Correr suave, un modo de disfrutar el camino
Quienes recién comienzan a correr, generalmente se sienten en falta o acomplejados creyendo que deberían llevar un ritmo más ligero.
Algunos creen que marchan muy despacio o que deberían plantearse un ritmo de entrenamiento más intenso, más sacrificado.
Sin embargo, correr-andar a un ritmo cómodo fortalece tus músculos, pulmones y el corazón, entre otros beneficios.
Según las recomendaciones de Jeff Galloway, atleta olímpico estadounidense --nacido el 12 de julio de 1945 en Raleigh, Carolina del Norte--, quienes se inicien en el running o aquellos que retomen la actividad luego de una larga pausa, no deberían estar pendientes del reloj.
Por el contrario, más que cuánto tardan en realizar una meta es fundamental centrarse en empezar y terminar la carrera sintiéndose bien, no importa lo ‘lento’ que sea. También aconseja incorporar caminatas a la carrera para recobrar energías.
Este atleta, quien además es director ejecutivo de Galloway Productions, que lleva a cabo una amplia gama de programas de capacitación y eventos anuales y ha escrito varios libros sobre el entrenamiento recomienda sin dudarlo que la mejor alternativa para obtener un buen estado físico es no exigir al cuerpo hasta el desgaste o la frustración, sino respetar sus ritmos y necesidades.
¿Por qué despacio?
Según el maratonista, hacer trotes diarios durante la semana a un ritmo lento nos ayuda a reducir drásticamente el riesgo de lesiones y también a estar en forma.
Un entrenamiento largo y lento mejora la resistencia, la capacidad de quema de grasas, el flujo de sangre a los músculos y aumenta la fortaleza mental.
"Si cometes el error de hacer la mayoría de tus carreras a un ritmo más alto, te conducirá al desgaste, y posiblemente a consecuencias peores. Corre con un ritmo cómodo, entrégate a la alegría de correr y no al dolor", aconsejó el corredor olímpico.
¿Cómo de lento?
"Sé consciente de tu respiración. Jadear es un indicador de que hay que bajar el ritmo o hacer más pausas para andar. Si mantuviste un trote demasiado rápido, lo más probable es que al día siguiente notes que tus piernas no tienen su energía habitual, y posiblemente tendrás molestias", destacó el corredor en un artículo del sitio runner.es.
¿Con qué frecuencia?
La mayoría de los corredores/as pueden hacer todas sus carreras a un ritmo cómodo sin ningún inconveniente. Pero los que tienen un objetivo de tiempo, sin embargo, deben añadir un entrenamiento con ejercicios de velocidad cada semana para mejorar su rendimiento.
Un día de entrenamiento a ritmo de competición puede acarrear ciertos riesgos de lesión, pero el resto de entrenamientos de la semana deberían ser a un ritmo muy cómodo.
Según el deportista la mayoría de la gente cree que si siempre corre a ritmo lento nunca conseguirá mejorar su estado.
Sin embargo, según su experiencia como entrenador, él asegura que correr lento y durante mucho tiempo construye resistencia, mientras que se fortalece el sistema musculoesquelético y cardiorrespiratorio.
Por otra parte, correr lento y poco tiempo ayuda a mantener la condición física.
Correr de forma consistente, sin importar cuan lento sea, te mantendrá en mejor forma, mientras que si vas demasiado rápido, a menudo te puede conducir a una lesión.
En el caso de las cuestas, la clave sería acortar la zancada y correr con ‘pasos de niño’. También es importante asegurarse de que los brazos se balancean.
"Si la respiración se agita se pueden realiza más descansos andando entre cada cuesta", destacó.