Poca lluvia y mucho calor complican al trigo, pero también la generación de pasto para ganadería

Redacción de La Nueva.

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Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   Una compleja situación atraviesa la siembra fina en la región cercana al puerto de Bahía Blanca en razón de escasas lluvias, en tiempo y forma en etapas clave del ciclo, que ya ha comprometido a alrededor del 40 % de la producción de trigo y, en menor caída, de la cebada.

   De acuerdo con el informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en el sur del área agrícola bonaerense la alternancia de temperaturas frías y cálidas durante etapas de generación de rendimiento son las que afectarán (negativamente) el rinde potencial.

   La referencia es para amplios sectores de La Pampa y el oeste del territorio bonaerense, donde predomina una desfavorable condición hídrica en los lotes. También se alude a la cebada en el núcleo sur, donde las precipitaciones brindaron alivio en cuadros que comenzaban a transitar etapas reproductivas bajo condición de déficit hídrico. 

   En el sudoeste de Buenos Aires y el sur de la Pampa el 83 % del área registra una condición de cultivo entre regular y mala.

   La regularización de las lluvias en el sudoeste bonaerense, en la última semana, tuvo un promedio de 30 milímetros, aunque resultó un poco menor en el sur de la misma zona, ya sea en Villarino y Patagones.

   “En gran parte de Villarino la lluvia se notó poco y, a esta altura, podemos estimar una pérdida de trigo del orden del 70 %”, dijo Fabián Vissani, productor ganadero y agricultor.

   “Veníamos de tres años con bastante lluvia, pero se cortó desde julio. Ahora volvió, pero a cuentagotas”, agregó Vissani.

Fabián Vissani, productor ganadero y agricultor.

   “De acuerdo con los pronósticos climáticos, esperamos una recuperación de entre 30 y 40 milímetros para los próximos 15 días, pero lo cierto es que los trigos están espigando a 10/15 centímetros del suelo y las avenas lo están haciendo cerca del piso”, detalló.

   “Definitivamente, no llegaremos a los rindes de las últimas campañas”, dijo.

   También se refirió Vissani —en diálogo con La Nueva.— a la repercusión en la producción ganadera.

   “Hay muy poco pasto para los animales y eso nos preocupa”, sostuvo, como una suerte de prólogo para el inevitable paso a la suplementación.

   El promedio de lluvias anuales en Villarino es de 450 milímetros. Hasta este viernes 25, desde el 1 de enero del corriente año llovió una media de 201,5mm., con picos en 254,9mm. en la EEA del INTA Ascasubi y 107,8mm. en la localidad de Médanos, de acuerdo con las once referencias estratégicas relevadas por el Laboratorio de Teledetección y SIG del INTA Ascasubi.

Fuente: INTA Ascasubi. / Diseño y montaje de imagen: Guillermo Kluin-La Nueva.

   En el partido de Patagones, en el sur del sudoeste bonaerense, el promedio anual de lluvias es de 420 milímetros y, también hasta este viernes, han llovido 215,1mm. desde que empezó 2019. Los datos, también, fueron compilados por el INTA en nueve enclaves puntuales de la extensión del distrito.

   En ambos distritos en este año llovió un promedio de 208 milímetros, cuando la media es de 435mm.

Entre El Niño y La Niña

   En el informe climático de la agencia AZ Group, que elabora el meteorólogo Leonardo De Benedictis, se observan características de lluvias superiores a los niveles medios en el norte del país (NEA).

   “Por su parte, sobre la porción central se ve una característica algo más cercana a los niveles medios e, incluso, por debajo de los promedios. Esto se ha intensificado, aún más, en las últimas actualizaciones por un evento Neutral”, sostuvo De Benedictis.

Fuente: AZ Group

   Los pronósticos climáticos ratificaron, y afianzaron, su postura de condiciones neutrales, y si bien se prevé que quede en fase de temperatura superiores a los promedios, los registros esperados no serían lo suficientemente elevados —según el especialista— como para alcanzar la situación de evento El Niño (NdR: lluvias por encima de los promedios) y manteniendo condiciones neutrales.

Leonardo De Benedictis, de AZ Group.

   “Esta nueva situación disminuye la acción típica que desarrolla El Niño y se queda a merced de circulación regional, por lo que se recomienda el seguimiento de los pronósticos para conocer su variabilidad”, afirmó.

Fuente: AZ Group

   Si bien la circulación comenzó a cambiar en la primera etapa del mes de octubre, tal como estaba previsto, todavía hay sectores que no han recibido las lluvias. En lo que va del mes, sigue siendo el litoral argentino, junto con el norte de Buenos Aires, los sectores donde hay condiciones húmedas con lluvias superiores a los promedios.

   “Las temperaturas, en tanto, muestran un promedio levemente inferior a lo normal en este mes. Pero se incrementará de manera significativa durante el período de noviembre y de diciembre”, concluyó De Benedictis.

La gruesa que viene

   A la última semana, la siembra de girasol ya abarca el 43,2 por ciento del área estimada para la campaña agrícola nacional 2019/20.

   El progreso en la última semana alcanzó el 6,4 %, debido a la incorporación de los primeros cuadros en la región norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires, sembrados en sectores más beneficiados por las últimas lluvias. 

   En cuanto a los lotes del norte del país, luego de las lluvias de las últimas semanas se han recuperado notablemente y los más adelantados ya transitan estadios de botón floral y floración.

   Por último, la siembra de lotes de maíz con destino grano comercial ya logró cubrir el 34,6 % de las 6,4 M de hectáreas proyectadas para la actual campaña. A la fecha se lograron incorporar más de 2,2 M de hectáreas de lotes tempranos del país.

   Las lluvias de las últimas semanas mejoraron las reservas hídricas en el este, impulsando las labores.