Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Explican por qué el hambre suele causar malhumor

 Los especialistas aseguran que la hipoglucemia es un poderoso factor estresor fisiológico y psicológico y que muchas veces produce estados de enojo y malestar.

   A nadie le gusta hacer dieta. Y una de las razones más básicas que explican ese malestar es que no existe persona en el mundo a la que le guste pasar hambre. 

   De hecho, uno de los comentarios más habituales que se escuchan entre quienes han iniciado una dieta es cómo las ganas de comer reprimidas se traducen en enojo y malestar.

   Ahora, un reciente estudio muestra que ese malhumor asociado al hambre tiene una razón no sólo psicológica, sino también fisiológica que se explica por un desbalance hormonal.

   “Hallamos evidencias de que un cambio en los niveles de glucosa puede tener un efecto duradero en el estado de ánimo de la persona. Yo solía ser escéptico cuando la gente me decía que se ponía de mal humor si no comía, pero ahora lo creo. La hipoglucemia es un poderoso factor estresor fisiológico y psicológico”, comentó el doctor Francesco Leri, investigador del Departamento de Psicología de la Universidad de Guelph, Canadá, cuyo estudio acaba de ser publicado en la revista Psychopharmacology. 

   Leri hizo foco en el impacto que tiene la caída de los niveles de glucosa en sangre sobre el comportamiento emocional. 

   “Cuando las personas piensan sobre los estados de ánimo negativos y sobre el estrés, piensan en factores psicológicos y no necesariamente en factores metabólicos. Encontramos que una alimentación pobre puede tener un impacto”, agregó el doctor Thomas Horman, que participó del estudio en el que ratas de laboratorios fueron inyectadas con una sustancia bloqueadora de la glucosa para causar hipoglucemia, un estado similar al que se experimenta cuando no se ingieren alimentos; al grupo control se le inyectó un placebo. 

   Los investigadores observaron que las ratas que desarrollaron hipoglucemia exhibían conductas asociadas con el estrés negativo. 

   Pero lo más interesante es que cuando realizaron estudios de sangre encontraron que las ratas con hipoglucemia tenían niveles muy elevados de cortisol, un indicador fisiológico de estrés. 

   “Uno podría postular que esto se debe a que necesitan glucosa para hacer que sus músculos funcionen. Pero cuando administramos a las ratas medicación antidepresiva el comportamiento de estrés negativo desapareció. Ocurrió a pesar de que sus músculos no estaban recibiendo glucosa y aún así el comportamiento cambio”, destacó el doctor Leri. 

   “El cortisol es una hormona que se libera en situaciones de estrés, que en este caso registra niveles altos asociado a la hipoglucemia,lo que es lógico, porque cuando baja la glucemia el cuerpo entra en un estado de alerta y genera una serie de mecanismos para prepararse a la situación de que no saber cuándo habrá una próxima ingesta de calorías”, señala la licenciada en nutrición Marina Vázquez, especialista en obesidad, deporte y nutrigenética.

 

Entre la ansiedad y la depresión

  Los nuevos hallazgos tienen múltiples implicancias y algunas abarcan a los tratamientos de enfermedades como la depresión y los trastornos de ansiedad, y su conexión con la obesidad, diabetes o bulimia y anorexia.

   Habiendo establecido que la hipoglucemia contribuye a la aparición de estados anímicos negativos, Leri y sus colegas planean determinar si la hipoglucemia crónica es un factor de riesgo para el desarrollo de comportamientos asociados a la depresión.

   “Si saltearte una comida te hace sentir enojado, nuestros hallazgos sugieren que el estado de ánimo puede verse afectado cuando el saltearte las comidas se convierte en un hábito”, agregó Horman.

   “Un estado negativo de ánimo y una mala alimentación pueden convertirse en un círculo vicioso en el que la persona no come apropiadamente, entonces experimenta una caída de su estado de ánimo, y esa caída puede hacer que no quiera comer”, completó el investigador, para agregar: “Si alguien está constantemente salteándose comidas y constantemente experimentando su efecto estresor, la respuesta puede afectar su estado emocional de forma constante”, consideró.