Patricia Sosa es lo que quiso ser

Redacción de La Nueva.

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Fue de las primeras mujeres en integrar una banda de rock en nuestro país: La Torre, que se disolvió en 1989.

Mañana se presentará en el Teatro Don Bosco, repasando su etapa más distorsionada junto con las canciones más conocidas que compuso luego junto a Oscar Mediavilla, su esposo y productor.

"Yo soy todo. Me gustan muchos géneros. Soy lo que soy, porque fui lo que fui", cuenta Patricia Sosa.

-- ¿Qué otras mujeres estaban en aquella época intentando hacerse un lugar? Se me viene a la mente la baterista Andrea Alvarez.

-- Claro, también estaba por ejemplo, Claudia Puyó y después apareció Celeste Carballo. Pero bueno, yo lideraba una banda bastante fuerte. Era diferente el rol.

-- ¿Este sábado (por mañana) vas a hacer temas de tu etapa más rockera con La Torre?

-- Sí claro, voy a hacer un recorrido por mi historia. Me encanta tocar rock, por eso hago algunas canciones de mi penúltimo disco que se llama Patricia Sosa desde La Torre, que elegimos algunos temas y los reversionamos.

-- ¿Oscar (Mediavilla) extraña tocar en vivo?

-- Cuando terminó La Torre, en 1989, Oscar se dedicó a producir. Si bien en este último disco tocó bastante, nunca más fue músico propiamente dicho.

"Imaginate que mi hija tiene 27 años y nunca lo había visto tocar. Cuando vino a un ensayo y Oscar se colgó la guitarra, ella me miró y me dijo: '¡es groso' (risas). A él siempre le gustó meterse en el estudio a producir. Siempre fue así".

-- ¿Cómo llegaste al rock? ¿Escuchabas a los Stones?

-- No, en realidad yo escuchaba mucho a Deep Purple, a Led Zeppelin, después me copé con Yes y esa cosa sinfónica que apareció a fines de los '70. Después lo conocí a Oscar y empezamos a rockear.

-- Eran muy chicos.

-- Claro, queríamos vivir de eso, por eso hacíamos canciones en inglés al principio y nos íbamos a tocar a los boliches y a las matinés, lugares que nos dieran dinero para sobrevivir. Mientras tanto íbamos componiendo el repertorio de La Torre.

-- ¿Cómo recordás aquel tiempo en que ustedes mismos cargaban los fletes?

-- Fue muy bueno eso porque nos dio una base. A veces le pido a mi agencia tocar en algunos pubs, por más que a ellos no les entusiasme la idea. A veces vuelvo a esos lugares porque me encanta volver a mi raíz.

-- ¿Cómo era esa época?

-- Crecimiento puro. Con o sin gente. Cada show era un paso adelante, era intentarlo otra vez, batallar con los temas nuevos que creaste en un sótano o en un galpón, era enfrentarte con público nuevo, cargar los equipos entre 20 porque no había dinero para el flete... Todo lo hacíamos con mucha alegría.

-- La mayoría te conoce por las baladas, sin embargo, en vivo tocan "Sólo quiero rock and roll" como la misma actitud que Black Sabbath, ¿te pasa que hay gente que se sorprende, que no conoce esa faceta de Patricia Sosa?

-- Claro, imaginate que La Torre se terminó en 1989. Yo tengo bastante público que es muy jovencito, me siguen muchos pibes más allá de los de mi generación. Por eso se sorprenden muchísimo cuando salgo a hacer rock.

-- No lo pueden creer.

-- Yo soy una rocker que hace lo que se le da la gana. Ese es el asunto. ¿Te puedo contar una anécdota?

-- Por supuesto.

El Moto Encuentro

"Hace un par de años me invitaron a tocar a un Moto Encuentro en Villa Diamante, lugar de heavy metals por excelencia.

-- ¿Fuiste en moto?

-- (risas) No, no. Armaron un blog en contra mía. Decían que no querían escuchar mis baladas horribles. Querían heavy metal. Yo suponía que me iban a recibir con naranjazos. Fui y estaban todos los motoqueros con sus camperas de cuero, armando sus asaditos. Empecé a tocar después de varios grupos re heavys. Arranqué con un tema que se llama No me vencerán jamás, bien heavy (risas). Fue un show impresionante. ¡Los motoqueros coreaban los temas! Terminaron abrazados.