Bahía Blanca | Martes, 30 de abril

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Argentina es segunda detrás de Venezuela por su nivel de inflación

En su informe de Perspectivas de la Economía Mundial, el Fondo Monetario proyectó un 25,6% para 2017, con una tasa de desempleo del 7,4%.
La tendencia a la baja que vienen experimentando los precios en el país no es lo suficientemente rápida como para desactivar los conflictos sociales.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estimó que este año la Argentina tendrá una inflación mayor al 17 por ciento y un crecimiento del PBI menor al 3,5 por ciento proyectados por el Gobierno, en coincidencia con las estimaciones de la mayoría de los economistas y consultoras locales.

De acuerdo con el organismo multilateral de crédito, la inflación en la Argentina será en 2017 del 21,6% en la medición “fin de período” (equiparable a la realizada por el Banco Central) o del 25,6 por ciento en el promedio, en tanto el crecimiento económico alcanzará al 2,2 por ciento, y la tasa de desempleo de un 7,4 por ciento.

Las dos primeras mediciones difieren de la inflación del 17 por ciento establecida entre los supuestos macroeconómicos en base a los que se confeccionó la ley de Presupuesto y en las previsiones del Banco Central, así como con el 3,5 por ciento de crecimiento proyectado en la realización de la “ley de leyes”.

El 21,6 por ciento proyectado por el FMI está en línea con el 21,2% surgido del último informe del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que el BCRA realizó en marzo a un conjunto de consultoras y economistas de la city porteña.

Las previsiones del FMI aparecen en un nuevo reporte sobre Perspectivas de la Economía Mundial (informe WEO), conocido antes de la Asamblea de Primavera del organismo, y eleva las proyecciones de crecimiento mundial para 2017 a 3,5 por ciento, frente al 3,4 por ciento de la última estimación.

Cualquiera de las dos mediciones del índice de precios para la Argentina la ubica en la región únicamente por debajo de Venezuela (720%), mientras que de otras regiones aparecen por encima Libia (32,8%) y Sudán del Sur (143%).

Para 2018, el FMI estimó una inflación promedio de 18,7%.

En su informe previo, dado a conocer en octubre pasado, el organismo había estimado una inflación promedio de 23,2 por ciento para el corriente ejercicio, 2,4 puntos porcentuales menos que el último informe.

Nivel de actividad

En cuanto a la economía, el reporte mencionó que “tras contraerse el año pasado, la actividad tiene visos de expandirse, en 2,2 por ciento en 2017 gracias al aumento del consumo y la inversión pública, y en 2,3 por ciento en 2018 a medida que vayan recuperándose la inversión privada y las exportaciones”.

Hace dos semanas, el primer subdirector Gerente del FMI, David Lipton, afirmó que las reformas económicas que impulsa el Gobierno “pueden ser complicadas y pueden demorar algún tiempo en rendir fruto, pero un esfuerzo continuo sentaría las bases para un crecimiento más vigoroso, sustentable e inclusivo”.

“Ya hay indicios de que las políticas están siendo eficaces. Para este año y el próximo prevemos un repunte de la economía, y que la inflación continúe disminuyendo”, pronosticó el funcionario, que visitó la Argentina del 3 al 7 de abril para participar en el Foro Económico Mundial sobre América Latina.

Entre los socios del país, el FMI consideró que Brasil crecerá 0,2 por ciento este año y 1,7% el año próximo, mientras que China lo haría al 6,6 (2017) y 6,2 por ciento (2018).

Críticas de la ortodoxia

Especialistas en finanzas de sectores ortodoxos criticaron esta semana la política económica por entender que “no hay un plan para salir de la decadencia”, y advirtieron sobre el “avance” del déficit fiscal y la inflación.

Lo llamativo es que los cuestionamientos provinieron de especialistas inicialmente más cercanos al ideario macrista, como el economista ortodoxo Miguel Angel Broda, quien alertó que “el enfermo está grave”.

“Acá no hay plan A, ni plan B, esto es insostenible en el largo plazo. No se puede tener creciente déficit fiscal, mangueando ahorro externo. Es inestable”, cuestionó.

En declaraciones radiales, criticó a la administración de Mauricio Macri por no tener un plan para sacar al país de la “decadencia”.

“Claramente, dañamos la razón básica de Cambiemos que es cambiar y sacarnos de la decadencia”, fustigó, y señaló: “Si tengo una sola bala, juego para bajar la inflación. Esa es la precondición para volver a país normal”.

Broda también apuntó contra los funcionarios más cercanos al presidente: “Los ministros son gerentes, se puede ser muy exitoso en una empresa, pero yo como CEO de Techint duraría mediodía”.

“Pueden ser ejecutivos muy exitosos en la vida privada, pero no están entrenados para esto”, advirtió.

De ese modo, estuvo en línea con las consideraciones del economista también ortodoxo José Luis Espert, quien cruzó a los vicejefes de Gabinete Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, por entender que no se puede “poner ocho ministerios de Economía a ser coordinados por dos tipos que saben hacer plata y no entienden nada de economía”.

“La economía es una ciencia”, señaló Espert en declaraciones radiales, y puntualizó: “No recortan el gasto público y encima está creciendo al 35%”.