Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Condenado a once años de cárcel por abusar de la hija de su pareja

Los hechos sucedieron durante cinco meses, cuando la mujer se retiraba de la casa que compartían.
Fotos: Archivo LN.

   A once años de cárcel fue condenado un hombre acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja, a la que sometía a manoseos cuando la mujer se retiraba de la vivienda, diciéndole que hacían gimnasia y amenazándola para que no contara lo que allí ocurría.

   El fallo, resuelto en juicio abreviado por el magistrado subrogante del Tribunal en lo Criminal Nº 1, Onildo Stemphelet, recayó en un individuo de 36 años y a quien no se identifica para preservar a la pequeña.

   El procesado, quien se encuentra detenido en la Unidad Penal Nº 19 de Saavedra, fue hallado culpable del delito de “abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por el vínculo y la situación de convivencia”.

   Previamente, el fiscal Mauricio Del Cero y el abogadefensor Leonardo Gómez Talamoni, con la aceptación del imputado, habían acordado el monto de la sanción y la calificación legal del caso.

   Para el juez se acreditó que entre julio y noviembre de 2013, en una vivienda de Villa del Mar, el condenado abusó de una nena de 11 años, a quien la hacía vestir con polleras cortas y, con la excusa de hacer ejercicios, adoptar diversas posturas físicas.

   De la misma forma, se determinó que el sospechoso amenazaba a la menor con golpear a su madre “si contaba algo”. 

   Pese a esto, la niña logró decirle lo que sucedía a su madre y a su abuela, por lo que la mujer concurrió a la policía y denunció el caso.

   La víctima declaró mediante el sistema de Cámara Gessel y relató los hechos padecidos.

   El juez Stemphelet sostuvo en el fallo que sus testimonio contuvo “expresiones acordes a su edad” y “expuso claramente” las situaciones sufridas cuando su madre no estaba.

   Precisamente, la progenitora, quien a partir de lo sucedido se alejó del hombre, relató lo que le contó la adolescente.

   Por su parte, una licenciada en psicología destacó que la chica posee indicadores de abuso y observó también efectos psíquicos a causa de las situaciones de estrés vividas.

   La profesional comentó que lo ocurrido produjo en la víctima secuelas como pesadillas, miedos e insomnio, además de advertirse angustia al recordar los hechos.

   En su momento el acusado negó los hechos y aseguró que la denuncia en su contra resultaba ser una venganza de su expareja.

   De todas maneras, el magistrado consideró que a partir de las declaraciones quedó probada su responsabilidad en los hechos investigados.

   Por todo ello, el individuo fue hallado culpable y condenado a 11 años de prisión.