Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Hay que pagar un 102 % para financiarse con tarjeta de crédito

Datos del sistema financiero bahiense confirman que el costo real de utilizar el plástico hoy se encuentra en niveles siderales. El riesgo de pagar el mínimo. 

Foto: Pablo Presti-La Nueva

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

Financiar compras con tarjeta puede acarrear más de un dolor de cabeza. En Bahía Blanca, de acuerdo con el promedio de ocho entidades privadas y públicas de primer nivel, por esta forma de pago las entidades cobran, en  promedio, un 102 por ciento en concepto de Costo Financiero Total (CFT),  lo que realmente se paga por un crédito. 
Es que el nuevo programa que sustituyó el régimen de Metas de Inflación implementado por el extitular del Banco Central, Federico Sturzenegger, fue sustituido por el durísimo régimen de Metas Monetarias de Gastín Sandleris, que disparó por las nubes las tasas de interés de referencia del sistema, lo que derrama al resto. 
El agregado monetario elegido es la Base Monetaria (BM) -la parte de la cantidad total de medios de pago (dinero en efectivo, etcétera) que puede controlar la autoridad monetaria-  y se establece como meta entre octubre de 2018 y junio de 2019 un crecimiento de la BM del 0% mensual. 
“De esta forma, el cambio de régimen monetario implica que el BCRA deja de fijar la tasa de interés de política monetaria para congelar la BM en los próximos 9 meses”, explicó el economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, Gustavo Reyes. 
El resultado inmediato de emitir a tasa cero es una suba sideral de las tasas de referencia que se vuelcan a las tasas de interés de los préstamos (tarjetas de crédito en este caso), que no bajan del 69% promedio para los plásticos que emiten los bancos con presencia local. Hablamos, en este caso puntual, de la Tasa de Interés Nominal (TNA). 
Sin embargo, la TNA poco tiene que ver con el costo real del crédito (ver Indispensable para....): hay que mirar el Costo Financiero Total (CFT), que, en el sistema financiero local al mes pasado, trepó hasta el 102,16% -promedio de los ocho bancos más importantes de la ciudad- con máximos del 128,07% y mínimos del 48,39%, de acuerdo con un relevamiento realizado por La Nueva. 
En medio de semejantes costos, no es de extrañar que los habituados al pago mínimo del plástico sufran un fuerte dolor de cabeza que los obliga a ajustar el cinturón para afrontar sus deudas, lo que refuerza, aún más, el escenario de recesión. 
“El nuevo esquema de política monetaria de emisión 0 de BM consolida la recesión en el corto plazo y es el canal por el cual se espera que los elevados índices inflacionarios actuales comiencen a ceder”. 
“Cuando la inflación comience a ceder, también lo harán las expectativas inflacionarias y las tasas de interés permitiendo que el proceso recesivo comience a desactivarse. La duración e intensidad de la recesión es sin dudas uno de los riesgos del actual esquema”, apuntó Reyes.  
“Si el Gobierno no baja rápido la inflación, la tasa va a ser insoportable y el plan va a volar por el aire”, señaló esta semana en un evento público el economista Martín Tetaz. 
Afirmó que ahora se busca aplicar “el plan C”, de tinte “ortodoxo y muy duro”, y advirtió que si no logra bajar rápido la inflación, la tasa de interés “va a ser insoportable y el plan va a volar por el aire”.
Los únicos ganadores
En medio de este fuerte aumento de tasas que sufren los usuarios de tarjetas, los únicos beneficiados, al menos hasta ahora, parecen ser los bancos. 
Es que el sistema financiero acumuló ganancias de casi el 63% interanual entre enero-agosto del corriente año e igual lapso del año 2017. Comparando agosto de 2018 contra el mismo mes del año anterior, la ganancia de las entidades se incrementó a razón del 258% interanual, de acuerdo con los datos que publica el informe sobre bancos del BCRA. 
Si se desagrega el dato de suba en las ganancias por bancos privados y públicos, surge que los primeros cosecharon un 94,59% más entre agosto de 2018 y el mismo mes de 2017 (privados nacionales +65,82% y extranjeros +138%) al tiempo que los publicos expandieron su excedente la friolera del 550% interanual y para el mismo lapso, siempre de acuerdo con el informe de la autoridad monetaria. 
El saldo financiero (depósitos menos préstamos) del sistema bancario local fue, al segundo trimestre de este año, cerró en 7.153 millones de pesos. 
Cae el uso
Ante semejantes costos para financiar consumos, el uso de las tarjetas de crédito cayó el mes anterior. Así, la operatoria a través de plásticos, que representa un monto de $368.777 millones el noveno mes para el consolidado del sistema financiero de nuestro país, bajó, con relación a agosto, un 1,88%. 
“Muchos de los usuarios que optan por este tipo de financiación se vieron obligados en el último tiempo a pagar solo los pagos mínimos, esto más un CFT cercano al 100% sobre los saldos que quedan impagos, ponen límites al uso del plástico para los meses siguientes”, aseguró señaló el socio de la firma First Capital Group, Guillermo Barbero. 
La línea de préstamos personales presenta una suba con respecto al mes anterior del 0,44% el incremento en términos absolutos más bajo del último año. 
El saldo asciende a $421.561 millones para el total acumulado, representando un crecimiento interanual del 35,25%, contra los $311.686 millones al cierre del mismo mes del año anterior. 
“El incremento interanual está por primera vez en mucho tiempo cercano a la expectativa inflacionaria, indicando un crecimiento en términos reales prácticamente nulo, siendo que ésta línea supo ser una de las que encabezó la recuperación del crédito al sector privado. 
“El cada vez más elevado costo del dinero repercutió sobre la demanda, mientras que las medidas monetarias adoptadas por el BCRA indujeron a la oferta a ser más cautos a la hora de las colocaciones”. 
“También hay que destacar que gran parte de estas colocaciones se realizan a través de entidades minoristas no bancarias.Y la restricción a las nuevas financiaciones a estos operadores también ralentizó el crédito al consumo”, acotó Barbero. 
En cuanto a las líneas de créditos hipotecarios, incluidos los ajustables por inflación/UVA, durante septiembre marcaron un leve crecimiento, representando una suba del 1,68%, acumulando un stock total al cierre de mes de $218.766 millones.
“El crecimiento interanual ha sido del 121,15% y continúa siendo la línea con mayor crecimiento en el último año”. 
“Las operaciones que más se registran últimamente son aquellas donde se necesita un saldo sobre el precio de la propiedad. La volatilidad de la moneda y el nivel inflacionario hizo a su vez aumentar los alquileres, lo que hace que todavía algunos consumidores opten por pagar una cuota de préstamo antes que el alquiler. Son los menos y por eso el crecimiento no es significativo. Se espera, según información pública, un paquete de medidas para el 2019 para reactivar la línea hipotecaria”, dijo Barbero. 
Los prendarios
La línea de créditos prendarios presenta un stock de cartera a fines de septiembre de $116.515 millones, mostrando un crecimiento del 2,74% versus el stock de cartera a fines de agosto de $113.410 millones. 
El incremento del valor de los bienes prendados debido a la suba del dólar impulsó en parte el crecimiento de esta línea. 
En cuanto a los préstamos comerciales, esta línea ha experimentado un leve crecimiento con relación al que se observó el mes pasado: la suba ha sido del 3,64%. 
En términos interanuales representa un aumento del 72,76% ubicándola con un stock de cartera de $987.486. Este crecimiento se debe en gran medida a la capitalización de los intereses del mes anterior.
Siempre a septiembre del corriente, la suma global de préstamos en pesos al sector privado (es decir, la sumatoria de los montos anteriores) alcanzó un nivel de 2.249.715 millones de pesos, representando un alza en los últimos 365 días de $830.996 millones, equivalente a un incremento del 58,57% anual, y marcando un leve incremento respecto al mes anterior de un 1,82%. 

Indispensable para leer el resúmen de todos los meses

* La Tasa Nominal Anual (TNA) que algunos bancos ofrecen nada tiene que ver con el costo real de un crédito: no es más que una tasa contractual y de referencia y carece de utilidad a la hora de decidirse por una opción de crédito.
* Es que la TNA no tiene en cuenta que el interés se aplica sobre el saldo del crédito -cada vez que se paga, la llamada “cuota pura” contiene una fracción de cancelación del capital- con lo cual, lo que efectivamente se abona en concepto de interés (la TEA) es muy superior a la TNA.
* Además, los bancos cobran  adicionales al préstamo, que se “esconden” en la cuota. Entre estos pueden mencionarse seguros, impuestos etcétera. Sumando estos adicionales a la TEA, surge el llamado Costo Financiero Total Efectivo Anual (CFTEA), el verdadero costo de pagar un crédito.