De la Rambla de Arrieta al paseo de García Espil: 85 años buscando el mar
Mario Minervino / [email protected]
El concurso para reconvertir en paseo público el muelle de los Elevadores ya tiene una idea ganadora. Pertenece a los arquitectos Fabián de la Fuente, Enrique García Espil y Sebastián Cerri, docentes de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Buenos Aires.
Para el jurado se trata de una propuesta que logra “instalar un nuevo hito”, donde el acierto no es agregar más elementos a un sitio de colosales piezas de infraestructura, solo se trata de ponerlas en diálogo con el lugar y las personas, logrando una variedad de situaciones para disfrutar del paisaje a través de un interesante recorrido”.
Hace 85 años, en 1933, el ingeniero civil Juan Regnasco, empleado municipal, ideó un paseo a desarrollar en un muelle a construir, vecino al que hoy se plantea refuncionalizar. Los elevadores de chapa todavía ocupaban su muelle, por lo cual se los puede ver como parte de la ilustración.
Regnasco planteó una rambla de 300 metros de recorrido, que terminada en una pequeña rotonda y contaba con una piscina. La iniciativa de desarrollar esa obra fue del entonces intendente Agustín de Arrieta, por lo cual aquella propuesta de Regnasco se la conoce desde entonces como “La Rambla de Arrieta”.
Entre el ganador del concurso de este mes, con un dibujo recreada con herramientas digitales, y aquel hecho a pluma y tinta, prima una única idea y un único destino: dotar a la ciudad de un paseo que los vincule con el mar, un espacio público donde pasear y disfrutar de la ría, de su paisaje.
Una búsqueda razonable, para una ciudad acostumbrada a sentirse pampeana, para una ciudad también dispuesta a entenderse con el horizonte del mar.