La función de la OMIC y los cinco casos más curiosos de 2018
Mercedes Patiño, directora del organismo, y Pamela Cantero, asesora letrada, se refirieron a las actuaciones realizadas durante el año pasado.
Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]
Casi 30.000 consultas evacuó durante 2018 la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC).
A ese número se llega a los planteos efectuados en forma personal (22.631, divididas entre la sede de Donado al 200 y las oficinas en Brown al 1.700 y los espacios Nido en Vista Alegre y Villa Nocito), telefónicamente (5.574), por e-mail (681), por redes sociales (904) y por ventanilla única (190).
Además, se concretaron 3.917 audiencias de conciliación, se generaron 2.154 expedientes y se recaudaron alrededor de medio millón de pesos en sanciones dispuestas por el Tribunal de Faltas.
“El dato más trascendente es que de esas casi 4.000 audiencias, en más del 90 por ciento se llegó a una solución”, puntualizó Mercedes Patiño, directora de la entidad.
A lo que añadió: “También hubo un porcentaje muy alto a la cantidad de respuestas. Algunas cuestiones necesitan de nuestra intervención y en otras alcanza con el asesoramiento para resolverlas”.
La doctora Pamela Cantero, asesora letrada de la dependencia, aclaró que en muchos casos hacen de nexo o asesores, ya que temáticas en las que no tienen competencia porque hay otros entes específicos, como es el caso de los servicios públicos.
“En 2018 predominaron los temas bancarios, generalmente por gastos u otorgamiento de tarjetas de créditos que no solicitaron o aparición de ítems por servicios que no autorizaron o bien por débitos mal realizados, y planes de ahorro de automóviles, que tuvieron aumentos muy fuertes”, amplió Cantero.
Precisamente, los planes de 84 cuotas para adquirir 0km sufrieron incrementos por el proceso inflacionario.
“En ese caso, lo que falla es la comunicación entre la concesionaria y el cliente, porque en el contrato que se firma se contempla el hecho de la actualización del valor del auto que se adquiere. Esa parte los consumidores la entienden, pero hubo muchos que no podían seguir pagando la cuota. Se los asesora en que no es conveniente vender el bien, porque la deuda no caduca, y se les recomienda hablar con las concesionarias para financiar de algún modo el monto restante”, señaló Patiño.
“Hay que remarcar que nosotros no dictamos sentencia. Nuestra función es conciliatoria. Lo que sí podemos hacer, en caso de no llegarse a un acuerdo mediante la mediación, es armar un expediente y girarlo al Tribunal de Faltas, que evalúa si la acción del proveedor es sancionable con una multa”, añadió Cantero.
Las funcionarias señalaron que en todos los casos se agotan las instancias antes de presentar el conflicto al Tribunal de Faltas.
“Aspiramos que en un futuro los consumidores conozcan sus derechos y los hagan valer directamente en el lugar que adquieren los productos o los servicios. Por eso siempre intentamos hacer docencia e incluso estamos haciendo muchas charlas en escuelas o centros de jubilados”, dijo Cantero.
“Muchas veces los acuerdos se llegan sin siquiera llegar a una audiencia. El proveedor reconoce su error o falla y lo soluciona enseguida”, añadió la asesora letrada.
A su vez, recomendaron que, pese a que no tienen competencia en algunas áreas, en la OMIC se sabrá derivar el inconveniente planteado por el consumidor.
“El consejo es que, sea el que fuere el inconveniente que tengan, que se acerquen a nuestras oficinas. Si nosotros no tenemos competencia en ese área, sabremos asesorarlos dónde tienen que radicar la denuncia o queja y no tengan que andar dando vueltas por distintas oficinas u organismos”.
En la OMIC, por la ley de lealtad comercial, funciona también una oficina de inspección.
“Básicamente se controla la regulación o la exhibición de precios. Por ejemplo, que el precio de la góndola sea el mismo que en línea de cajas, en una situación que se suele dar. Para eso contamos con 4 personas”, explicó Patiño.
Otra función es la mediación comunitaria.
“Son los conflictos entre vecinos. La mayoría es por medianeras, problemas de humedad en paredes en común o ruidos molestos. Es una herramienta muy útil para alcanzar una solución. Solemos tener varias presentaciones y la gran mayoría se soluciona con una simple charla entre las partes”, esgrimió Cantero.
En la Oficina también se cuenta con un cuerpo de inspectores, quienes, además, realizaron 6.500 notificaciones durante 2018.
“Un dato: de 2.154 expedientes, apenas 250 pasaron a estudio de la asesoría letrada. Lo que quiere decir que sólo el 11 por ciento no se llegó a resolver en el acto de audiencia conciliatoria”, resaltó la abogada.
A entender de Patiño, las personas mayores son las más vulnerables.
“Los consideramos consumidores hiper vulnerables. Suelen tener muchos problemas en los bancos, con descuentos que no autorizaron por seguros o créditos que nunca pidieron”.
Casos curiosos
1
Un bahiense compró una camioneta por internet. Depositó alrededor de 300.000 pesos en concepto de “adelanto y pago de trámites administrativos”. Obviamente, nunca le llegó. No se logró localizar al impostor, por lo que el damnificado continuó el caso en la esfera judicial, luego de ser asesorado en la OMIC. “Una vez que se hizo el depósito, es casi imposible recuperar el dinero”.
2
Una niña de 13 años denunció haber sido maltratada por una vendedora en una casa de vestidos de fiesta. Sólo exigió una disculpa, que se produjo en las oficinas de la OMIC. “No siempre son cuestiones materiales las que se exigen”.
3
En una casa de electrodomésticos céntrica se vendió como nuevo un televisor que el comprador pudo demostrar que había sido usado antes. Tras un llamado de la OMIC, el inconveniente se solucionó en 24 horas. “Esa actuación ni siquiera figura en los cómputos, porque no se generó siquiera un expediente”.
4
Un auto importado fue entregado con una sola llave. Pese al reclamo en la agencia, no le llegaba el duplicado. Gracias a la gestión de la OMIC, se consiguió resolver el inconveniente en muy poco tiempo.
5
En un corralón de nuestra ciudad, un bahiense adquirió materiales de construcción y aberturas. Sólo le facturaron los materiales de construcción. Al notar el error, la empresa le reclamó el pago de las puertas y ventanas ya entregadas. Aunque al principio se negó a abonar la diferencia, luego se consiguió que la persona pagara lo faltante.