Bahía Blanca | Martes, 07 de mayo

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Stella Maris Correa, el motor de una cadena solidaria que no tiene fin

Tiene 59 años, 9 hijos y 20 nietos y abrió un merendero con ropero comunitario en el garaje de su casa por la gran necesidad que veía en su barrio. Pero hay más: acaba de terminar la primaria, y el miércoles recibe su título. 

Fotos: Emmanuel Briane-LaNueva.

Laura Gregorietti
lgregorietti@lanueva.com

   “Cuando uno da, siempre recibe el doble”, dice convencida Stella Maris Correa, quien ya lleva 10 años a cargo del ropero comunitario y 2, con el comedor “Juntos por los necesitados”, que abrió en Roca 1652, en el garaje de su casa del barrio Noroeste.

   Tiene 59 años, crió 9 hijos a puro trabajo con su marido y ahora es abuela de 20 nietos. Ambos están jubilados y mantienen esta gran tarea solidaria con lo poco que cobran y la ayuda de la gente.
“A veces las cosas no alcanzan, pero siempre digo que Dios proveerá. La gente colabora mucho, tanto de Bahía como de la zona, nosotros empezamos en una piecita y ahora ya nos mudamos al garaje de mi casa porque no entrábamos”, cuenta.

   En el merendero, Stella les da la leche a los chicos por la tarde y los sábados, el almuerzo.

   “Pero mi marido no anda bien de salud y estamos con las mamás que ayudan en el comedor armando las vianditas para que se lleven, así yo me ocupo de él y de la huerta que estoy armando en el patio de atrás, para poder proveernos de verduras frescas para cocinar”, cuenta.

   Además, Stella brinda la posibilidad de realizar en el comedor talleres con salida laboral para así intentar brindarle a las familias las herramientas necesarias para poder salir adelante por sus propios medios.

   “Este año las mamás recibieron clases de repostería y belleza de uñas y el año que viene tengo proyectos de hacer algo de cocina. Lo ideal sería conseguir alguien que nos done un horno industrial para hacer pizzas y enseñarle a las madres, para poder sustentar el merendero con nuestros elementos porque me cuesta un montón comprar las cosas. Gracias a Dios nos donan muchas cosas porque con nuestras jubilaciones, no alcanza”, agrega.

   Stella tiene una clara vocación de ayuda, pero a veces dice que ciertas situaciones la hacen amargar.

   “Mis hijos me retan, pero yo sé que siempre en algo podemos ayudar y me siento plena haciéndolo. Acá hay muchas mamás solas, sin trabajo y no resulta grato para nadie tener que salir a pedir para comer. Pero siempre les digo que esto es una cadena solidaria, si a vos te ayudan, después te toca ayudar a vos”.

   Desde los 18 años Stella trabajó en geriátricos, hasta que un mal esfuerzo con un abuelo de gran tamaño, la llevó a tener que ser operada de cadera. Por lo que días atrás para mantener y cosechar en su huerta estuvo buscando personas que la ayudaran.

   “Siempre pagando un sueldo, yo no busco gente que trabaje gratis. Pero me costó mucho, la gente viene unos días y te dejan colgada. Es triste porque si no tenés nada, agarrás todo lo digno que te ofrecen, y eso veo que falta, el entusiasmo por el trabajo, porque no hay nada más gratificante que ganar tu dinero y mantener a tu familia. Por eso creo que sería mejor que a la gente que tiene planes sociales les pidan un trabajo social o comunitario a cambio”, destacó.

Primaria, secundaria y va por más

 

   -- "¡Mirá la edad que tengo y el miércoles termino la primaria! No la pude terminar de chica porque éramos 20 hermanos, y mi mamá murió cuando yo tenía 10 años. Y también pienso hacer la secundaria,  estoy recontenta y le muestro a mi familia los felicitados que me pone la maestra... ver a mis nietos orgullosos de mi, me hace muy bien. Yo siempre voy por más, cosita que hay, cosita que aprendo".

  --  El miércoles 19 de diciembre las familias del merendero tendrán una fiesta de fin de año en el salón de El Danubio, que les prestaron. Sólo necesitan que quienes puedan donar bebidas, menos alcohol, se comuniquen al 154-329959.

   -- Además del horno industrial que tanto necesitan, Stella dice que todo es bienvenido en el merenderero, que por mínimo que sea, suma. 

   --"Yo les cocino a varios abuelos y les voy freezando las vianditas para que siempre tengan comida. Fideos, harina, todo es útil dice Stella, cuyo día empieza a las 7.30 y termina pasada a la medianoche".