La atención está puesta en el dedo de Iván Furios
El resultado de la radiografía trajo buenas noticias. Iván Furios no está fisurado ni fracturado, descartándose lo que más se temía luego de la lesión que el zaguero sufrió el lunes pasado en la derrota ante Lanús.
De todos modos, como el defensor sigue sintiendo dolor en el dedo gordo del pie derecho, su presencia en el choque del próximo domingo, a las 21.30, ante River, aún no está garantizada por completo. El partido será dirigido por Germán Delfino.
Incluso, el Pelado ayer trabajó diferenciado en la práctica que el plantel llevó a cabo en Teléfonos.
Claro que el cuerpo médico aurinegro maneja como última alternativa infiltrar a Furios para que pueda estar en el último encuentro del semestre antes del parate por la Copa América.
La lesión del ex Chacarita y Aldosivi se produjo en el cierre del primer tiempo del cotejo ante el Grana, siendo reemplazado por Ezequiel Parnisari.
Con respecto al resto de los jugadores, el entrenador Diego Osella no tiene lesionados ni suspendidos, ya que el único que está al límite es el volante Jonathan Blanco, quien acumula cuatro amarillas.
En otro orden, ayer trascendió en algunos medios ecuatorianos que el mediocampista Alex Bolaños podría volver a su país para reforzar al Club Aucas (allí milita el delantero uruguayo Sebastián Abreu y asumirá el DT argentino Carlos Ischia).
Hasta el momento, Bolaños jugó 6 partidos en Olimpo, desde su debut el 7 de marzo, en la derrota ante Rosario Central (1-3), en Bahía.
Luego, el ex Barcelona de Guayaquil se alistó ante Crucero del Norte, Temperley, Rafaela, Colón y Estudiantes.
¿Bolaños será la primera baja antes del receso?