Se habló más de los neumáticos que del regalo de Lucho
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Pablo Andrés Alvarez
Fue un domingo especial para Luciano Vallejos. En el día del cumpleaños de su madre Guillermina Turrión, amaneció temprano y antes de partir hacia el Evaristo Plano le prometió un regalo.
Y vaya si el joven piloto bahiense cumplió. Porque no sólo se impuso en la final de la quinta fecha del Invernal de Midget, sino que también saltó a la punta de la Clase 1 y demostró que fue el conductor que mejor se adaptó al nuevo neumático Pirelli Black, que ayer hizo su estreno en la categoría.
Precisamente, en la ventosa jornada de Aldea Romana todo giró sobre el flamante compuesto, por primera vez de competición y cuyo uso ya es obligatorio de cara al Estival 2016-2017.
También es de destacar que el santafesino José Collino se quedó con el triunfo en la final de la Clase 2.
La mayoría de los 81 presentes ayer salió a la pista con el objetivo de comprobar el comportamiento de las cubiertas, que ya había generado distintas opiniones en las pruebas comunitarias.
Y, más allá del conformismo generalizado según lo escuchado en boxes después de cada carrera, hubo varios factores que los competidores tendrán que tener en cuenta de cara al futuro.
Uno de ellos es que tanto las series, como las semifinales y finales, se hicieron más lentas que las cuatro anteriores fechas, aunque también el estado de la pista (se “peló” en demasía muy rápido pese a que pasaron dos veces las máquinas durante la jornada) pudo haber influido en el primer examen oficial.
Una certeza es que los neumáticos traseros estrenados traccionaron más satisfactoriamente al tomar temperatura con el correr de las vueltas, por lo que a los pilotos se les hizo más difícil controlar sus autos en los primeros giros.
También algunos exigieron los neumáticos girando por la parte externa, aunque a pocos les dio resultados. Apenas a Gastón Pérez y a Lucas De Acharán en las series de la Clase 1, pero esa misma receta no les otorgó dividendos en las semifinales ya que el colchón de tierra cerca del paredón resultó escaso.
En ese análisis permanente de la categoría, y con un par de sobrepasos destacados (en las semifinales de la Clase 2, que fueron lo más destacados para los ojos del espectador), Luciano Vallejos, en la divisional superior y tras puntear la final con comodidad hasta que Fuertes volcó en la cuarta vuelta, y el santafesino José Collino, en la categoría menor y también con holgura, fueron los que mejor y más rápido se adaptaron a las circunstancias mencionadas para triunfar.
Uno se lo regaló a su madre; el otro le dio sentido a los más de 1.000 kilómetros que viajó para poder estar presente.
“La clave estuvo en la largada, ya que cuando íba a la línea de largada, tenía muy claro que si podía tener una buena salida, podía llegar delante del “Feti” a la primera curva, y se dio bien, porque creo que se quedó un poco”, declaró Luciano Vallejos, el ganador y nuevo puntero de la Clase 1, aprovechando la ausencia de Roy Altamirano.
“Después aposté a ir pegadito a la cuerda, tratando que el auto patinara lo menos posible, ya que el piso se había puesto un tanto difícil, para tratar de mantener la primera posición, y creo que a partir de allí fui haciendo una diferencia”, agregó el piloto de nuestra ciudad, quien le dedicó el triunfo a su madre, quien ayer cumplió años.
Por su parte, José Collino festejó su segundo triunfo en la Clase 2.
“Entendimos cómo había que correr y por suerte nos salió todo redondo, ya que hicimos buenas serie (fue segundo detrás de Hardoy en la tercera), semifinal (ganó la segunda con el mejor tiempo) y final. En esta última tuve un roce con Luciano Franchi, quien me largó muy bien a la par, pero luego hicimos todo tranquilo y no sentimos presión en ningún momento para quedarnos con la victoria, que motiva para no bajar los brazos”, esgrimió el santafesino.