Jorgelina Aruzzi, actriz de raza
Por Franco Pignol / [email protected]
No es común encontrar a una actriz de una tira del prime time descansando y dedicándose con tranquilidad a los quehaceres cotidianos.
Sin embargo, mientras preparaba la cena, Jorgelina Aruzzi se hizo un hueco para contarnos algunos detalles de su intensa actividad artística.
Actualmente está más expuesta por su rol de Susy, en Educando a Nina (va de lunes a jueves, a las 21.30, por Telefe). Sobre todo después de la polémica que se generó tras el primer capítulo con respecto a la tonada cordobesa que interpreta Susy y muchos de sus compañeros.
"Cuando Sebastián Ortega nos planteó la idea de que seamos todos cordobeses hubo un poco de resistencia porque es muy difícil. Pero bueno, nos pusieron un coach y estuvimos 15 días preparándonos antes de grabar", explicó Jorgelina.
--¿Se ayudaban con un vasito de Fernet?
--No, no puedo tomar cuando trabajo porque me olvido la letra (risas).
--¿Es tan cierto que pasan más de 10 horas grabando?
--Sí es cierto, pero peor es trabajar (risas). Lo que más me costó entender es que en la TV a veces no queda la escena que más te gusto porque no terminó de salir el perrito por la puerta, si no la que mejor quedó de plano. Y también hay que mantener el buen humor. Hay que aprender a resignar.
Independiente y autogestiva
Todos los sábados a las 21, en Yatay 890 (Buenos Aires) Jorgelina Aruzzi desarrolla su otra pasión: el teatro. Está protagonizando el unipersonal Carmen en la Cruz, una obra que ella misma escribió.
"Habla de la manipulación que que sufrimos todas las personas a través del marketing, desde tomar una medicación hasta comprar un desodorante", contó Aruzzi.
--Escribís, dirigís, actuás... se nota que te gusta mucho lo que hacés.
--Estoy feliz porque el teatro me da esa posibilidad increíble. Ahora se sumó el gol de Educando a Nina, así que estoy feliz.
--Hace 10 años estabas en Chiquititas. Siempre trabajaste de manera de independiente, más allá de los trabajos en TV.
--Siempre fui partidaria de la autogestión en cualquier escala artística. Tiene que ver con la durabilidad que uno tiene como artista. Mientras tengas algo para contar, por más que no te llamen de ciertos lugares, es imposible no hacer lo que a uno le gusta si vos te armás tu valijita con tu propio espectáculo.
"Siempre trato de hacerme la pausa y ponerme a escribir sobre lo que a mi me gusta. A veces no te llaman para hacer exactamente el personaje que vos deseás, entonces intento cumplirme mis propios sueños", agregó.
--Siempre te llaman para hacer comedias.
--Claro. Y me gusta. Pero también me gusta mucho explorar en lo dramático. Por eso en esta obra puedo hacer un poco de las dos cosas.
--¿Cómo hacés para escribir tus propios textos? ¿Va cambiando lo que escribís cuando lo comenzás a ensayar?
--Sí. Antes escribía desde la improvisación: me filmaba y escribía. Pero ahora empecé a escribir en papel. Después viene la etapa de ensayos en donde voy corrigiendo. En la tele también, excepto que el guión venga hermético y no se pueda tocar, siempre le agregás cosas.
"Tiene que ver con el tipo de actriz que soy: me gusta estar, divertirme, cambiar las cosas. Hay otros actores que se sienten más cómodos respetando el texto tal cual y eso también está buenísimo".