Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Aquel pibe de Villa Mitre que metió los dos libres ya se convirtió en universitario

Ramiro Santiago cobró notoriedad por su personalidad, cuando definió la final de Primera de 2017. Continuará su carrera en Seward County Community College.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva

Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com
(Nota publicada en edición impresa)

   Marcelo Berdini se tiró de cabeza en busca de la pelota y, en la lucha, se golpeó con Andrés Barbero, dejando dos dientes en el parqué del Casanova.

   El mítico estadio estaba completo. Era una final. Villa Mitre y Bahiense del Norte se jugaban el año.

   Restaban 13 segundos y los villeros ganaban 73 a 72.

   El base, lógicamente, se vio obligado a salir. Aunque debía ir a la línea.

   Había dos libres. Ahora bien, faltaba el tirador.

   El técnico Ariel Ugolini miró al banco y confió en él. ¿En quién? En Santiago. El hijo de Sebastián... O el nieto de Rafael Emilio.

   Pocos lo reconocían por su nombre.

   Ramiro saltó desde lo más profundo de la banca para convertirse en héroe, tras anotar los dos lanzamientos con una asombrosa frialdad por tratarse de un juvenil de 18 años, que había visto desde afuera los restantes 39m47s del partido  decisivo.

   —¿Es la foto de tu carrera?

   —Puede ser. Con eso me consagré bastante, je.

   El mismo pibe que la noche del 17 de diciembre de 2017 escribía la página más importante de su historia deportiva, también se dio el gusto de defender la camiseta de la selección bahiense -por primera vez- en su último año como Juvenil.

   Y mientras continúa transitando el que parece ser un año redondo, seguirá luciendo la tricolor, pero no de Villa Mitre, sino de Seward County Community College, en Kansas, Estados Unidos.

   “Lo que más me gusta es el básquet”, confiesa.

   No obstante, tiene claro de qué se trata la carrera del deportista.

   “Sé que tengo que estudiar -asume-, porque el básquet algún día se termina”.

   Con sus 19 años cumplidos el 6 de marzo, Ramiro pareció crecer de golpe. Y no precisamente de talla (mide 1m93).

   Después de enviar algunos videos y fotos a un representante estadounidense, le llegaron cinco becas universitarias, rindió el examen de inglés y el martes lo confirmaron en Seward.

   La Universidad compite en la División I, Región 6, de la NJCAA (National Junior College Athletic Association).

   “Sólo algunos amigos (Valentín Petón, Nicolás Bejarano, Leonardo Tardío, Matías Monteoliva y Jano Martínez) sabían de la posibilidad. En el club se enteraron cuando me confirmaron. Viajo el 15 de agosto, porque tengo que estar allá el 17”, puntualiza.

   Mientras tanto, Ana, su mamá, intenta asimilar el futuro del hijo mayor.

   “Está todo el día mal”, reconoce Ramiro, hermano de Pedro (15 años y jugador de El Nacional) y Morena (12).

   Y a la vez destaca: “Mi viejo (Sebastián) y ella, al igual que mis abuelos (Rafael, Isabel, Ernesto y Marta) siempre me apoyaron. Este último tiempo hubo muchísimos trámites que hacer y ellos se encargaron de ayudarme”.

   Desde el jardín hasta el último año Ramiro fue alumno del colegio La Inmaculada, cambiando a la escuela Nº 301, ya en el final de la carrera, para poder cumplir con los horarios.

   “Acá tenía previsto seguir Ingeniería, pero allá es bastante complicado, por lo que elegí Administración de Empresas, ya que siempre tuve facilidad para los números”, asegura.

   Pepe Sánchez, Lucas Faggiano y Facundo Arens son bahienses que conocen por dentro el ritmo universitario. No obstante, el guía de Ramiro está siendo el marplatense Julián Santamaría, quien lleva un año en Liberal, una ciudad con poco más de 20 mil habitantes.

   “Me tranquiliza que ya tiene experiencia y que vamos a ser compañeros. Será su segundo año. Me dice que el nivel deportivo es muy bueno y que todo lleva un proceso de adaptación”, cuenta Ramiro.

   Buen viaje pibe...