Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Como Baywatch, pero en la costa de Coronel Dorrego

Son nueve los guardavidas que prestan el servicio en el balneario, con una zona de baño de 500 metros de extensión. Las funciones de estos servidores públicos son cada vez más.

Fotos: Agencia Coronel Dorrego

   Hay una creencia bastante extendida de que es muy sencillo ser guardavidas: estar de pie junto al mar, piscina o río, relajados, de frente o espaldas al sol, mirando mujeres u hombres atractivos.

   Nada más alejado de la realidad. La labor de estos servidores públicos no sólo se circunscribe al cuidado de aquellos confiados bañistas que se internan en el agua más adentro de lo aconsejable. 

   También se ocupan de advertir sobre la exposición en horarios críticos, estar atentos a los niños que se alejan de la compañía de sus padres, proveer el antídoto necesario para calmar la picazón de las aguavivas, juntar los desechos que los desaprensivos turistas dejan en la plaza y hasta ayudar con el descenso de las sillas anfibias.

 

   Todo esto sin mencionar los riesgos asociados a entrar al agua para hacer un rescate, nadar hasta alcanzar a la víctima, traerla segura a la orilla y, efectuar las maniobras de primeros auxilios o de estabilización.

   En Marisol hay nueve guardavidas, cuya labor se extenderá hasta el 31 de marzo.

   “Vamos rotando y cubrimos unos 500 metros de playa, donde se ha delimitado la zona de baño, en la que está prohibido pescar, andar con mascotas y vehículos”, explicó Bernardo Baigorri, jefe del cuerpo. 

   “También tenemos la silla anfibia, que es un servicio muy útil. Nuestra función es un poco de docencia, porque tratamos enseñarles y explicarles sobre importancia de mirar el color de la bandera, la dirección e intensidad de los vientos y las mareas, especialmente para quienes se meten con kayak o lanchas”, dijo.

 

   También admitió que el imponente mar marisolense es digno de respeto.

   “En la zona de baño hay cuatro canales. En media marea, cuando está terminando de bajar o de subir, se vuelve más riesgoso”, destacó.

   En los tiempos libres, contó, entrenan, y como todos son surfistas, también aprovechan para practicar este deporte náutico que en Marisol se puede aprovechar al máximo.

   Baigorri se mostró sorprendido por la cantidad de gente que llegó a Marisol esta temporada.