Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

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“Colectivo Inconsciente”, de Hugo Kern, para leer y reflexionar

La obra del licenciado en Psicología, con reflexiones abiertas a la dinámica de las nuevas experiencias.

Cecilia Corradetti

 

   En su nuevo libro “Colectivo Inconsciente”, el psicólogo Hugo Kern, titular del área de Salud Mental y Adicciones dependiente del Hospital Municipal, incluye distintos ensayos –ocho en total-- escritos a partir de interrogantes surgidos desde la práctica clínica en el campo de la salud mental.

   “La idea fue compartir estos textos con quienes estén interesados en pensar la problemática de la subjetividad humana en términos generales. Se trata de reflexiones abiertas a la dinámica de las nuevas experiencias, al paso del tiempo y a los avances por venir en la construcción colectiva de nuestra sociedad”, reflexionó.

   --¿Qué lo motivó a escribir “Colectivo Inconsciente”?

   --Trabajar con la temática de salud mental, además de exigir un trabajo de formación previo, implica el ejercicio de reflexionar sobre la práctica y compartir el conocimiento que se produce. Desde el comienzo de mi formación la escritura fue una herramienta fundamental

   --¿Por qué considera que en la sociedad actual hay tantos problemas relacionados con la salud mental?

   --Los problemas de salud mental están en relación directa con las formas de vida que nos damos como sociedad, y también de las elecciones que hacemos como individuos. Debemos aclarar que existe una brecha enorme entre quienes tienen un problema de salud mental y quienes hacen algún tipo de tratamiento para solucionarlo. Aún hoy nuestra sociedad tiene una forma estigmatizante y prejuiciosa de pensar la salud mental. J. Hochmann plantea: “Toda desviación es un comportamiento inducido, producido y por último, estigmatizado por una determinada cultura, y no una entidad arquetípica y vagamente parasitaria”.

   --¿La vida actual conspira contra la salud mental?

   --Las formas en las que vivimos cotidianamente son determinantes para la salud mental, la salud mental es un producto de variables psicológicas, sociales, económicas y culturales que hacen a nuestra vida en sociedad. Muchas veces se requieren respuestas rápidas que restituyan un equilibrio para que el individuo pueda seguir produciendo en el corto plazo.

   --¿Y cómo resolverlo?

   --Hay que compatibilizar una solución para que no se transforme en un nuevo problema. Las adicciones (a drogas o ansiolíticos) muchas veces intentan solucionar un malestar y en apariencia logran ese resultado, pero, insisto, no es la solución.

   --¿El amor cura? --El amor está apoyado en las tempranas vivencias de desvalimiento del ser humano, en la necesidad de ser asistido por otros, de recibir ese apuntalamiento por el otro materno, Freud (1919) afirma que: “amor es nostalgia”. La búsqueda y el encuentro del amor estarán condicionadas por las formas de conciliar los requerimientos de la fantasía de cada uno, con la realidad de la época que nos toca vivir. En la vida adulta la elección de objeto amoroso estará referida a la elección de pareja, y a la construcción del vínculo amoroso con otro, la elección se realizará sobre la renuncia parcial al narcisismo, y en el reconocimiento de una carencia. “Freud es taxativo al afirmar que `El amor de los parientes no puede sanar neurosis alguna`, queda claro que el amor en este sentido no corresponde con expectativas terapéuticas, que el armado de la pareja no podrá hacerse sobre la expectativa de cambiar al otro al gusto propio o esperando obtener una completud que aniquile las diferencias, no hay amor sin diferencias. El amor y la sexualidad se basan en la diferencia entre uno y otro”.

   --Usted menciona en el libro estrategias para vivir ¿Puede mencionar algunas?

   --Todos nos las arreglamos para vivir con los recursos que contamos, cada uno le encuentra la vuelta que puede al dilema de la vida. Freud (1930) en “El malestar en la cultura” dirá que es posible identificar distintas estrategias de los grupos humanos frente al sufrimiento y estas estrategias son esencialmente satisfacciones substitutivas, distracciones e intoxicaciones. Y en el mismo sentido describe un menú de técnicas de vida que incluyen el ascetismo, la religión, la neurosis y la intoxicación, se trata de formas de arreglárselas con las contingencias del vivir. Dentro de estas técnicas de vida Freud privilegia una que valora particularmente: el trabajo. Tal como él lo entiende es una modalidad donde se anudan el deseo y la producción cuando uno logra amar lo que hace y eso contribuye a la construcción colectiva de nuestra sociedad.