Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Bono de fin de año: las firmas locales quieren cumplir con la ley

Aunque la mayoría admite que su situación es altamente compleja, las principales gremiales empresarias de la ciudad buscarán opciones para pagar la asignación extra decidida por el Gobierno nacional. 

Francisco Rinaldi

frinaldi@lanueva.com

Pese al contexto actual de crisis, las empresas bahienses buscarán alternativas para pagar el bono de fin de año decidido por decreto presidencial, de acuerdo con una consulta realizada por este diario a los representantes de las distintas gremiales empresarias de nuestra ciudad. 
“El tema del bono es trabajoso de pagar para varios sectores, sobre todo para el pyme, porque las tasas de interés están en niveles insostenibles  y la presión impositiva no cedió”. 
“Pero más allá de esto, en esta época del año, hay que hacer frente a las vacaciones y el pago del aguinaldo, algo que ya era de por si complejo para muchos de nuestros asociados, a lo que se suma lo del decreto presidencial que instrumentó el bono”, advirtió el director ejecutivo de la Unión Industrial de Bahía Blanca (UIBB), ingeniero Ricardo Rabbione. 
Aclaró pese a ello que “no todos los sectores están en igualdad de condiciones, porque la actividad industrial es heterogénea. Entre nuestros asociados tenemos casos de empresas trabajo-intensivas, como las ligadas a la construcción o al sector textil, que se verán muy complicadas por el bono por su estructura de costos. Además, afrontan un presente complicado por el arrastre de meses anteriores”. 
Para el titular de la delegación bahiense de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme), Carlos Ferrari, el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que implementó el bono es una medida “inconsulta” por parte de la administración macrista. 
“Nosotros ni otras  gremiales empresarias que representamos a las pymes nacionales fuimos convocados ni consultados acerca de si podíamos afrontarlo o no”. 
“Estamos sobre fin de año y debemos cumplir con el pago aguinaldo y vacaciones. Es un gran esfuerzo el que se nos pide en un contexto de contracción del mercado interno, tasas de interés impagables, crédito inexistente y tarifas de los servicios públicos que son confiscatorias para el sector”, declaró Ferrari. 
En el mismo sentido se pronunció el gerente de la Corporación del Comercio, Industria y Servicios de Bahía Blanca (CCIyS), Juan Carlos Starobinsky. 
“Lo del bono lo vemos con preocupación, porque si bien hay comercios chicos y con pocos empleados, a los cuales no les significa un gran problema, para aquellos más grandes y con mayor nómina de empleados, el tema es más complejo”. 
Sin embargo, los representantes de los hombres de negocios de la ciudad coinciden en que el DNU “es necesario”. 
Es que la fuerte retracción del poder de compra de los salarios -cifras del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA), dependiente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), estimó que la remuneración promedio del sector privado registrado perdió en septiembre más de nueve puntos con respecto a la inflación anual, al tiempo que el salario mínimo, en octubre, cedió más de 17 puntos en términos reales- amerita una recomposición para los asalariados. 
“Entendemos que es absolutamente necesario compensar a los trabajadores porque es claro que la pasaron muy mal”, aclaró Ferrari.


Medidas 
En una de sus últimas reuniones de Directorio, desde la UIBB se acordó enviar una carta a la gobernadora María Eugenia Vidal solicitándole la adopción de medidas que permitan al sector industrial de nuestra ciudad afrontar este duro panorama. 
”Nos reunimos a pedido del directorio hoy (por el jueves) y redactamos una carta a la gobernadora pidiéndole medidas concretas, como la suspensión de los embargos de ARBA o que se amplíen los montos para poder acceder a los beneficios impositivos que otorgó la Provincia esta semana”, informó Rabbione. 
Concretamente, se refiere al alivio fiscal que ARBA dio a las empresas bonaerenses, a través del cual se abstendrá, por los meses de noviembre y diciembre, de descontar de sus cuentas bancarias y tarjetas de crédito los montos que deben pagar en concepto de Ingresos Brutos (IIBB). 
De acuerdo con la Agencia que encabeza Gastón Fossati, alrededor de un millón de contribuyentes -se incluyen, además de personas jurídicas, a personas físicas- se verá beneficiada por esta medida de la administración Vidal. 
Se aclara que para acceder al mismo las empresas tendrán que demostrar niveles de facturación de hasta 2 millones de pesos al año 2017. 
“Es un monto que está muy por debajo incluso de lo que estipula la propia ley pyme nacional, que considera facturaciones anuales muy superiores para que una firma de nuestro país sea clasificada como tal”. 
“Por eso, le pedimos a la gobernadora que suba ese límite, para que las empresas puedan acceder a ese benficio y poder sortear este panorama tan complicado”, alertó Rabbione. 


¿Pagar o no pagar? 
Más allá del contexto y de las buenas intenciones, una cosa es clara: no se puede dejar de pagar el bono compensatorio, ya que se trata de un DNU con firma del presidente. 
“No hay manera de no pagarlo. Se trata de un DNU con el mismo contenido que una ley”, explica el abogado laboralista y profesor de la UNS, doctor Jorge Morresi.  
Aclaró que la suma de 5.000 pesos es no remunerativa, es decir, que no está sujeta a aportes ni descuentos de ningún tipo. 
“Esto es una barbaridad porque el Gobierno había dicho que no se podían dar más sumas no remunerativas, y con este DNU, hace todo lo contrario”. 
“El problema es que si hay problemas para pagar 5.000 pesos de bolsillo, ¡imagínese si a eso se agregan cargas sociales a pagar por parte del empleador! Es la única forma posible, aunque contradictoria”, señaló Morresi.
Con respecto a los problemas que acusan las firmas locales, producto de la crisis económica que sufre el país, el profesional aclaró que las empresas deberían demostrar su situación ante la Justicia. 
“La posibilidad de pagar en más de dos cuotas o establecer un monto por debajo de los $ 5.000 está reservada sólo para las firmas que se encuentren afrontando un procedimiento de crisis en el marco de la ley  24.013, sancionada en la década del 90”. 
“Es decir, no basta con que el empresario manifieste que anda mal su negocio, tiene que poder demostrarlo ante las autoridades, tal como lo exigen las normas vigentes, algo que no es tan sencillo, No es válido el ‘no estoy vendiendo bien, no lo puedo pagar’”, advirtió. 


Compensaciones
Otra de las cuestiones que se barajó con respecto al bono compensatorio es la posibilidad de que los empleadores puedan compensarlo de aumentos salariales ya otorgados o a cuenta de futuras actualizaciones. 
“A través del DNU que respalda al bono, el Estado sostiene que los aumentos de sueldos se tienen que regular conforme a lo establecido en las negociaciones colectivas propias de cada actividad o sector”. 
“Sin embargo, dada la importante pérdida del poder adquisitivo de los salarios, considera necesario, en este contexto, otorgar el aumento no remunerativo, es decir, el bono”, explicó Morresi. 
Acotó que “el artículado del decreto apunta a que el bono sea compensable o tomado a cuenta de lo que se acuerde en el marco de las negociaciones colectivas, pero eso está librado a las partes”. 
“Es decir, si acuerdan que el bono nada tiene que ver con aumentos otorgados antes o a otorgar en futuras negociaciones, entonces, no podrá ser compensado ni tomado a cuenta”. 
“Por ejemplo, si un sindicato negocia un aumento salarial, y en el marco de la misma, se establece que los cinco mil pesos compensan al mismo, entonces, si corresponde hacerlo, de lo contrario, no se puede”. 
El profesional indicó que la  única forma de compensar o tomar como pago a cuenta el bono es cuando el empleador haya otorgado una suba salarial por su cuenta, es decir, unilateralmente y por encima de la negociación colectiva.
También tomará el mismo carácter cuando, de común acuerdo, la suma del bono se utilice como compensación o pago a cuenta. 


Más medidas
El presidente Mauricio  Macri recibió este jueves a representantes de las industrias textil, del  calzado y de marroquinería, a quienes les anunció beneficios para  “incentivar el consumo, aliviar la carga tributaria, mejorar las  condiciones de financiamiento y optimizar perspectivas de esos  sectores”.
   Los sectores que recibirán estos beneficios pertenecen al grupo  fabril más golpeado por la recesión y las importaciones.
   Las medidas incluyen el descuento de 12.000 pesos de la base  imponible del cálculo de las alícuotas por aportes patronales  respecto de los salarios entre noviembre de 2018 (devengados en  diciembre) y los de diciembre de 2019.
   De esa forma, al sector le corresponde aplicar, a partir de  diciembre próximo, un Mínimo No Imponible (MNI) por ese monto, en  vez de los 2.400 pesos vigente para este año.
   Además, a partir de 2019 el monto de MNI se ajustará por  inflación de acuerdo con lo que establece la ley 27.430.
   Esta disposición busca beneficiar de forma directa a 126 mil  empleos formales distribuidos en 8.000 empresas en todas las  provincias.