Néstor de la Iglesia, en el tránsito de una nueva etapa de vida
Por María Inés Di Cicco / [email protected]
Desde el último 7 de marzo, Néstor de la Iglesia se convirtió por segunda vez en noticia. Sucedió a partir de su retiro de la pantalla de Canal 9 de Bahía Blanca, después de 44 años al servicio del noticiero y del televidente.
La primera oportunidad se había dado --muy en broma--cuando decidió quitarse un enorme bigote que había formado parte de su imagen personal y uno de los emblemas de la televisión bahiense.
Entonces, el cambio de look que devino después de un período de vacaciones del protagonista fue, incluso, motivo de debate y editoriales; en definitiva, una muestra más de la familiaridad que "el ingeniero De la Iglesia" logró entre sus vecinos y sus pares en la profesión de periodista y presentador de noticias.
"Fue toda una vida compartida. Con los televidentes de Canal 9 nos acompañamos mutuamente a través de la pantalla", reconoce hoy, cuando su labor continúa por Radio Mitre, en la 100.3, con Noticias en compañía, que comparte desde hace tres años con Fabiana Úngaro, también compañera de tareas del 9.
Dice que no extraña porque sigue viendo a sus colegas y el contacto con el público y el periodismo se sostienen.
Buenos viejos tiempos
"En 1970 entré en Radio Nacional, donde tenía un programita con un amigo los días jueves. Nosotros queríamos hablar por radio...
"Ahí nos enteramos de que había una selección de locutores en Canal 9. Nos anotamos en el último día y a mí me tocó el número 199. Pero fui quedando en las sucesivas selecciones y me eligieron para el noticiero porque siempre tuve fuerte inclinación hacia el periodismo", relata quien, a sus 11 años de edad, ganó un concurso nacional de redacción sobre el tema "La revolución de Mayo" por haber escrito los sucesos en forma de crónica.
Ingeniero electricista recibido en simultáneo con el ejercicio de locutor, recibió su carnet del ISER de mano, ni más ni menos, que de Juan Ramón Badía.
"Me pasó con él lo mismo que les sucede a muchos de quienes hoy son mis colegas: siendo yo un chico, Me hice de él una imagen de hombre grande, cuando en realidad era muy joven. Cuando me tomó examen, él tendría unos 30 y pico de años".
Orden, Martínez, Cachero, Persio, Sendra, Bodanza, Cappa, fueron hombres y apellidos a seguir y de quienes aprender.
"Con el tiempo, me convertí en referente de la conducción para mis colegas más jóvenes, que a la vez me alimentaron y me desafiaron a renovarme, en un contexto muy diferente de aquel libreteado y absolutamente estructurado en el que comencé, en esa época con bigotes", se ríe.
En el balance
-- Néstor, ¿sos consciente que tu imagen quedó ligada para siempre con Canal 9 de Bahía Blanca?
-- Soy consciente de que fui uno de los rostros emblemáticos de Canal 9 porque la gente y mis propios colegas me lo hacen notar. Incluso no sé si hay antecedentes en Bahía Blanca de tanto tiempo de permanencia al frente de un noticiero con continuidad.
-- ¿Alguna vez la sentiste ajena a vos?
-- Quizás en mis comienzos, pero por una cuestión de costumbre. Creo que la manera de no sentirse enajenado de la imagen que los demás tienen de uno en pantalla es siendo el mismo en la calle.
-- ¿Y cómo te llevaste durante tu carrera con los acercamientos de los desconocidos para quienes eras un visitante cotidiano?
-- ¡Muy bien! Siempre fui un agradecido del aprecio de los vecinos y de los colegas. No tengo dudas que son la muestra más sincera de que uno ha hecho las cosas bien y con honestidad.
"La `fama´ es efímera y no siempre bien lograda. Lo más complejo es hacerse de un prestigio que te garantice el respeto y el aprecio de la gente que te ve y la que trabaja con vos".
-- ¿Qué te queda?
-- Una etapa cumplida y una carrera que continúa.