Liniers le aclaró a Bahiense que quiere una disputa mano a mano
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Liniers hizo su parte y esperó. Y así será, si la tendencia se mantiene, las próximas dos fechas, cuando alcanzar a Villa Mitre en la cima ya dependerá de sí mismo.
Y como si fuera poco le cortó el envión a Bahiense que venía envalentonado y asomaba como el tercero en discordia.
El Chivo superó anoche al tricolor por 80 a 75, como local, en el partido correspondiente a la cuarta fecha del torneo Oficial.
Aunque un par de pérdidas en el final el pusieron algo de dramatismo, el dueño de casa dominó el trámite en la mayoría de los pasajes.
En el inicio de juego reinó la paridad. Gonzalo Martínez comenzó a hacer de las suyas y Starc sumó en la pintura. Enfrente, Pennacchiotti castigó de media distancia y cargó con faltas a Goenaga (3), quien dejó su lugar a Marinsalta. Y fue Julián, más el buen funcionamiento de las ayudas defensivas, lo que comenzaron a frenar al lungo.
El segundo chico confirmó lo del primero. A lo que el huésped le agregó efectividad de tres puntos. Matute Martínez también saltó del banco con soluciones y a la zona propuesta por la visita le respondió con un dos bombas. Pizzo y Petrini también sumaron en ese casillero y el campeón tomó aire (47-36).
A la vuelta de los vestuarios, el albinegro estiró a 16 (54-38) y los de calle Salta perdieron a Barbero (2 faltas y un técnico en 2m20s).
Luego, Matute volvió a lastimar detrás de los 6m75 y Liniers mantuvo la ventaja.
No obstante, los dirigidos por Navallo, con el empuje de Gerbaudo, más el aporte de Silva y Pennacchiotti dieron señales de reacción (69-58).
Promediando el último cuarto, una bomba de Martínez parecía que encaminaba el éxito (78-65).
De todos modos, la visita no se entregaría con facilidad. Ajustó la defensa y provocó un par de pérdidas del propio Martínez (4 en el parcial) y se metió en partido.
Bahiense repuso del costado con 21s y 6 abajo, Marinsalta cortó línea de pase y salió de contra, pero Gerbaudo la recuperó y Amigo tuvo su chance: lanzó de tres, aunque desviado y el reloj ya había corrido demasiado...