Seis cuadras. En la escuela ya saben pero en casa no se puede mencionar nada porque mi papá empieza a rezongar.

   Cinco cuadras, mi respiración aumenta y me empiezo a sentir muy nervioso.

   Cuatro cuadras. Estoy muy nervioso. ¿Y si me vuelvo? Nah hice muchas cosas para llegar acá hoy.

   Tres cuadras, dos. No sé si será el amor de mi vida pero por algún lugar hay que empezar ¿no?

   Una cuadra. El corazón me late tan fuerte que siento que se me sale del pecho.

   Media cuadra. Ya se me pasó todo, no estoy más nervioso. Me sequé las manos en el pantalón y llegué. Le doy un beso en la boca y en la cuadra de enfrente alguien nos grita “¡putos de mierda!".

    Los ganadores se llevaron una tablet cada uno y también hubo órdenes de compra en librerías por 1.500 pesos para otros 8 microrrelatos seleccionados, cuatro en cada categoría.

El otro ganador: "Fricciones"

   Al parecer, hasta las piedras están conmovidas por el perfume de Afrodita. Es de noche, el fuego ya no arde en el reino.

   En su alcoba, el Rey y la Reina se envuelven en un grito desenfrenado. La Reina, sin pudor y sin formas -más allá de su piel- , lo atrapa entre su vientre y sus manos. Exige más ritmo. El Rey obedece. 

   Los arlequines y poetas, sin ropa, acosan a las damas que se prestan al juego y escapan, pero no es amor cortés, porque se dejan atrapar y huyen y se dejan todo.

   Las escaleras de piedra de las torres se hacen eco de la fricción.

   Los subsuelos son un infierno, plebeyos y plebeyas deshaciéndose en cualquier rincón sin importar cómo.  Emoción violenta. Muerte segura en la primera fila de combate.

   Pero la fiebre está en la caballeriza, donde las fieras copulan entre sí, mientras doncellas totalmente desnudas corren entre los pajonales perseguidas por caballeros sin armadura y con la espada colgando a un lado. Prueban el sabor de las bestias.

   El sol del amanecer parece terminar el encanto. El rey se sienta en su trono, los poetas cantan, la reina es atendida por las damas, los caballeros preparan su caballos, los plebeyos duermen escondidos en los lugares más oscuros.