Bahía Blanca | Viernes, 18 de julio

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Gruyeres, la ciudad suiza del famoso queso donde hay un museo de Aliens

Este alimento, muy rico y nutritivo, surgió en los monasterios con la llegada del cristianismo a Occidente, y junto a la misión apostólica de los monjes.
Gruyeres, la ciudad suiza del famoso queso donde hay un museo de Aliens. Domingo. La Nueva. Bahía Blanca

Por Corina Canale / [email protected]

La frase popular que dice “tiene más agujeros que el queso gruyere” es una frase errónea, porque el queso que se elabora en el cantón suizo de Fribourg no tiene agujeros.

El que sí los tiene es el emmental.

En la ciudad de Gruyeres la paz y el orden reinaron entre los siglos XI y XVI, bajo la férrea autoridad de 19 condes que, sucesivamente, habitaron su castillo.

Pero en 1554, por razones que el noble ocultó, al conde Miguel el dios de los negocios dejó de asistirlo y lo llevó a la bancarrota.

Miguel pasó a la historia como el último conde.

El conde que no honró las deudas que había contraído con las ciudades de Berna y Fribourg, que se repartieron sus tierras.

El Castillo Saint Germain está rodeado de jardines y granjas.

Desde allí se ven, hacia un lado, el valle y la campiña, y hacia el otro, los picos Dent de Broc y Dent de Chamois, de los pre-alpes, cimas que convocan a muchos escaladores.

En la entrada del majestuoso castillo se proyecta un audiovisual que cuenta a los visitantes los ocho siglos de historia, cultura y arquitectura de la ciudad.

Su interior recrea la milenaria forma de vida, con el viejo mobiliario, valiosos cuadros, las vestimentas de las diferentes épocas y también las armaduras de los hombres.

El gran contraste son las modernas muestras de arte itinerante que recibe el museo del castillo, como la primera que llevó a Suiza Tuckson Muvezwa, el escultor de Zimbabwe que, en su país, tiene su taller en Harare, uno de los centros donde renace el arte africano.

Otro museo, impensado en esta bucólica ciudad, es el Museo H.R.Giger.

Exhibe, en su interior, la obra del genial escultor, diseñador y artista gráfico suizo que ganó un Oscar en 1980, por su participación en la serie fílmica “Alien”.

El museo alberga la mayor colección de obras de arte del genial artista, cuyo desmesurado talento también se evidencia en el Bar HRGiger, que está frente al museo, una estructura en forma de caverna que tiene bóvedas y arcos hechos con vértebras.

El bar, que tiene una lúgubre barra, es una verdadera catedral de huesos con extrañas formas donde se mezcla la biología y la mecánica.

Es un sitio que propone un viaje hacia el fascinante mundo que imaginó Hans Ruedi Giger.

El más nuevo es el Museo del Tibet, que no se sabe por qué está en Gruyeres, una decisión de la Fundación Alain Bordier que llevó a la Capilla San José el resultado de 30 años de pasión por las esculturas budistas.

Este museo, que fue inaugurado en el año 2009, exhibe más de 300 esculturas, y también pinturas que reflejan rituales del Himalaya, en un ambiente tan recoleto como místico.

Una de las tres calles de la ciudad, la Rue du Burg, concentra la movida gastronómica con su plato estrella: la fondue de queso, hecha con el famoso gruyere, y una copa de vino blanco helado o una taza de té caliente.

Su plaza tiene una rumorosa fuente de agua y matas de geranios rosados.

Está rodeada de balcones de madera oscura tallada con forma de corazones.

El famoso queso gruyere habría surgido de la alquimia del Abad de Rougemont, en el 1113.

De todas formas, la historia recién lo registró a comienzos del 1600, cuando el gobierno de Fribourg le obsequió a la diplomacia de Francia 14 ruedas de queso, de 35 kilos cada una.

De este queso suave, hecho con leche de vaca y cuajo, se producen 29 mil toneladas anuales.

Cuando, en 2010, la Unión Europea le otorgó a Suiza la “AOC”, Apelación de Origen Controlada, finalizó la gran “guerra del queso” que el pequeño estado helvético mantenía con Francia.